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Crítica literaria

 

Un andar solitario entre la gente

Un andar solitario entre la gente Antonio Muñoz Molina Seix Barral. Barcelona, 2018. 496 pp

Un andar solitario entre la gente
Antonio Muñoz Molina
Seix Barral. Barcelona, 2018. 496 pp

Una antinovela de Antonio Muñoz Molina que intenta reflejar la caótica y vertiginosa sociedad actual en forma de collage, recortando y pegando cosas.

Un paseante solitario que quiere transcribir todo lo que ve y oye, a modo de los grandes paseantes de la literatura universal.

Ana Alejandre


En su última novela, Antonio Muñoz Molina, hace un ejercicio de indagación retrospectiva, en el que incardina el contraste entre el narrador solitario y el mundo urbano, ruidoso y caótico en el que vive y al que observa, define, e intenta comprender y aprehender en todo su significado, sin encontrar más límites que la fugacidad de los textos que forman una especie de collage, recortando y pegando cosas, textos fragmentarios que conforman esta especie de antinovela sin argumento, ni diálogos, hecha de retazos, cuyas diferentes secciones, a modo de parágrafos, comienzan con frases que están inspirados en la propia inmediatez reflejada en los medios.

En ocasiones, aparecen fragmentos del collage que Muñoz Molina fue elaborando mientras duró la creación de esta obra, como generosa exposición de todos los detalles, momentos y materiales que ha utilizado para conformar la voz narrativa de esta novela , en la que se advierte con nitidez resonancias de lo que la tradición modernista anglosajona define como modo epigonal, en la importancia que da al uso del propio collage que conforma el libro y en la urgencia que de esta forma fragmentaria deviene.

El narrador es un paseante que camina por ciudades como Madrid, Nueva York, París o Lisboa y escribe siempre a lápiz. En ese escenario urbano va transcribiendo conversaciones callejeras, recrea y fantasea con nombres de escritores y pasajes literarios sobre la idea de ciudad; o bien, fabula encuentros con un personaje imaginario que le estimula a imaginar el mejor poema posible que simbolizara el presente, al que define como una mera suma de detritos.

Un andar solitario entre la gente es la historia de un caminante que escribe siempre a lápiz, recortando y pegando cosas, recogiendo papeles en su andar callejero, siguiendo el camino iniciado por los escritores que practicaron el arte del collage, la basura y el reciclaje —como Diane Arbus o Dubuffet—, y, también, la de los más insignes caminantes urbanos de la literatura: de Quincey, Baudelaire, Poe, Joyce, Walter Benjamin, Melville, Lorca o Whitman.

De forma similar a la de Poeta en Nueva York, de García Lorca, la narración de esta novela aúna la aceptación de lo bueno de la sociedad y la crítica del papel preponderante del capitalismo que lo fagocita todo y lo convierte en mercancía y basura inmediata; mientras alaba la belleza que ofrece el paisaje urbano en sus múltiples facetas, sin olvidar la visión ecológica que representa el continuo reciclaje de los desechos en materia que genera nuevos bienes y también propicia el arte fugaz que nos invade.

Sin embargo, esta obra, a pesar de sus múltiples destellos de belleza que nos ofrece, muestra que el narrador en ella va agotándose en su intento de ofrecer una visión del mundo que le ha tocado vivir sin llegar a conseguirlo del todo. La excelente prosa de Muñoz Molina necesita ese tiempo narrativo más lento y pausado, como sucede con el buen vino que no se puede beber de un trago apresurado, sino sorbo a sorbo, Su escritura refleja el deseo de ver y oírlo todo, en ese remolino contínuo de estímulos de la sociedad moderna, en un intento de comprensión total de un mundo demasiado rápido y fugaz. Pero, aunque su mirada y oído procesan rápido las imágenes y sonidos de la ciudad, su prosa avanza más pausadamente que cambia esa alocada colmena humana en la que se encuentra en cada momento, porque las palabras tienen un ritmo menos vertiginoso que el de las imágenes, sonidos, luces y demás estímulos sensoriales. Por ello, cuando intenta escribir sobre aquellos, a pesar de que lo haga brevemente, en frases cortas y medidas, ya han irrumpido otros muchos que sustituyen a los primeros.

