Ediición nº 18 -Enero/Marzo de 2012

Los Millares y El algar (pulsar en las imágenes)

Los Millares y El Algar

LOS MILLARES Y EL ARGAR

por
Mª Dolores Gallardo López


Dado que en el anterior número de esta revista escribíamos sobre la figura de Luís Siret, en este hablaremos de los dos principales yacimientos que descubrió

Después del Paleolítico y el Neolítico en la historia de la Humanidad comienza la época de los metales que, fundamentalmente, tiene tres etapas:

La Edad del Cobre. III milenio a.C. y perdura hasta inicios el II milenio. A esta época pertenece la Cultura de Los Millares.

La Edad del Bronce en el II milenio a.C., desde el 1.900 a.C. hasta el 1.300 a.C. En el sudeste de España surge la Cultura de El Argar, y en su fase final, en la región de Almería, El Peñón de la Reina en Alboloduy.

La Edad del Hierro que comenzó en Andalucía con la aparición de los colonizadores fenicios en las costas del bajo Almanzora y sobre todo en Adra, que a nivel académico marca tradicionalmente el inicio de la Historia.LA EDAD DEL COBRE O CALCOLÍTICO: LOS MILLARES1.1. El entorno

En Europa y el oriente mediterráneo en el III milenio a.C. se da el llamado Período del cobre.

En este período, dada la escasa resistencia del cobre, la mayoría de los objetos de la vida cotidiana continuaron haciéndose en piedra, mas fácil de conseguir y más resistente; el cobre se reservaba sobretodo para los objetos suntuarios.

Los hombres viven en asentamientos fijos. Grupos emparentados entre sí se reúnen en poblados y, como se observa claramente en la necrópolis de Los Millares, ha comenzado la jerarquización de la población.

Importantísima para el sustento y para satisfacer otras necesidades resulta la caza. Pero la mayor parte de dicho sustento se obtiene de la agricultura y de la cría de animales.

Espacial importancia tienen los enterramientos: son de gran tamaño y complejidad.

El yacimiento más importante del Calcolítico o edad del cobre -no sólo en España sino en Europa- fue el poblado del cerro llamado “Los Millares”, ubicado en Santa Fe de Mondújar a unos 20 Km de Almería. El poblado de Los Millares fue descubierto por Siret en 1891, durante la construcción de la vía férrea. Los trabajos de excavación se iniciaron al año siguiente, en 1892.

Tras un largo período de abandono, en los años 50 los profesores M. Almagro y A. Arribas reanudaron los trabajos. A partir de 1978 continuó las excavaciones el Departamento de Prehistoria de la Universidad de Granada.

El poblado está situado en un promontorio, llamado Los Millares, con una altitud de 270 metros; tiene forma de espolón y está ubicado entre el río Andaráx y la rambla de Huéchar, que desemboca en elpropio río Andaráx. Desde finales del XIX cruza esta rambla el viaducto de Los Millares, por el que pasaba el ferrocarril Linares-Almería; en la actualidad un puente más moderno sirve para paso del tren.

El entorno de Los Millares hoy lo vemos muy árido Sin embargo no siempre fue así, como parecen indicar hallazgos de Los Millares que han permitido reconstruir el medio ambiental de esta zona: la vegetación, dada su cercanía a Alhama (puerta de la Alpujarra) y a la sierra de Gádor, fue en otro tiempo abundante.

Debido a la ubicación que hemos descrito, el poblado permitía una defensa natural fácil. Además se encontraba muy cerca de ricos yacimientos de cobre de la Sierra de Gádor y próximo al mar. Algunos estudiosos sostienen que el río Andaráx era navegable desde el poblado hasta su desembocadura en el mar, muy cerca de la actual ciudad de Almería (dista unos 20 Kms del poblado). Parece que todavía en época histórica, en época romana, el río Andaráx llevaba caudal de agua casi permanentemente. Hoy día no es así: con el río Andaráx, dada su tremenda escasez de agua, se suele hacer en Almería este juego de palabras “ por el río andarás, andarás y no te mojarás”; la rambla de Huechar salvo excepciones, tampoco suele llevar agua.

