Ediición nº 20 Julio/Septiembre de 2012

La civilización del espectáculo, M. Vargas Llosa

La civilización del espectáculo Mario Vargas Llosa Alfaguara Madrid, 2012, 226 págs.

La civilización del espectáculo
Mario Vargas Llosa
Alfaguara
Madrid, 2012, 226 págs.

por Ana Alejandre

Esta nueva obra de Vargas Llosa, un ensayo escrito con todo rigor, sin menoscabo de la amenidad que corresponde a un libro dedicado a todo tipo de lectores, comienza con el pronunciamiento de T.S. Elliot, de 1948, Notes Towards of Definition of Culture en el que el mencionado autor no sólo intenta definir lo qué es cultura, sino que critica la cultura de su tiempo y vaticina su declive progresivo. Vargas Llosa afirma que lo que el propio T.S. Elliot ya anunció ha llegado a cumplirse en nuestro tiempo.

hace un análisis demoledor, pero siempre lúcido, de la sociedad actual a la que denomina al igual que el título de esta obra y que, desde la primera página, seduce al lector, aunque también ha tenido detractores entre algunos pseudo críticos que tienen la mentalidad propia de quienes están magistralmente retratados en la obra de referencia, por seguir a los “popes” del postmodernismo que han propiciado el fenómeno cultural al que Vargas Llosa denosta y que da nombre a esta obra esencial para quien desee conocer cuáles son los párametros culturales de la sociedad actual.

Vargas Llosa hace un detallado análisis de cuáles han sido los factores que han determinado la entronización de esta “civilización del espectáculo”: desde el periodismo, con la inmediatez de noticias que ofrece de forma instantánea y simultánea a los sucesos que relata, en una continuidad apabullante que golpea la retina del espectador en una sucesión continua de imágenes y palabras que aturden y son imposible de retener, haciendo que la noticia en sí sea cada vez menos importante, a pesar de su magnitud en términos de tragedia, porque es sustituida por las sucesivas y simultáneas, en una continua avalancha de proporciones gigantescas; hasta la democratización de la cultura que ha tenido un efecto contrario al deseado, porque en vez de hacer llegar la cultura a todos, sin tener en cuenta la procedencia de clases sociales y económicas, quitando así su detentación a las clases dominantes, ha sustituido el acervo cultural que estaba formado por el arte, las ciencias, la literatura, y las disciplinas llamadas humanidades (filosofía, historia, filologías latina y griega, mundo clásico, etcétera) hoy casi desaparecidas de los planes de enseñanza, ofreciendo a cambio una amalgama confusa de conocimientos en la que todo es cultura y nada lo es, desde el el folclore de una región, las fiestas populares, la música rock, el argot o jerga de determinados grupos sociales, la gastronomía de un lugar, los comics, el grafitty, el fútbol, los videojuegos, etcétera, por nombrar sólo unos cuantos, olvidando el poso de conocimientos y saberes que han conformado el acervo cultural de Occidente, que son el origen de nuestra civilización, necesarias para comprender el mundo que vivimos hoy y de dónde venimos. Las humanidades, es decir, la literatura, filosofía, historia, latín, griego, historia del arte, etc., han desaparecido de los planes de estudios para ser sustituidas por las disciplinas útiles, las asignaturas técnicas que den una cierta especialización al alumno, y todas ellas basadas en los medios audiovisuales. por lo que las nuevas generaciones no leen un libro, paradójicamente, en una época en la que el analfabetismo ha desaparecido prácticamente, ya que hasta la lectura se ha convertido en algo aburrido y prescindible, tomando el protagonismo los videos, internet, la televisión y el cine.

También en esa relación de factores que ha intervenido en la creación de esta sociedad del espectáculo, está la relajación de costumbres, la promiscuidad sexual que han matado el erotismo como tal que inspiró tantas obras de arte desde la literatura, pasando por la pintura, la escultura y hasta el teatro y el cine. El sexo se ha convertido en algo banal porque ha perdido su territorio íntimo y personal, para convertirse en un tema de conversación pública, de exhibición, perdiendo así el carácter puramente privado que le dotaba del misterio, el morbo, el placer para convertirse en una práctica más a la que se le ha quitado, precisamente, ese velo que le confería la propia intimidad de su práctica y disfrute para convertirlo en un ejercicio gimnástico, en pura práctica deportiva, desprovista de toda la carga de misterio y secreto que era su mayor atractivo. Lo que por una parte era bueno y deseable, como quitar el concepto de pecado, de tabú, convirtiéndolo en algo natural al perder el corsé que lo amordazaba, le ha hecho perder todo las notas de placer íntimo, personal y misterioso, que son predominantes para que exista verdadero erotismo,