La fragmentación del collage y la inmediatez que ello representa con la que intenta plasmar la fugacidad del mundo actual, sumido en la vorágine de los medios audiovisuales y la velocidad creciente, no es suficiente para aprehender, en esta multiplicidad de miradas fragmentarias, la complejidad del mundo en el que vivimos, en el que el tiempo ya es un caballo desbocado y azuzado por la catarata de información, de datos, de noticias, de novedades, de señuelos consumistas que convierten el día a día del ciudadano en un carrusel, en una montaña rusa en la que la velocidad va en aumento. Es esa carrera desenfrenada en forma de estímulos, la que va creando, sosteniendo y aumentando constantemente la tensión, la expectación y el temor, unidos al deseo de disfrute de ese ciudadano, los que se convierten en el combustible que mueve el gigante caleidoscopio que gira y gira sin descanso para ofrecer cada vez más imágenes coloristas, más sonidos estridentes, más ofertas que estimulan los deseos del consumidor, del ciudadano, atrapado entre su insatisfacción creciente de no poder conseguir tantos anhelos nacidos de la continua oferta, y la necesidad imperiosa de gratificación, de goce de esos bienes ofertados en un continuo bombardeo publicitario.

Esta obra, pues, va sumando página a página, la colección de experiencias callejeras, reclamos, anuncios, y voces anónimas que van contando fragmentariamente esbozos de vidas ajenas, aumentando así el catálogo de experiencias del caminante solitario, pero sin que se haga preguntas del porqué de las cosas, y del motivo de esta vida acelerada, del vértigo de la sociedad moderna y del derrotero que tomará y hasta dónde nos llevará este loco vivir, inmersos en un mundo que, en vez de apretar el freno cuesta abajo, va pisando a fondo el acelerador que nos puede llevar a todos al abismo.

Una obra, pues que ofrece la mejor prosa de Muñoz Molina, pero puesta al servicio de una panorámica del mundo actual que excede en velocidad, inmediatez y caos a la depurada y excelente escritura de un autor que está llamado a más altos y sosegados proyectos literarios.

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Un andar solitario entre la gente, Antonio Muñoz Molina, Seix Barral. Barcelona, 2018. 496 pp

 

El sendero de los enebrales

El sendero de los enebrales Ramón Villegas Sabio El Ojo de Alejandría, 2017, 283 pp.

El sendero de los enebrales
Ramón Villegas Sabio
El Ojo de Alejandría, 2017, 283 pp.

El sendero de los enebrales, opera prima, de su autor, que ofrece una versión muy personal del género negro, cargada de humor, sexo, amor y misterio, .
Novela en la que el autor ha intentado romper todos los moldes típicos de este tipo de narrativa que suele adolecer de cierto encasillamiento y limitaciones.

Ana Alejandre

Esta novela ofrece una narración llena de guiños al lector que se encuentra ante una trama de suspense, pero dotada de un humor soterrado e irónico detrás del que se parapeta su protagonista, Pablo Roberto, que tiene la curiosa profesión de actor porno, reconvertido en director de ese subgénero cinematográfico. Cae simpático al lector por su actitud de estar perdido en un mundo que le parece inescrutable, a pesar de su peculiar profesión que parece no haberle quitado cierta ingenuidad. El autor quiere querer demostrar que suspense y humor no están reñidos, sino unidos en la propia realidad por hilos sutiles.

Ello da pie a ciertos giros cómicos en forma de frases que se intercalan en la narración, especialmente cuando el protagonista rememora sus películas que tienen todas títulos que despiertan la carcajada al lector por sus connotaciones sexuales que son ineludibles, y en otras situaciones que tienen una evidente carga irónica y crítica de la sociedad.

El narrador es el propio protagonista que va contando en primera persona el discurrir de los días desde que se encuentra inmerso en una situación inesperada e inquietante, después del aparente suicidio de uno de sus amigos, cuya muerte abre una serie de extrañas incógnitas que ninguno de los miembros del grupo de amigos sabe descifrar.

