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EN EL CORAZON DE LAS GALIAS: LAS VIAS ROMANAS
EN EL CORAZON DE LAS GALIAS: LAS VIAS ROMANAS I
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EN EL CORAZON DE LAS GALIAS: LAS VIAS ROMANAS I
M. DOLORES GALLARDO LÓPEZ
Con el título “Las vías de los romanos” los meses de verano/otoño de 2016 se ha desarrollado un amplio proyecto turístico- cultural que, con viajes a través de testimonios tangibles del pasado romano, permite descubrir un parque arqueológico de dimensiones excepcionales y de una enorme variedad.
Carreteras romanas que -a través de territorios que hoy pertenecen a Bélgica, Luxemburgo y Alemania- comunicaban los entre sí las grandes metrópolis de la época
En el proyecto se incluían/incluyen -pueden ser visitados en cualquier momento- no menos de 80 (ochenta) lugares que muestran una colonización intensa, una extraordinaria prosperidad y, en bastantes ocasiones, un modo de vida refinado.
Complementando el proyecto, tres grandes exposiciones han tenido lugar este verano/otoño de 2016:
“Nerón, emperador, artista y tirano” exhibida paralelamente en tres museos de Tréveris (sobre ella versó un artículo del pasado trimestre); ”Inspiración en la Antigüedad: Eugene von Boch y la arqueología del siglo XIX” en el Museo de Historia Antigua de Sarrebruck , esta exposición no sólo mostraba el patrimonio arqueológico del industrial Eugene von Boch, apasionado de la arqueología, sino también préstamos de los museos de Berlín, Tréveris, Bonn y Luxemburgo y muy en especial el grandioso busto de mármol del Zeus de Otricoli, del museo del Vaticano, que por primera vez se podía ver en Alemania. Estas dos exposiciones ya han cerrado sus puertas en el momento en que escribo estas líneas.
La tercera, “Cristal antiguo y moderno”, muestra desde el 22 de octubre piezas de la antigüedad fabricadas en cristal, encontradas en la región de Sarre. Piezas que, hasta ahora, nunca habían sido mostradas al público. A la vez se exponen objetos diseñados por estudiantes de Artes Plásticas que muestras las sorprendentes posibilidades formales que hoy día tiene el vidrio. Será posible visitarla hasta el 15 de enero de 2017.
Gran parte de las rutas discurren en las cercanías del río Mosela (nace en Francia en el macizo de los Vosgos), que recorre hermosísimos parajes y no menos bellas ciudades entre las que destacan: Trier -nombre actual de la imperial Tréveris- y, al final de los 560 km de recorrido del río, antes de verter sus aguas en el Rin, la hermosa Coblenza.
La historia de los romanos junto al río Mosela se inició cuando en el año 56 a.C. Julio César atacó el país de los tréveres.
En las orillas del Mosela los romanos hicieron florecer, entre otros lugares, a Tréveris, Augusta Treverorum, que en los últimos siglos del Imperio se convirtió centro administrativo del occidente romano y en residencia de los emperadores. Funciones que conservó hasta finales del S. IV. Jamás la ciudad ha tenido un apogeo y una importancia tan grande como la tuvo en los últimos siglos del Imperio. Actualmente pertenece a región alemana de Renania-Palatinado y es una bellísima y acogedora ciudad.
Sobre el río Rin los romanos se establecieron en Bonna (Bonn) y en Colonia Agripina (Colonia).
El Rin fue la frontera que separó durante mucho tiempo el territorio del Imperio de los pueblos germanos de la zona.
Con la llegada de los romanos se inició la romanización de los territorios galos y poco a poco desapareció la primitiva cultura celta.
El fértil valle que recorre el río Mosela dio vida a ricos y abundantes viñedos. Ya Ausonio (Décimo Magno Ausonio, Burdeos 310/Burdeos 395), uno de los últimos grandes poetas del mundo romano -además de rétor, maestro del emperador Graciano y político que incluso alcanzó el rango de cónsul- en su precioso poema titulado Mosella describe los parajes que recorre el río y alababa los excelentes vinos que se producían en la zona.
Sin embargo, aunque la importancia viticultora de la zona era algo sabido, dado que ha continuado en el tiempo la excelencia de esos viñedos, hasta hace poco no había convincentes testimonios arqueológicos de época romana. Sólo algunos testimonios de monumentos en piedra, como el relieve funerario de Neumagen que muestra un barco lleno de toneles, hablaban de ese pasado romano viticultor.
Todo cambió a partir de 1976 cuando se descubrió cerca de Kinheim un relieve de Sucellus, divinidad galo-romana protectora de los vinateros y toneleros romanos de la zona del Mosela.
En la actualidad, además del testimonio literario, hay testimonios arqueológicos suficientes sobre los viñedos en época romana.
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Hoy día, a tres kilómetro de Augusta Treverorum (Tréveris/Trier), donde vivieron emperadores romanos, está Luxemburgo, en el corazón de Europa.
Al sudeste de Luxemburgo, en Schengen -pequeña localidad a orillas del río Mosela, viticultora como no podía ser menos, y cercana al punto donde se unen las fronteras de Francia, Luxemburgo y Alemania- se firmó el 14 de junio de 1985 el conocido Tratado Schengen, que suprimió las fronteras entre diversos países europeos y que hoy, como antaño, nos hizo nuevamente sentirnos partícipes de una misma y única comunidad.
Quienes quieran información estas “Vías de los romanos” y las diversas etapas e itinerarios pueden entrar en:
www.strassen-der-roemer-eu
Así mismo recomiendo:
La Moselle, de Trèves à Coblence, Shoning Verlag, 4º ed.