Los Millares estuvo habitado entre el 2.700 y el 1.800 a.C. En este poblado hubo –como se ha podido demostrar- una metalurgia del cobre muy desarrollada, pero llevada a cabo en hornos muy sencillos, construidos a base de un hoyo realizado en el suelo y rodeado por un pequeño muro construido con piedras y barro. En varias excavaciones han aparecido crisoles para fundir el metal, restos de escorias sobrantes de las fundiciones, así como punzones, leznas y otros objetos metálicos. Hay que tener en cuenta que en esta época la metalurgia, como ha quedado dicho más arriba, no desplazó a la piedra en la fabricación de los objetos más usuales, pues era más barata y más fácil de obtener.

Internacionalmente el poblado de Los Millares está considerado el más importante de los yacimientos europeos de la Edad del Cobre. Su extensión, la complejidad de sus sistemas defensivos -con murallas y bastiones- y lo evolucionado de sus ritos funerarios, no tiene parangón en la Europa de la época.

Además los investigadores consideran la cultura de los Millares fue pionera en la introducción de la metalurgia del cobre en el Mediterráneo occidental.

En resumen, la importancia que alcanzó Los Millares se debió:

a) a su privilegiada ubicación geográficaun altozano entre dos corrientes de agua- con campos fértiles para el cultivo y con abundancia de caza, fundamental para la subsistencia y para satisfacer otras necesidades.

b) a la cercanía de minas de cobre de la Sierra de Gádor y al alto nivel que su manufacturación alcanzó en el poblado.

c) a la cercanía del mar. Los Millares dista a unos de 20 kms de la costa.

La forma de trabajar el cobre que tenían los habitantes de este poblado y a su modo de vida se le llama “Cultura de los Millares” y se extendió a amplias zonas de Andalucía y del levante español; también llegó a Portugal.

En el cerro de Los Millares, poco antes de mediados del en el siglo XX se creó, al lado mismo del poblado prehistórico (que por entonces estaba prácticamante enterrado), de una sub-estación eléctrica -“la Fábrica de la luz” era llamada en actual pueblo de Santa Fe, situado unos dos kilómetros mas abajo- que dio trabajo a bastantes hombres del pueblo y hoy está en desuso. Junto a esta subestación continua existiendo y recibiendo culto una pequeña ermita dedicada a la virgen del Carmen, en la que tradicionalmente, desde hace muchos años, los habitantes del pequeño pueblo se Santa Fe celebran la vigilia de esta Virgen, el 15 de julio. Quien esto escribe ha participado varias veces en ella durante su niñez y adolescencia, pero entonces no sabíamos que estábamos muy cerca de donde vivieron nuestros remotos ancestros. Curiosa muestra de la continuidad en el tiempo del devenir humano.

También indicar que, quienes lo desean, pueden contemplar como un grupo de habitantes de la actual Santa Fe recrea la vida en el poblado de Los Millares en http://www.ojossoles.com/index04.aspx

1.2. La ciudad

Los Millares fue una ciudad con un importante complejo defensivo amurallado, quizá el mayor de su época. Adosadas a las murallas hay cabañas, parece claro que según crecía la población la muralla se ampliaba. La muralla exterior mide unos 400 mts y a intervalos regulares presenta una serie de bastiones, provistos de saeteras.

La mayoría de las viviendas excavadas hasta el momento se encuentran próximas a las líneas de murallas. Todas son de tipo similar: cabañas circulares, de cuatro a siete metros de diámetro, con zócalos de piedra de mampostería, paredes construidas de barro y cañizo y techumbre muy probablemente cónica hecha con ramaje vegetal revestido de barro. En el interior había una sola pieza, no tenía compartimentos. En las cabañas se suelen encontrar restos de hogares para el fuego, objetos domésticos de cerámica y metal y molinos de mano.