A pesar de sentirse en el ojo del huracán, especialmente desde que sucede otro hecho luctuoso protagonizado por otro miembro de dicho grupo, y de estar siendo objeto de las investigaciones policiales, no por ello, deja de utilizar la objetividad y cierta fría asepsia emocional que lo separa de cuanto lo rodea, para tratar, por sus propios medios, de dilucidar las extrañas circunstancias que rodean al caso del suicidio de Hilario -así se llamaba el fallecido-, y de las misteriosas e indescifrables notas dejadas por aquel.

La ciudad de Sevilla es el escenario espacial donde transcurre la acción, pero es una ciudad despojada de su tipismo folclorista y de todos los tópicos que se asocian a aquel, y ofrece una imagen distinta, más acentuados sus claroscuros de una ciudad cargada de arte e historia. El misterio de la ciudad se ve aumentada por la oscuridad de las noches invernales -casi todos los momentos narrativos transcurren de noche, lo que puede hacer suponer una evidente condición noctámbula del escritor-, por el manto encubridor de la lluvia y por esa pátina de infinita y húmeda tristeza que parece desprenderse del Guadalquivir que rodea la ciudad con su serpenteante discurrir.

El plano temporal se ajusta al discurrir lineal del tiempo, sin saltos temporales, lo que es acostumbrado en el llamado género negro que presenta una directa e indudable relación con la novela realista, ya en declive, de la que ha heredado otras características: descripciones de personas y lugares; mucha importancia de los diálogos en el transcurso de la novela como recurso narrativo, y la objetividad del narrador que va contando los sucesos con cierta frialdad y si inmiscuirse en ellos. Todas esctas características las ofrece esta obra en la que el narrador, aún hablando en primera persona, parece estar alejado de lo que le ocurre y del entorno en el que suceden los hechos. Asiste más como un espectador que como un personaje implicado directamente en la trama por su frío alejamiento emocional.

Esta novela, muestra cierta capacidad narrativa de su autor, pero adolece, como toda primera obra, de ciertos fallos en la escritura, en un deseo de utilizar un lenguaje extremadamente “literario” que, unas veces, sobrepasa la intención del autor en su uso, o es inadecuado en su sintaxis, por reiteraciones, incongruencias, redundancias, contradicciones evidentes, cierto melodramatismo en algunas frases, etc., que sorprenden al lector y, en ocasiones, le despiertan una sonrisa, porque en toda la novela subyace la pulsión narrativa de Ramón Villegas que muestra su genuina vocación de escritor y su búsqueda de un lenguaje personal y un estilo propio que aún está construyendo .y que, como toda forma de expresión artística, lleva un largo tiempo para su total maduración.

Se advierte en este escritor un camino previo hecho en la poesía, en el relato corto, aunque no haya publicado anteriormente. Su narrativa denota muchas horas de aprendizaje en el difícil camino de la expresión literaria, una cierta experiencia en la escritura que viene de esas primeras incursiones en otros géneros literarios de quien se ha decantado después hacia la novela, donde nos muestra todo un andamiaje de giros propios, de algo sutil que subyace en el fondo de la historia -no hay que olvidar que toda trama novelística es una metáfora a través de la que el escritor pueda ofrecer una visión del mundo y de sus criaturas, limitándola a una pequeña parcela espacio-temporal de ese gran todo que es la realidad-; y es en ese algo indefinido que se advierte donde flota, en muchas ocasiones, y sube a la superficie de la novela, aunque su origen es algo que está por debajo de la narración, y que no es otra que una cierta tristeza, una visión desengañada de la vida, de la sociedad, y todo ello parece traslucir un cierto pesimismo que va más allá del propio protagonista y sus avatares.

El sendero de los enebrales es una novela de este autor que parece demostrar que no quiere escribir novelas del género negro al uso, con policías o detectives protagonistas como fue el caso de los famosos detectives Sherlock Holmes, de Conan Doyle, o Hércules Poirot de Agatha Christie. Al igual que, en la litratura negra o policial actual, aparecen personajes directamente relacionados con la medicina legal, como es el caso de los forenses Quircke, creado por Benjamin Black, heterónimo del gran escritor John Banville, o el de Kay Scarpetta, de Patricia Conrwell. Sin olvidar al policía Patrick Hedström, de Camila Läckberg. Y en España, tenemos al sargento Bevilacqua, personaje de Lorenzo Silva; y al detective Pepe Carvalho, del desaparecido Vázquez Montalbán, por citar solo unos cuantos para no hacer demasiado extensiva esta relación.