Trèves. 2000 ans d´ histoire de la ville. Ed. R. Günter Verlag. Obra coral dirigida por Klaus-Peter Goether, textos de profesores de la Universidad de la Universidad de Tréveris.
VIAS ROMANAS: COLUMNAS FUNERARIAS
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VIAS ROMANAS: COLUMNAS FUNERARIAS
M. DOLORES GALLARDO LÓPEZ
Bajo este epígrafe v amos a presentar dos excepcionales monumentos funerarios. Ellos solos bien valen una visita al lugar donde se pueden contemplar.
LA COLUMNA DE L MUSEO ROMANO GERMÁNICO
A las maravillas que encierra este museo, al que dedicamos un artículo en trimestre anterior, hay que añadir un magnífico monumento funerario: la columna que se encuentra en este Museo.
Este monumento funerario de un soldado veterano llamado Lucio Poblicio fue construido en torno al año 40 de nuestra era. Tiene 15 metros de altura.
Encontrada en 1965 en la propia Colonia, fue reconstruida en la sala principal del museo. Incluso puede verse desde el exterior, a través de cristales.
LA COLUMNA DE IGEL
Aún más espectacular y grandiosa que la columna del Museo Romano Germánico de Colonia es la columna de la localidad de Igel.
Igel es un pueblecito muy cercano a Tréveris (Renania-Palatinado), en la orilla izquierda del río Mosela. Debe su fama a que en él se haya la “Columna de Igel”, excepcional monumento funerario del siglo III d.C.
Los propietarios ricos con frecuencia residían en fincas fuera de la ciudad, en magnificas villas, dotadas de todo tipo de comodidades. En las cercanías de Tréveris es posible visitar varias.
A finales del siglo III de nuestra la rica familia de los Secundinos se hizo erigir un monumento funerario cerca de su villa. La columna de Igel fue construida por encargo de los hermanos Lucius Secundinius Aventinus y Lucius Secundinius Securus.
La columna mide 23 (veintitrés) metros de altura y está magníficamente decorada con escenas mitológicas y también escenas de comercio, que debió ser la fuente de riqueza de la familia.
En 1986 fue incluida en el Patrimonio de Humanidad de la Unesco, en el apartado de monumentos romanos, junto con otros monumentos de la ciudad de Tréveris.
La columna, que estaba bastante deteriorada, acaba de ser restaurada.
En la actualidad luce magnífica e impresionante.
En resumen: si se acerca a Tréveris, reserve tiempo para recorrer unos cuantos kilómetros y contemplar esta maravilla. Agradecerá el consejo.
SAN ANDRÉS DE COLONIA
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SAN ANDRÉS DE COLONIA
M. DOLORES GALLARDO LÓPEZ
Con festejos varios se ha celebrado este año de 2016 el 800 aniversario de la fundación de la Orden de los Padres dominicos, creada por Santo Domingo de Guzmán.
También se ha celebrado en la ciudad de Colonia, en el bello marco de la iglesia de S. Andrés, una de las doce iglesias románicas de la ciudad. En su cripta está el sepulcro de S. Alberto Magno.
Los dominicos llegaron a Colonia en 1221, pocos años después de la fundación dela Orden. El convento, importante centro de estudios de la Orden, estaba cerca de la actual iglesia de S. Andrés.
S. Andrés es una joya arquitectónica. También lo es por su contenido.
La construcción de la iglesia conventual de los canónigos fue iniciada por el arzobispo Bruno, hermano del emperador Otto I en la segunda mitad del X. Era de estilo románico temprano.
Sin embargo en torno al 1200 se inició la construcción de una nueva iglesia, esta vez en estilo románico tardío.
Durante la ocupación napoleónica de Colonia (1799-1802) se destruyó el convento (1799) y después la iglesia (1802).
Reconstruida, en la actualidad S. Andrés es una de las doce iglesias románicas con las que cuenta Colonia. El actual vestíbulo de entrada era parte del antiguo claustro conventual.
En la actualidad los dominicos, llamados en 1947 por cardenal Fring, están a cargo de la iglesia.
No pretendo escribir la historia de esta iglesia, sino dar a conocer al lector algunas de las joyas que encierra.
LA CRIPTA
En la cripta actual se encuentran alguno de los elementos más antiguos de la iglesia, como los resto de una cripta más antigua.
La actual cripta fue tapada en el siglo XV y redescubierta en 1953. Fue remodelada al estilo de esos años cincuenta.
Un sarcófago romano del siglo III a. C. contiene los restos de S. Alberto Magno (1200- 1280), que vivió, enseñó y murió en Colonia.
El 15 de noviembre de 1980 el Papa Juan Pablo II, en su primera peregrinación oficial a Alemania visitó los restos del santo, a los 700 años de su muerte. Esta circunstancia se conmemora en una inscripción ubicada en la pared de la cripta junto al sarcófago del santo.
LA IGLESIA
Entre los elementos dignos de mencionar mencionaremos:
La imagen de la Virgen del Rosario. Es una de las primeras imágenes que existen de la Virgen portando el rosario. Fue hecha en Colonia en 1474 y estuvo en el desaparecido convento de los dominicos. Actualmente se encuentra en la iglesia de S. Andrés, en el pilar derecho del cruce de las naves.
La Piedad. De primeros del s. XIV. También procede del desaparecido convento de los dominicos.
El relicario de los hermanos Macabeos. Realizado por Peter Haneman entre 1520 y 1527. Muestra escenas paralelas del martirio de los siete hermanos Macabeos y de la pasión de Cristo. También de la glorificación de los hermanos mártires, de Cristo y la Virgen.
El relicario de los apóstoles. Contiene reliquias de S. Andrés.
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