En la zona central y más protegida del poblado había una cisterna para acumular el agua que llegaba hasta allí por medio de una acequia que la traía desde unas fuentes ubicadas cerca de Alhama de Almería. Los restos de esta acequia se conservan hoy día.

Tenía dos barbacanas o puertas fortificadas (barbacana: edificación construida en un muro para guardar y defender algún punto donde es más fácil el acceso). La puerta principal del poblado estaba ubicada en el sector central la muralla exterior. Estaba flanqueada por dos grandes bastiones

En los alrededores del poblado había fortines (trece o quizás algunos más), 10 de ellos están actualmente localizados. Estos fortines aparecen situados al borde de la sierra de Gádor y a ambos lados de la rambla de Huéchar. Los fortines servían para proteger y vigilar los campos de cultivo y la canalización del agua, pero además eran centros de molienda y almacenamiento de cereales. La necrópolisAl lado del poblado pero fuera de él, hay restos de una importante necrópolis de más de cien tumbas, mal conservadas.

La necrópolis de Los Millares se encuadra dentro de lo que llamamos megalitismo: ritos funerarios de inhumación colectiva llevada a cabo en el interior de grandes sepulcros o cámaras de piedra –de ahí el término megalítico, derivado del griego- construidas por el hombre. En la Peninsula Ibérica los dos focos más representativos del megalitismo son del sudeste y el occidental o galaico- lusitano.

Las tumbas megalíticas son enterramientos colectivos, en cada tumba se enterraban a los miembros de un mismo clan- es decir un grupo de familias que tiene un antepasado común, un ancestro- con sus ajuares personales: armas, herramientas, adornos, cerámica simbólica, ídolos.

Las tumbas son del tipo llamado tholos oriental: constan de un atrio destinado a la celebración de rituales funerarios, un corredor formado con lajas (piedras planas) de pizarra y nichos laterales y una cámara sepulcral colectiva circular que tiene de tres o cuatro metros de diámetro, zócalo de pizarra y está cubierta por una falsa cúpula. El conjunto se recubre con un túmulo de tierra y piedras. El monumento entero, con las diferentes partes que engloba en su interior, es un espacio arquitectónico bien definido.

Para realizar la falsa cúpula a partir de los muros de la cámara central se van superponiendo lajas de piedra de forma tal que cada hilada de lajas sobresalga un poco de la inmediatamente inferior y así, poco a poco, el espacio se va cerrando completamente.

Toda la estructura se cubre con un túmulo de tierra, que sirve para dar cohesión y actúa como contrapeso. En una de las salas del nuevo y magnífico Museo Arqueológico de Almería pueden apreciarse perfectamente todas estas características.

También se han hallado en las tumbas unos betilos (piedra enhiesta de carácter simbólico-ritual), similares a los que se encuentran en otras zonas megalíticas de la Península Ibérica.

En el interior de las tumbas se han encontrado ricos ajuares que han permitido reconstruir de forma bastante fiel las creencias religiosas y las condiciones materiales y ambientales en que se desarrolló la vida de sus ocupantes.

Entre los objetos encontrados destacan pequeños ídolos de hueso o de piedra decorados, platos y cuencos de cerámica con grabaciones simbólicas y utensilios domésticos de silex o de metal. Todo ello se puede ver en el Museo de Almería. Los ajuares depositados en los monumentos funerarios servirían para ser transferidos junto con el espíritu del muerto a la existencia que le aguarda más allá del paso o tránsito que representa la muerte.

La jerarquización social que existe en la sociedad de Los Millares se refleja claramente en la necrópolis por el lugar donde están ubicadas las tumbas y muy especialmente en la composición de los ajuares.