El mismo concepto de arte, sobre todo del arte moderno, ha creado tal confusión en el que no se puede discernir bien que es puro arte y qué son las tomaduras de pelo a lo que nos tienen tan acostumbrados los artistas de vanguardia, porque si antes el arte tenía un canon, unas reglas que creaban las propias directrices y decía qué era arte y qué no, ahora todo eso no existe nada más que para lo que esté relacionado con el arte figurativo y clásico, porque en el moderno, a partir del arte abstracto y de los desestructuralistas, todo es arte, si lo dice un crítico reputado o un famoso marchante que hace el negocio mientras los espectadores atónitos se preguntan qué son esas supuestas obras artísticas que le parecen un camelo en la mayoría de las veces y qué quiere decir el artista de vanguardia en cuestión, aunque muchas veces ni éste último lo sepa.

Vargas Llosa, analiza, una tras otra, todas la causas que nos han llevado a esta “civilización del espectáculo”, porque en ella sólo tiene cabida lo que tenga o merezca tal calificativo y los espectadores sólo tienen que esperar ver, disfrutar, oír y admirar las “manifestaciones culturales” del momento, es decir, lo que está de moda, sin hacer más esfuerzo que permanecer sentados cómodamente en su sillón, manejando el mando a distancia de su televisión, video, equipo musical, o el teclado para acceder a través de internet a las múltiples ofertas culturales, o sea de diversión, como antes hacía el buen lector pasando las páginas de un libro, objeto que, poco a poco, se va ir quedando relegado a los museos porque los que somos aficionados a la lectura estamos en peligro de extinción como los dinosaurios.

La democratización de la cultura no ha hecho llegar ésta a todos los ciudadanos sin distinción de clases sociales, lo que sería siempre deseable y bueno, si no que ha hecho tabla rasa con la verdadera cultura, ésa que sólo se obtiene con el esfuerzo continuado en la lectura, el estudio y la búsqueda de conocimientos, y ha dejado al alcance de todos esta especie de cultura light, que viene a ser, en términos gastronómicos, como la comida basura si se compara con la preparada por un chef, eso sí, aquélla está al alcance de todos los bolsillos, pero no es digerible por todos los estómagos, sobre todo los más delicados. Al igual que sucede con lo que ahora se llama “cultura” que viene a ser el revoltijo en el que destaca lo llamativo, pintoresco, fácil, ligero y superficial que, por ponerse al alcance de todos, tiene la altura y calidad que esa gran mayoría requiere, desea y puede llegar a digerir y asimilar.

Excelente libro que hará pensar a cualquier lector exigente que no acepte a priori las coordenadas culturales actuales en las que naufraga la verdadera cultura, ésa que es la única que merece dicha definición y que está en peligro de extinción en esta sociedad que confunde el espectáculo con la cultura y no busca el conocimiento, sino la degustación fácil, cómoda y banal de aquello que esté de moda, aunque sea bazofia, porque es “lo que más vende” y lo que está in, quizás. porque lo que, de verdad, está aut es la genuina, verdadera y pura cultura.

Patpong Road, José Luís Muñoz

Partpong Road, José Luís Muñoz, Lapágina Ediciones, 2012.

Patpong Road
José Luís Muñoz
Lapágina Ediciones
Madrid, 2012, 346 pp.

por Ana Alejandre

En esta nueva novela de José Luís Muñoz muestra su maestría narrativa, moviéndose con suma facilidad en un género que ya ha cultivado anteriormente como es el erótico, pues no hay que olvidar que fue ganador del Premio Sonrisa Vertical con su novela Vello de pubis rojo, y en él parece sentirse cómodo, aunque el erotismo que en esta obra se encuentra generosamente y con toda clase de definiciones, en cuanto al lenguaje que utiliza sin ambages, es un erotismo más dedicado al hombre que a la mujer. No hay que olvidar que para el hombre el erotismo es puramente genital, aunque para la mujer es mucho más ambiental y sutil, ajeno a las expresiones verbales explícitamente sexuales, pero cargada siempre de alusiones emocionales y sensuales.