Como muchos otros autores que cultivan este tipo de narrativa, Ramón Villega Sabio se acerca a otra visión de dicho género literario, en la que se trasluce su idea de que todos los seres humanos, cualquiera que sea su profesión, edad y condición, puede verse enredado en un caso criminal o, cuando menos, en el que la policía tiene que intervenir para descifrar el misterio que envuelve una muerte, una desaparición, una estafa o cualquier otro hecho que parece bordear la ley. Pero siempre matizada la narración de un humor constante, ingenuo a veces y, en otras, corrosivo. Quizás, se aprecia la influencia, de la óptica narrativa de Eduardo Mendoza, que escribe también el género policíaco, pero siempre bajo un humor constante, satírico y hasta esperpéntico, pero siempre crítico, alejado de los planteamientos tópicos de este género con su personaje, el detective “sin nombre”, que inició en su novela El misterio de la cripta embrujada, la que, según su propio autor, al escribirla se divirtió como nunca lo había hecho antes, lo que da prueba de la hilaridad que ofrece dicha novela con tintes góticos, policiacos y de misterio.

Su propia profesión de abogado ejerciente le da a Villegas Sabio, suficiente experiencia para tratar ese tipo de argumentos narrativos en los que el núcleo gordiano, el hecho del que arranca la trama, presenta matices sospechosos de criminalidad, lo que es el elemento de toda novela del género negro. Para ello, utiliza un lenguaje directo, una visión objetiva del caso a narrar, un distanciamiento de lo que sucede, aunque se sepa el propio protagonista narrador parte integrante del misterio, como se advierte en esta novela. Por esto, se evidencia un deseo de ofrecer una visión desapasionada de lo narrado, más como la de un notario o periodista que ve y da testimonio de lo acaecido que como un implicado en ello, lo que consigue al no tratar de ponerse en el lugar “de”, sino en el “otro lado” como mero observador. Quizás, por ello, su protagonista ofrece cierta opacidad, una evidente dificultad para manifestar sus emociones, para expresarlas y sentirse parte integrante de lo que sucede a su alrededor, si no es por fuerza mayor que le obligue a ello.

El humor como coartada, como burla de una realidad que sobrepasa al protagonista de la novela -y a todos los protagonistas de sus propias vidas que son los seres humanos que se sienten, muchas veces, aplastados por unas circunstancias adversas-, y el desapasionamiento en la construcción del personaje narrador y protagonista, evidencian que este autor escribe sin querer pasar ciertos límites expresivos, en una búsqueda de comedimiento, de mantener las riendas de una narración aséptica que le impida exponer más de sí mismo de lo que desea mostrar, de lo que le conviene como autor, y de lo que, por ser de su propia naturaleza o experiencia personal, quiere mantener a salvo de miradas curiosas.

Decía Kafka que “Todo libro es una expedición en busca de la verdad”. En esta novela hay dos búsquedas interesantes: la primera, la búsqueda de la solución del misterio que ofrece la narración. La segunda, y más importante, la búsqueda que hace el autor de su propia voz como novelista. El primer misterio se resuelve satisfactoriamente; aunque la segunda búsqueda aún la está iniciando y ha elegido bien el camino que le llevará a la meta con trabajo, tesón y mucha, mucha pasión, esa que esconde ahora bajo esta obra que muestra que en Villegas Sabio hay un escritor que acaba de iniciar, con algún que otro tropezón, el largo camino que le espera lleno de dificultades, de esfuerzo, de constancia y de voluntad, pero en el que podrá perfilar su propio y personal estilo que ahora se muestra tímidamente, pero con firmeza, en El Camino de los enebrales

lInteresante novela, por lo amena y divertida, es esta que mantiene el suspense hasta el final, sin que el lector pierda el interés en ningún momento y, además, ofrece momentos de risas, misterio, amor y sexo, pero sin escabrosidades innecesarias y gratuitas -tan abundante en la mala literatura de hoy y siempre-, porque en todo ello flota el humor que parece atenuar los perfiles, aumentar los contrastes y matiza esa ambigüedad que ofrece el hecho de no saber nunca el suelo que se pisa, como es el caso de Pablo Roberto, su protagonista.