Las tumbas más importantes se distinguen por la riqueza de su ajuar, en ellas se encontraron objetos realizados con materias primas llegadas del norte de África (cáscara de huevo de avestruz, marfil de colmillos de elefante) y cerámica campaniforme (tipo especial de cerámica que se encuentra en toda Europa en momentos avanzados de la edad del cobre, los objetos están decorados mediante incisiones y tiendennnnnnnnnnn a tener forma acampanada).

Con frecuencia se encuentran en la cultura de Los Millares platos o cuencos con la una decoración de tipo simbólico llamada “ojos-soles”, que sin embargo no es exclusiva de esta zona pues decoraciones semejantes las hallamos en otros lugares del megalitismo hispano, por ejemplo en Galicia -el cuenco tetralobulado dividido en su interior en cuatro compartimentos que se comunican, encontrado en el monumento megalítico de O Buriz (Guitiriz, Lugo)-, en Cataluña y en Portugal (entre otros, el excepcional vaso del tholos del monte do Outeiro, en el Alentejo).

El motivo de los ojos-soles, además de estar muy extendido, se encuentra en distintos soportes: cerámica, placas de pizarra, soporte calcáreo o de hueso. Se trata de un motivo apotropaico, es decir que sirve para apartar o conjurar una fuerza maligna. Ciertamente lo apotropaico no puede desligarse del espacio funerario, es decir de las sepulturas, ni de los ritos asociados a la muerte, entendida como “transito” o paso a otra vida.

A partir del 1.900 a.C. la cultura de los Millares fue sustituida por la de El Argar, ya en la Edad del Bronce.

2.- LA EDAD DEL BRONCE. EL ARGAR

En el II milenio a.C., del año 2000 al 1200 a.C es la época llamada “Bronce medio” en Europa y oriente.

El cobre, como ha quedado dicho, era un material con escasa resistencia. De su combinación con el estaño surgió el bronce, mucho más duro. Este hecho produjo una revolución tecnológica que dio lugar a la aparición de las armas –puñales, espadas, etc-, los escudos y otros instrumentos. En esta época aumentan el desarrollo tecnológico, las relaciones económicas, los patrones urbanísticos y de organización territorial

En esta época la población está jerarquizada y estratificada con notables diferencias de clase y estatus; las armas, escudos, etc. y los adornos metálicos (incluyendo el oro) simbolizan el prestigio y poder de quien los posee.

2.1. El entorno

Los poblados están situados en altozanos y fortificados. Se caracterizan por un urbanismo en terrazas escalonadas, con una acrópolis situada en lo más alto del yacimiento.

La base de la subsistencia es la agricultura de regadío -trigo, cebada, lino para los tejidos y, como importante innovación económica, se generaliza el cultivo de las leguminosas: habas, guisantes, lentejas- y la cría de animales (caballos, ovejas, cabras, cerdo). La caza (ciervo, jabalí, liebre) sigue ocupando un lugar relevante por su importancia para la alimentación y para cubrir otras necesidades.

La etapa del bronce está representada en España por la denominada Cultura de El Argal, que supone la introducción de la cultura del bronce en la península ibérica.

El Argal es un importantísimo yacimiento arqueológico excavado por L. Siret a finales del XIX. Está ubicado en un cerro amesetado, en el margen izquierdo del río Antas. Su descubrimiento fue anterior al de Los Millares.

El Argal se encuentra separado por una pequeña vaguada del yacimiento llamado La Gerundia, ubicado en un cerro cercano. La Gerundia también fue excavada por Siret, la historia de este yacimiento abarca desde el Neolítico al Calcolítico, es decir es de época anterior a la de El Argal.

En la actualidad se cree que la cultura argárica surge como evolución de la cultura que había en el sustrato previo. Sin embargo son patentes fuertes contactos con el Mediterráneo oriental, que se materializaron en aspectos totalmente nuevos en el sustrato anterior.

