Crítica de arte, por Julia Sáez-Angulo

Ediición nº 15 - Abril/Junio de 2011


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Representación del bosque, de Rosa Escalona

“Representaciòn de El Bosque”
Rosa Escalona
El Rincón de Rosa
c/ Sobral, 3
San Lorenzo de El Escorial
www.rosaescalona.com

Rosa Escalona, Pinturas e Instalación sobre la representación de El Bosque

Julia Sáez-Angulo


Artista versátil, Rosa Escalona ha abierto un espacio monográfico de arte en San Lorenzo de El Escorial, con una “Representación del Bosque” a base de pinturas y una instalación de tronco y hojas que completa la atmósfera poética y la visión del tema. Sus cuadros, de gran viveza cromática son espectaculares y entre ellos destaca el titulado “Fantasía del bosque”.

En su fecunda trayectoria, Rosa Escalona (Madrid) ha llevado a cabo diversas exposiciones como “La Representación de la Ciudad”, “La Representación del Agua”, “Memorias del Tiempo”, “Recuerdos del Cantábrico” o “Toledo desde Toledo”, en las que conjunta pintura, collage, escultura e instalación. Su obra ha podido verse en Marugame (Japón), el Museo Sefardí de Toledo o la Fundación Universitaria Iberoamericana.

Para esta artista madrileña, de raíces toledanas, el arte es concepto que se desarrolla en una plasticidad máxima, en la que se busca un lenguaje propio dentro de la estética del tiempo que le toca vivir. Sus instalaciones dan cuenta del gran poder evocador que es capaz de lograr con los materiales más diversos.

El grabado es una de las actividades cultivadas por Escalona y es fácil verla junto al tórculo en su estudio de Torrelodones o en las fotografías que reviven ese trabajo de estampación. Sus grabados sobre el Museo Guggenheim fueron de gran belleza.

El paisaje como género dilecto

Rosa Escalona ha expuesto en Alemania, país en el que ha logrado un mercado de su obra firme y continuado. Su reto está ahora en Dan Lorenzo de El Escorial, con un espacio especializado en su sola obra abierto al público de manera permanente en horario comercial.

El paisaje en grande, pequeño y mediano formato es su especialidad más presente en la muestra actual, pero todavía quedan en la retina sus pasadas series a base de manipulación de fotografías familiares, dentro de una composición matérica de pigmento y paja de gran efecto icónico.

La exposición “Memorias del tiempo” (2006) con las mencionadas fotos que recorrían el hito vital de la antropología: nacimiento, matrimonio y muerte, tuvo lugar en el sitio histórico visigótico de Santa María de Melque (Toledo) y mereció un buen catálogo con el título de la muestra.

Fue una representación de “ambiente rural”, con salas ambientadas con sonidos de campo y granja. Las gasas fueron textiles muy potentes y presentes en el trabajo plástico de la autora.






“África, Objetos y sujetos”
Comisarios: Francisco de Santos y Salvador Nadales
Teatro Fernán Gómez. Centro de Arte
Del 27 de enero al 1 de mayo de 2011
www.cajastur.es
Entrada gratuita

“África, Objetos y Sujetos”, Exposición sobre Arte Africano en el Teatro Fernán Gómez

Julia Sáez-Angulo

Se dice que África es el continente madre del hombre, el solar de sus orígenes. El Ayuntamiento de Madrid y Cajastur nos brindan una espléndida exposición titulada “África, Objetos y sujetos”, que antes estuvo en el palacio de Revillagigedo de Gijón. Un total de 53 obras de artistas africanos que contrastan su trabajo con la tradición del formidable arte tribal del continente hasta sumar 173 objetos. Los artistas Leandro Mbomio (quien fuera ministro de Cultura de Guinea) y Sandou Dickou estuvieron presentes.

De 25 países se despliegan piezas procedentes de 56 grupos étnicos, contextualizados con fotografías o retratos antiguos y actuales que ilustran la cultura de los diferentes etnias. Máscaras, esculturas, cuadros, fotografías... una manera de expresar una vida y una estética. Francisco de Santos y Salvador Nadales son los comisarios y Mora Apreda, directora del Teatro Fernán Gómez hizo la presentación.

Pedro Ramos ha sido el artífice del excelente montaje que se abre con una cruz etíope y termina con una pieza islámica; entre medias piezas que hablan de las creencias animistas, en un recorrido en que “ideas y creencias” como día Ortega y Gasset van imbricadas. La muestra se articula siguiendo un orden geográfico y cultural que abarcan la geografía de África oriental, central, ecuatorial, meridional y occidental.

Dos cuadros de Nelson Mandela

“Se trata de un proyecto sincero y comprometido para erradicar estereotipos”, dijo Cesar Menéndez, representante de Cajastur. “A través del objeto, se descubrirá el sujeto”. Se trata de un arte de poblaciones comprometidas con su futuro, piezas procedentes del Quai Branly de París; el Museo Etnológico de Berlín; los museos de antropología de Lisboa y Coimbra; el museo IFAN de Dakar; el Museo Antropológico Nacional y el MNCARS, ambos de Madrid; los museos de Tervuren y de Neuchatel, y grandes colecciones como la Pigozzi, la Brancilini-Grimaldi, de Florencia, y emblemáticas galerías como Oliva Arauna de Madrid; la Momo Gallery de Johannesburgo; Kuckei + Kuckei, de Berlín y otros.