Ningún escritor debe olvidar nunca, cuando busca su voz propia, lo que dijo Samuel Beckett: “Las palabras son todo lo que tenemos”. Y, es con ese material único que tenemos, las palabras, todo escritor tiene/tenemos que trabajar incansablemente, engarzarlas como un orfebre hasta conseguir el máximo esplendor, la mayor pureza, la mejor expresión de la idea creadora; y con todo esto tiene que reescribir el mundo, descifrar su misterio y buscar la verdad de ese mundo de ficción -trasunto del verdadero-, que nos ofrece la clave de la vida real. Esa verdad, es la suya propia de escritor, que es siempre la nuestra, la de todos los seres humanos que habitamos el mundo real, lo disfrutamos y padecemos y, muchas veces, lo destruimos y, con ello, a nosotros mismos. Escribir es siempre ofrecer un reflejo de la realidad a la que la escritura aumenta o deforma, en ocasiones, pero cuando en una obra de ficción nos reencontramos y reconocemos, cuando sucede esa magia, es porque estamos leyendo buena literatura.

Ramón Villegas Sabio ha recreado un mundo de ficción que recuerda, nos recuerda al mundo real, en lo bueno y en lo malo, sobre todo en esto último. Eso es un acierto y un logro. Ese es el camino inicial. Lo demás depende de su voluntad y pericia, tesón y constancia. Le deseamos lo mejor en este largo, larguísimo camino.que es el que tiene que transitar todo autor para encontrar su propia voz, la que le expresa y en la que se reencuentra, y con la que construye su personal mundo literario que no es otro que su propia visión del mundo real en la clave y en el registro que haya elegido y que siempre conforma su propio y personal lenguaje literario.
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El sendero de los enebrales, Ramón Villegas Sabio, El Ojo de Alejandría, 2017, 283 pp.

 

 

En defensa de España: desmontando mitos y....

En defensa de España: desmontando mitos y leyendas negras Stanley G. Payne Premio Espasa 2017 Espasa, 2018, 312 pp.

En defensa de España: desmontando mitos y leyendas negras
Stanley G. Payne
Premio Espasa 2017
Espasa, 2018, 312 pp.

Una obra fundamental de uno de los más insignes hispanistas del mundo, que descubre las mentiras que ennegrecen la verdadera y fascinante historia de España. Una historia sin igual en todo Occidente.

Ana Alejandre

Obra imprescindible y esclarecedora de la verdadera historia de España, una vez despojada de todas las mentiras, fabulaciones y leyendas negras que se han ido tejiendo a lo largo de los siglos para empañar su imagen y ocultar la verdadera historia de nuestro país, que es la más singular y exótica del mundo occidental y la más amplia y rica, tanto en su extensión cronológica como geográfica, y poseedora de unas características y diferencias sustanciales con cualquiera otra historia del ámbito europeo en las diferentes épocas.

El autor de esta obra, hispanista e historiador norteamericano, es doctor en Historia por la Universidad de Columbia y profesor emérito de Historia en la Universidad de Wisconsin-Madison, donde ostenta la cátedra Hilldale-Jaume Vicens Vives. Miembro de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias, ha sido codirector del Journal of Contemporary History. Desde 1987 es académico de la Real Academia Española de la Historia. Publica asiduamente en ABC y El Mundo. Es autor de una veintena de libros sobre la historia de España y de Europa contemporánea.