En la provincia de Almería, además del El Argal, que da nombre a esta cultura, hay numerosos e interesantes yacimientos argáricos como, por ejemplo, el de fuente Álamo (Cuevas de Almanzora), que precisamente sirve de base al Museo Arqueológico de Almería para su magnífica presentación de la sociedad argárica.

La cultura argárica se extendió desde la provincia de Almería a otras zonas del sudeste de la península buscando las ricas zonas mineras, ya las de la zona de Linares (por eso hay muchos poblados de esta época en Jaén) ya las de la región de Murcia.

2.2. Los enterramientos

Un aspecto muy claro que diferencia la sociedad argárica de la de la etapa anterior son los enterramientos: ya no son colectivos, son individuales; no están en necrópolis extramuros, sino ubicados bajo las propias casas, más adelante veremos el motivo.

Este hecho indica claramente que los seres humanos han pasado de una situación social en la que eran determinantes las relaciones de consanguinidad, organizadas en torno a un linaje común, a otro tipo de sociedad en la que lo que domina es la familia nuclear y las relaciones de clase.

Los difuntos se colocan en sepulturas mayoritariamente individuales, en menor medida dobles (frecuentemente uno masculino y otro femenino) y, en pocas ocasiones, triples. Generalmente se ubicaban bajo las casas.

El hecho de que las sepulturas estén relacionadas con las casas y la tendencia a que los sepulcros dobles estén ocupados por un hombre y una mujer, en principio sugiere que ambos sean esposos y la importancia de la familia nuclear en sentido estricto.

Sin embargo actualmente se ha comprobado que en muchos casos hay gran diferencia temporal entre los dos enterramientos en estas sepulturas dobles, así como el hecho de que el enterramiento femenino sea el primero de los dos. Ello sugiere a algunos investigadores que no serían esposos los enterrados allí y abre la posibilidad a interpretar la sociedad argárica como una sociedad matrilineal frente a la interpretación de familia nuclear

El cadáver se deposita en cistas (término derivado del griego κίστη, “cofre” o “caja”), urnas de cerámica o en covachas (cuevecillas artificiales excavadas en la roca) o pequeñas fosas excavadas en la tierra. Una cista está formada por cuatro lajas o piedras planas colocadas verticalmente formando un rectángulo. Sobre ellas solía colocarse horizontalmente otra laja a modo de tapa.

El cadáver era colocado en posición flexionada, generalmente, en decúbito lateral, o en posición sedente con la cabeza orientada hacia el sur o el oeste.

En las tumbas se han encontrado ajuares y restos de alimentos. Los ajuares evidencian diferente riqueza (en algunos hay bastantes objetos de cobre, plata y oro; en otros apenas hay nada, son de gente pobre), es decir reflejan una marcada desigualdad social.

A partir sobre todo de la distribución de los objetos en las necrópolis se ha propuesto que la sociedad argárica estaba estratificada con notables diferencias de clase entre sus miembros.

Los poderosos, la clase social elevada, controlaban gran parte de los recursos económicos y facilitaban al resto de la población los bienes ya elaborados (tejidos, harina, algunos útiles necesarios para trabajo, etc.); también vigilaban las fronteras y hacían intercambios con otros territorios. Era fundamentalmente una clase social aristocrática y guerrera: esta etapa de la humanidad no fue pacífica, así parece indicarlo el gran número de armas halladas en los yacimientos argáricos, y las numerosas obras defensivas en los núcleos de población.

Que los enterramientos individualizados de esta época estén ubicados frecuentemente debajo de las propias casas materializa lo que se ha llamado “ideología de la guerra”. Este hecho fue anotado ya por Enrique y Luis Siret en su obra de 1889, p. 194 “La población debía estar muy agrupada sobre estas colinas en las que no era posible en absoluto establecer necrópolis separadas. Enterrar a sus muertos extramuros era abandonarlos a la profanación del temido enemigo”.

2.3. Caminos de la investigación

Después de la muerte de Louis Siret en 1934, la investigación sobre la sociedad argárica siguió diferentes rumbos. Algunos estudiosos opinaban que la sociedad era igualitaria, otros que había notables desigualdades sociales.