Francisco de Santos resaltó la dignidad con la que la población africana humilde y sobria es capaz de posar ante la cámara de Angèle Etoudi, por ejemplo. La ironía de los cuadros de Chèri Samba es otra aportación valiosa de la muestra. Dickou, “ladrón de sombras” mostraba un gran mural de fotos sobre la sombra de personajes en un paisaje fronterizo para eliminar la apariencia. Hay 24 artistas vivos exponiendo, de los que 9 son mujeres. Nelson Mandela figura con dos piezas. Una proporción razonable en el panorama comparativo habitual. Hay artistas emergentes de menos de 40 años

Interesante el alfabeto Beté de 428 pictogramas, con fonemas y sonidos. Piezas que hablan del genocidio de Ruanda, de rituales ante la muerte de un hermano gemelo; objetos con los clásicos cauris... En suma una gran exposición abarcadora del telúrico continente africano.



“América fría”
La Abstracción Geométrica
en Latinoamérica (1934 -1973)
Fundación Juan March
Del 11 de febrero al 15 de mayo de 2011

“América fría”. La Abstracción Geométrica en Latinoamérica (1934 -1973) en la Fundación Juan Marca

Julia Sáez-Angulo
Dos acusaciones históricas, no siempre justas, han caído siempre sobre la abstracción geométrica: su ornamentalidad fría y su falta de compromiso. Muchos de los artistas geométricos vienen o van del diseño hacia el diseño y éste ha acabado formando parte de los museos de arte contemporáneo; respecto al compromiso, hay que decir que es sobre todo de la persona y no necesariamente de su arte.

Dicho esto pasemos a la exposición de la Fundación Juan March, que tomando el todo América para la sola parte de Latinoamérica –al revés de lo habitual- presenta 300 obras de 64 artistas latinoamericanos, además de los cinco europeos que tuvieron su contacto con los del movimiento geométricos de la zona: Josef Albers, Alexander Calder, Victor Vasarely, Max Hill y Ludwig van del Rohe.

Arte geométrico, sistemático, constructivo, arte frío, concreto de borde duro... denominaciones tangenciales para un movimiento, estilo o espíritu, en el que la fría geometría de borde duro marca de modo importante casi todas las obras.

La muestra de la Fundación March, comisariada por Osbel Suárez, ha querido establecer su propio discurso y no el de un coleccionista, como la que vimos el pasado año en Es Baluard de Palma de Mallorca. Tiene características singulares como es la de aportar la presencia de la arquitectura a base de hermosas fotografías, principalmente de la Brasilia de Niemeyer, o la Universidad de Caracas de Villanueva. En la muestra hay obra procedentes de colecciones privadas como la de Cisneros y también de los Museos Reina Sofía, MOMA, Georges Pompidou, entre otros.

Las fechas que abarca “América fría” están definidas por dos viajes de retorno de Europa a América: 1934,cuando Joaquín Torres-García regresa a Montevideo, y 1973, año de la vuelta del venezolano Jesús Rafael Soto, para la inauguración de su museo en su ciudad natal, Ciudad Bolívar.

El discurso de los geométricos cubanos –el comisario lo es- se enfatiza porque ha sido descuidado en el pasado. Dos mujeres, Loló Soldevilla y Carmen Herrera destacan junto a las grandes piezas de José Mijares. A algunos nos hubiera gustado ver alguna obra de Waldo Balart (Cuba, 1931), residente en Madrid, con edad y obra suficientemente clave para estar dentro.

Se echa de menos al grupo colombiano de gran interés, con Negret como uno de los cabezas de fila importante, al que vimos en su día en el Palacio de Velázquez del parque del Retiro madrileño. El espléndido fotógrafo Leo Matiz representa a Colombia con soberbias vistas de la arquitectura. En suma Colombia muy poco representada.

Jesús Soto, sol entre las estrellas del arte geométrico, brilla con demasiadas piezas quizás, pero siempre es un gusto ver sus juegos ópticos de gran imaginación y belleza. Las mujeres están presentes en el movimiento abstracto geométrico y, además de las citadas, cabe mencionar a Mira Schendel, María Freire, Ligya Clark –espléndida brasileña- o Judith Lauand. Quedan bastantes por incluir. La ñultima pieza del brasleño Paternosto blanca con los bordes de color es un punto final muy sugerente.

El grupo argentino MADI

El enorme catálogo de la exposición responde a la línea de investigación rigurosa a que acostumbra últimamente la Fundación Juan March en sus publicaciones y da una información exhaustiva sobre movimiento latinoamericano de la abstracción, donde el grupo argentino Madi fue uno de los más relevantes. Los ensayos del catálogo no tienen desperdicio. Actualmente expone Carlos Evangelista, adscrito a los Madis, en la galería Kreisler de Madrid.

Se echa de menos al contemplar la exposición la nacionalidad y el año de nacimiento –y muerte en su caso- de algunos artistas. A medida que se pasea por el espacio, se querría saber de qué país es el autor, qué edad tiene y si sigue en este mundo, pero la cartela no informa de ello.

La sede de la Fundación Juan March se ha agrandado y acoge bien las 300 piezas si bien algunas son de pequeño formato, en respuesta a seguir el discurso más que la obra rotunda o espectacular de los artistas. Alguna pequeña objeción como la suciedad o falta de restauración de una obra de Espinosa, algo que choca en un arte en el que lo impoluto se requiere como requisito sine qua non.

En suma, una gran exposición para los que amamos este arte geométrico frío, que resalta el color y la forma por encima de la sensualidad de la naturaleza vegetal, si bien la geometría se encuentra muy visible en las manifestaciones minerales de la naturaleza y late por necesidad en la construcción de las cosas y del arte.




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