Payne afirma, en una reciente entrevista, que "España es el único país occidental, y probablemente del mundo, en el que una parte considerable de sus escritores, políticos y activistas niegan la existencia misma del país, declarando que la nación española sencillamente no existe". Lo que viene a decir que los mayores enemigos de la verdadera historia de España los tenemos en nuestro país y no vienen de fuera. Por ser muy cercanos, son especialmente peligrosos como han demostrado los recientes acontecimientos en Cataluña, en el afán secesionista de los que afirman que Cataluña no forma parte de España, negando implícitamente su propia existencia como tal país.

Esta obra está escrita y organizada en un desarrollo cronológico que explica la evolución del país y hace un pormenorizado análisis de los mitos, leyendas tópicos y estereotipos que se han ido acumulando a lo largo de los siglos en su definición, explicación y comprensión de España como tal nación, dando resultado a una imagen totalmente distorsionada de nuestra historia.

Obra amena en su exposición, escrita en un lenguaje claro y sencillo que la hace apta para todo tipo de lectores, ya que es una obra divulgativa, sin perder el rigor expositivo, la exhaustiva bibliografía y los vastos conocimientos de este prestigioso hispanista que ofrece una visión sensata, objetiva, documentada y basada en hechos probados que demuestra las grande mentiras, mitos y leyendas negras que han pesado, y aún lo hacen en la actualidad, sobre la imagen de España, fomentada desde dentro de nuestro país y propagada por otros países enemigos históricos de todo lo español.

Es indudable que la historia de España se ha ido deformando, a lo largo de los siglos, según conceptos controvertidos y falsos que servían a formar la llamada “leyenda negra” española. Se le denominaba Reino bárbaro decadente, paraíso multicultural, conquista oriental, Reconquista, guerra divina, Inquisición, monarquía paneuropea, primer imperio mundial, decadencia profunda, leyenda negra, país insurreccional que reclama su independencia, cultura romántica por excelencia, sociedad convulsa y/o revolucionaria, cultura romántica por excelencia, democracia militante antifascista, país fascista retrógrado, pionera democracia de consenso y así infinidad de términos contradictorios, tópicos genuinamente falsos, pero muchos de ellos se refieren a procesos históricos o logros muy complejos que necesitan profundas matizaciones para su más exacta comprensión.

Naturalmente, esta obra es una versión de la Historia de España, la que siempre es motivo de debate y controversia. Habrá muchos que negarán las evidencias aportadas por su autor, experto en historia española, especialmente los que por su ideología “progresista”, niegan las evidencias históricas a su conveniencia para hacer de nuestra historia un medio para seguir propalando falacias, mentiras y tópicos que favorecen a sus intereses partidistas. No es de extrañar, por ello, lo que afirma Payne en la entrevista antes mencionada.

No hay que olvidar que los más peligrosos enemigos de un país, de su historia y de su pueblo, son siempre quienes, desde dentro como el caballo de Troya, intenta aniquilar la verdad histórica, las raíces culturales de un pueblo y todo aquello que puede unirlo, negando la noción de patria, de pertenencia a un mismo país y de lealtad hacia lo que ello representa. Así intentan matar el sentido patriótico y de unión entre los españoles, haciendo verdad el dicho que afirma “divide y vencerás”. Saben muy bien, y actúan en consecuencia, que a un pueblo como a un árbol cuando se le mata las raíces, muere.

Este libro es de muy recomendable lectura para todos aquellos que desconocen la verdad histórica, esa que trata de ocultar, distorsionar y manipular quienes defienden la mal llamada Memoria Histórica, con la que tratan de hacer lo contrario de lo que dicho nombre indica, pues su verdadero fin es destruir la verdad histórica española y sustituirla por otra falacia más al servicio de intereses partidistas contrarios a España y a su verdadera Historia. La verdad que libros como éste tratan de reivindicar defender y mostrar en su realidad incuestionable.

 

Derecho de los Robots VV.AA. Director Moisés Barrio Andrés Walter Kluwer Madrid, 2018, 267 pp.

Derecho de los Robots
VV.AA.
Director Moisés Barrio Andrés
Walter Kluwer
Madrid, 2018, 267 pp.

Una obra jurídica, innovadora, pionera en lengua castellana, que estudia desde diferentes perspectivas: legal, médica, científica y ética, las diversas y complejas cuestiones planteadas por la irrupción de la robótica en la sociedad actual.