V. Lull revisó sistemáticamente toda la información publicada hasta la década de los 70, aplicó métodos estadísticos para establecer la tipología de los diferentes objetos y con su obra La cultura del Argal. Un modelo para el estudio de las formaciones economico-sociales de la prehistoria, publicada en 1983, marcó un punto de inflexión y, desde el punto de vista marxista, estableció que sociedad argárica estaba fuertemente jerarquizada, que existían notables diferencias de clase y status entre sus miembros.

Hoy día no se duda que las diferencias sociales son un elemento básico en la sociedad argárica. Sin embargo en la actualidad persiste un duro debate acerca de la forma política que adoptó esta sociadad, es decir si había un régimen principesco, eran sociedades de jefaturas o estructuras políticas estatales.

Son muchos los retos sin resolver en esta sociedad.



NOTAS
___________________
Almería fue una de las tres provincias españolas a las que más tarde llegó el ferrocarril. El tramo entre Almería y Guadix se puso en servicio en 1895 con la tracción a vapor y en 1898 se completó el trazado íntegro hasta Linares, buscando la manera de que los minerales llegaran rápido a la costa. En 1911 se puso en marcha el primer tramo electrificado en vía ancha de toda España- el tramo Santa Fe-Gérgal- y uno de los primeros de Europa, aumentando la velocidad y permitiendo el incremento de la carga y el número de trenes. Este 2011, cundo escribo, se está celebrando el centenario.
A.A. Rodríguez Casal “Imagen apotropaica y espacio ritual funerario en el megalitismo gallego (4000-2000 a.C)”, Semata, Ciencias sociais e humanidades, vol. 14, p. 23 y 24. G. Aranda Jiménez, “Nuevos actores para viejos escenarios, la sociedad argárica”, 2009, p.14

Esta obra junto con Die Funde der Südospanichen Bronzezeit aus der Sammlung Siret, 1991 Main am Rhein , Verlag Philpp von Zabern, han sido de gran importancia en los estudios argáricos. Asimismo es interesante la de M. I Martínez Navarrete, Una revisión crítica de la Prehistoria española. La edad del bronce como paradigma, Madrid Siglo XXI, 1989 que evalúa la edad del Bronce en su contexto peninsular y europeo.

G. Aranda Jiménez, o.c., p.2 y ss.

Aclaremos conceptos

La Adoración del Niño, de Fra filippo de Lippi (s. XV)

ACLAREMOS CONCEPTOS

M. Dolores Gallardo López

En los días que acabamos de dejar atrás, como la inmensa mayoría de los lectores, he recibido bastantes felicitaciones: algunas todavía (que sea por mucho tiempo) por cartas manuscritas, a la manera tradicional, con hermosas imágenes; la mayoría por correo electrónico, símbolo de los actuales tiempos.
Las manuscritas, más conservadoras, me deseaban “Felices Fiestas”, “Felices Navidades”, o “Feliz Año Nuevo”. En las enviadas vía electrónica había más variedad: algunas me deseaban “Felices Saturnales” o “Feliz Solsticio”, en la creencia –supongo- de que podían ser felicitaciones equivalentes a las navideñas tradicionales ¿Les ha pasado también?

A las dedicatorias tipo “Felices Saturnales” o “Feliz Solsticio” dedico estas líneas:

Origen de las Navidades
Como explicábamos en el nº 10 de esta revista en el artículo “25 de diciembre” las fiestas que llamamos “Navidades” provienen de la fiesta con la que desde el año 274 d.C., en época del emperador Aureliano, es decir bastante tardíamente, la Religión y el Estado romanos conmemoraba el dies Natalis o día de nacimiento de un dios de procedencia oriental: Sol Invictus.
La elección del 24 de diciembre como dies natalis de Sol Invictus está relacionada con el día del solsticio de invierno. Este hecho, así como los motivos que determinaron a Aureliano a crear esta festividad los encontrará el lector, si desea saberlos, en el mencionado artículo.

Algunos cristianos comenzaron a conmemorar el 25 de diciembre el nacimiento de Jesús de Nazaret. ¿Cómo fue ello posible? Considerando a Jesús equivalente al Sol pero un Sol de Justicia que alumbra el mundo:

"Nos visitará el Sol que nace de lo alto, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz”, leemos Lucas,1,78.
"Sol de Justicia que traerá en sus rayos la salvación”, leemos en Malaquías,4,2.

Se pueden multiplicar los ejemplos. Entendiendo así a Jesús de Nazaret, los cristianos, al igual que sus vecinos, festejaban también el día 25 de diciembre sin quebrantar los cimientos de su fe.
Posteriormente la idea de celebrar el nacimiento Cristo la noche del 24 de diciembre se extendió a toda la iglesia y ha llegado hasta nuestros días, en los cuales seguimos celebrando el 24 de diciembre la Nochebuena o Nacimiento de Niño Jesús.

Las Saturnales
Desde muy antiguo se celebraban en Roma las fiestas llamadas Saturnales por estar dedicadas al dios itálico Saturno. En principio se celebraron entre los días 17-19 de diciembre (luego se alargaron).
Saturno era un antiquísimo dios itálico de carácter agrícola, según muchos estudiosos. Los romanos, cuando adoptaron la Mitología griega, asimilaron su dios Saturno al dios titán Crono de los griegos.

El titán Crono en la Mitología griega era el primitivo dios del Cielo y fue padre de Zeus (que tras rebelarse contra Crono y vencerlo se convirtió en el dios máximo del mundo griego y señor del Olimpo). En honor de Crono o Krono los griegos celebraban las fiestas denominadas Kronia.
Dicho esto se entiende bien que las Saturnales romanas, si bien con sus características propias, fueran una adaptación de las Kronia griegas.

Desde siempre las Saturnales romanas fueron unas fiestas muy bulliciosas y populares: se reunían a comer parientes y amigos; los esclavos gozaban de una libertad inusitada el resto del año e incluso en algunas familias confraternizaban con los dueños.
Los amigos y parientes se enviaban regalos de comida y bebida.
En los banquetes familiares se solían hacer regalos muy diversos, según el bolsillo de cada cual: un atril, un aguamanil, una parrilla para asar, una bufanda, un tinte para el pelo…. o -los pudientes- platos incrustados con oro, copas antiguas, una cama hecha de limonero, una silla de montar, etc. Estos ejemplos no los invento: los estoy tomando del poeta Marcial.
Nuestro compatriota, el poeta Marcial (nacido en Bílbilis, cerca de Calatayud, un 1 de marzo entre los años 30/41 d.C.) escribió dos libritos de dísticos para acompañar los más diversos regalos: Xenia -el libro XIII de sus obra completas- eran dísticos para acompañar regalos de comida y bebida; Apophoreta- el XIV de sus obras- contenía dísticos para acompañar regalos de otro tipo.

Aunque el concepto en el que se sustentan las navidades -como hemos visto más arriba, nada tiene que ver con el de las Saturnales- bastantes tradiciones y costumbres de las Saturnales se han perpetuado en las navidades cristianas.
Pero son fiestas diferentes basadas en conceptos muy diferentes por eso es una majadería sin sentido desear hoy día “Felices Saturnales”, pues el concepto al que esa frase hace referencia ha dejado de existir hace muchos siglos. Todo esto lo explicábamos en el artículo “Tradiciones navideñas” en el nº 10 de esta revista.
Si, por la razón que sea, no queremos desear “Felices Navidades”, digamos “Feliz año nuevo”, pero, ¡por favor!, dejemos en paz las periclitadas Saturnales.

Aprovecho para desear a todos nuestros lectores ¡FELIZ AÑO 2012!