Ana Alejandre

Esta obra, dirigida por Moisés Barrio Andrés, y en la que colaboran otros nueve autores: Ana Mª Aransay Alejandre, Elena María Domínguez Peco, Roberto García Portero, Juan García- Prieto Cuesta, Juan Gómez-Riesco Taabernero de Paz, Darío López Rincón ,Esther Puente Pérez, Ángel Manuel Sánchez García, y Mario Segura Alstrúe -cada uno es autor de un capítulo de la decena que compone este libro, todos ellos expertos en diversas disciplinas jurídicas, científicas, médicas y éticas-, viene a tratar de este tema hasta ahora huérfano en España de un análisis riguroso, metodológico y profundo en sus diferentes variantes, pero siempre dentro de la esfera del Derecho.

Derecho de los Robots analiza en profundidad los importantes retos que plantea la robótica que, a través de sus diversas creaciones, los llamados robots, va entrando a formar parte de la sociedad actual de forma imparable, cambiando el mundo en el que vivimos desde la llegada paulatina de esas criaturas autónomas llamadas robots y de las aún más sofisticadas e inmateriales como representa la llamada inteligencia artificial (IA).

El Derecho de los Robots pasara así a formar parte de un corpus legal en el que se vayan perfilando los derechos de estas criaturas robóticas, la naturaleza de las mismas y las obligaciones que sus creadores, diseñadores y fabricantes tienen como tales ante los usuarios.

Todas las diferentes áreas del Derecho, desde el Derecho civil, al Penal, y desde el Derecho del Trabajo al Derecho Financiero y Tributario, con relación a la robótica, están estudiadas, definidas y analizadas en sus páginas, y entran en juego para delimitar el marco jurídico en el que se mueven las creaciones robóticas, según sus clases, modalidades y aplicaciones. Regulación jurídica necesaria para las nuevas necesidades surgidas en este momento en el que los robots , en sus diferentes variedades, están pasando a formar parte de nuestras vidas, de una forma u otra y, por tanto, surgen preguntas y lagunas legales que necesitan las correspondientes respuestas a la luz del Derecho que arbitren las muchas, complejas y variadas situaciones que el uso de los robots puede provocar.

Estudios jurídicos tan innovador como es la obra que sirve de objeto de este comentario son necesarios y de lectura aconsejable para abogados y personas del ámbito jurídico, pero también para aquellos profesionales de la ciencia, tecnología, y demás áreas de diseño, fabricación y aplicación de los robots que necesitan en todo momento saber con certeza cuál es la naturaleza jurídica de dichos artefactos y la todavía escasa regulación jurídica que es necesaria conocer.

El Derecho de los Robots es, pues, la respuesta a muchas preguntas, cuestiones y dudas al respecto y abre el camino a las siguientes leyes dictadas por los diferentes países que vayan creando, en el marco de la UE, el Derecho comunitario al respecto, cuyas primeras recomendaciones se encuentran en la Resolución del Parlamento Europeo, de 16 de febrero de 2017, con recomendaciones destinadas a la Comisión de Derecho Civil sobre Robótica (2015/2103 (INL)).

Obra singular es esta que viene a llenar un vacío conceptual y legal , por lo que servirá de información, aclaración de dudas y compresión de la naturaleza de la robótica y de las implicaciones legales, tecnológicas y éticas que su desarrollo imparable tendrá en la vida de los ciudadanos, pero no en un futuro más o menos lejano, sino en un presente en el que los robots son ya y aún lo serán mucho más importantes y tendrán cada vez más mayor protagonismo en el desarrollo y bienestar humano.

Bienvenida sea esta obra que aúna rigor, amenidad y utilidad para quienes, dentro de sus diferecntes ámbitos profesionales y sin olvidar a los usuarios de los llamados robots, encontrarán respuestas válidas a las dudas y cuestiones planteadas por la incesante irrupción de la robótica que suscita nuevas interrogantes que son ampliamente respondidas, explicadas y fundamentadas en este libro de aconsejable lectura para quienes deseen estar informados de los retos planteados por la tecnología y la ciencia y sus complejidades roboticas.

 

 

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