Iconografía y sociedad en el Mediterráneo antiguo.

Iconografía y sociedad en el mediterráneo antiguo. Homenaje a la Profesora Pilar Gónzalez Serrano. Ed. Signifer Libros

por Mª Dolores Gallardo López

La tarde del viernes 18 de noviembre tuvo lugar en Madrid la presentación del libro colectivo Iconografía y sociedad en el mediterráneo antiguo. Homenaje a la Profesora Pilar González Serrano. Ed. Signifer Libros, que tiene a Pilar Fernández Uriel e Isabel Rodríguez López como editoras.

El acto, con lleno hasta la bandera pese a la desapacible y lluviosa tarde madrileña, tuvo lugar en el Salón de actos de la UNED, abarrotado de amigos, ex-alumnos y compañeros de la homenajeada, pertenecientes al mundo académico, había también algunos representantes del arte contemporáneo (entre otros el escultor Juan Moral, la crítica de arte y novelista Julia Saez Angulo, la pintora y profesora de la Facultad de Bellas Artes Catalina Rigo). Fue presidido por la Exma Sr. María J. Peréx Agorreta, Decana de la Facultad de Geografía e Historia de la UNED, que precisamente también fue, en su momento, alumna de la Profesora Pilar González Serrano.
Entre los presentes se hallaban

La Drª González Serrano ha sido profesora de la Universidad Complutense de Madrid surante 47 años en los que su entusiasmo por la labor docente e investigadora la ha llevado a participar y crear múltiples Seminarios.

De ellos sin duda el que más éxito ha tenido y ha perdurado en el tiempo ha sido el Seminario de Iconografía clásica -este año va por la XX edición- que ha sobrevivido a la vida académica de su creadora: la profesora González Serrano se jubiló hace unos años, aunque desde su jubilosa jubilación sigue dedicada a la investigación como prueban las conferencias que imparte, los artículos que aparecen en distintos medios o el último libro que ha publicado, Mitología e Iconografía en el Museo del Prado, que tuvo su presentación pública en lugar tan prestigioso como es Ateneo de Madrid.

Actualmente la Drª Isabel Rodríguez López dirige el Seminario de Iconografía. Precisamente de este seminario ha derivado un curso de enseñanza abierta impartido por el Departamento de Historia antigua de la UNED titulado El poder de la imagen en el mundo antiguo y un encuentro de Iconografía auspiciado conjuntamente por la UNED y la Complutense de Madrid, del cual -a su vez- ha nacido el libro que reseñamos.

Iconografía y sociedad en el mediterráneo antiguo. Homenaje a la Profesora Pilar Gónzalez Serrano es un magnífico libro colectivo en el que se reunen 34 aportaciones realizadas por otros tantos arqueólogos e historiadores del mundo antiguo. Pertenecen al encuentro iconográfico celebrado en abril del 2010.

Estamos ante un elenco de trabajos muy diferentes entre sí –no podía ser de otra manera- pero todos ellos tienen como punto de partida la imagen: a partir de la interpretación de las imágenes se inicia la investigación arqueólogica e histórica de la Antigüedad.
Libro de muy amplio contenido y con artículos que tocan aspectos muy diveros, está dividido en cuatro secciones en la que se incardinan las aportaciones de los 34 estudiosos que intervienen:

1 Oriente, Egipto y Etruria
2 Grecia y el mundo Helenístico
3 Roma y la antigüedad tardía
4 Península Ibérica

La cuidada edición ha corrido a cargo de las Drªs Dña Pilar Fernández Uriel, Profesora de la UNED, y Dña Isabel Rodríguez López. Ambas, al igual que la Decana Facultad de Geografía e Historia de la UNED, que presidía el acto, fueron alumnas de la profesora González Serrano.

Signifer Libros, dirigida por Balbino Perea Yébenes, es una joven editorial dedicada a Monografías y Estudios de la antigüedad griega y romana.

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