Por tanto, las novelas eróticas escritas por hombres y mujeres se diferencian en que el hombre es más explícito en el uso del lenguaje sexual, sobre el que deja recaer gran peso de la narración y la mujer, por el contrario, utiliza más el lenguaje implícito en el que las sugerencias, el clímax y la atmósfera sensual y erótica se alcanza más por las sensaciones descritas, los matices en la graduación erótica y las emociones. De la literatura erótica femenina, uno de los mejores exponentes más cercanos en el tiempo ha sido Margarite Duras con su obra, en dos volúmenes, El amante y El amante de la China del Norte, en la que utiliza un lenguaje poco explícito sexualmente, pero impregnado de una atmósfera sensual que envolvía al lector, dejándole sumido en las maravillosas escenas que Duras supo relatar magistralmente, pero sin caer en el lenguaje procaz y soez al que se presta este género.

Sin embargo, Patpong Road, además de ser una novela altamente erótica es también una crónica viajera, tanto a través del enigmático país que es Tailandia, como por el propio psiquismo del protagonista, René Lodosa, escritor con éxito durante un tiempo y después fracasado literaria y personalmente en su madurez, que va describiendo la trayectoria de ese fracaso vital y profesional que le ha llevado hasta Tailandia para buscar en ese país, quizás, la clave de su propio fracaso y de su derrumbe final cuando ya está herido de muerte por una enfermedad terminal.

La psicología de los personajes está bien trazada, aunque el protagonista, René, es quien, por hablar en primera persona, va trazando un detallado mapa interior en el que se va dibujando su propia derrota íntima y literaria, haciendo una perfecta descripción de lo que piensa y siente del mundo que le rodea, con el que no está de acuerdo, aunque sí actúa en contra de lo que predica, en una demostración continua de las contradicciones internas de cualquier ser humano, por inteligente y lúcido que sea, y la ambivalencia entre lo que piensa y lo que hace movido por las pulsiones instintivas.

El propio autor afirma de esta novela que es una novela “moral”, aunque existe una especie de fractura interna entre el discurso mental del protagonista sobre los males de la sociedad actual y las víctimas que ésta propicia, y sus propias acciones que parece querer justificar con la afirmación constante de que esos males son terribles, entre ellos la explotación sexual de mujeres y niños en países como Tailandia y otros muchos, aunque también advierte que el mercado sexual es la única solución económica viable para esos millones de seres que viven prostituidos; pero, afirma que hay otras muchas formas de prostitución menos evidentes, pero igualmente denigrantes para el ser humano que las padece: trabajos ínfimos de niños en el tercer mundo, la explotación de los trabajadores en muchos países en condiciones infrahumanas, y un largo etcétera.

Todo ello crea un escenario abigarrado y lúbrico en el que la búsqueda de sexo compulsivo del protagonista, sus reflexiones morales en torno a lo que ve y le repugna moralmente, no por ello le impide seguir pagando a prostitutas en su desenfrenada carrera para escapar o, quizás, adelantar el momento de su muerte anunciada, aunque para ello vaya cayendo en una total degradación que parece buscar como única salida a su propia sensación de derrota, como un grito final de rebeldía ante una vida que se le escapa y de la que no acaba de encontrar la clave del enigma que encierra su propio fracaso.

De las figuras secundarias, como pueden ser la de su ex mujer, Claire, la del amigo circunstancial y fortuito, Ray, el australiano, y la de Wai, la dulce prostituta, destacan estos dos últimos en cuanto a la solidez de su psicología que les hace reales y creíbles, personajes de carne y hueso. Claire, la ex esposa, en su pragmatismo, ambivalencia y cierta ambigüedad moral que resulta chocante por sus contradicciones, le hace ser completamente prescindible y actúa solo como contrapunto del personaje principal, en la primera parte de la novela; y, sólo cuando desaparece definitivamente de la narración, ésta toma verdadera intensidad y comienza a dibujarse con perfiles genuinos el personaje principal que emprende así su segundo viaje a Tailandia, buscando encontrarse a sí mismo, ahora cuando todo parece derrumbarse a su alrededor, empezando por su propia vida a la que ronda la ya cercana y anunciada muerte.

Hay momentos en la narración de Patpong Road, especialmente en la segunda parte, como es la escena en la que René duerme al lado de Wai,la delicada prostituta, sin querer tocarla ni tener comercio carnal con ella, que hace recordar la maravillosa novela La casa de las bellas durmientes, de Yasunari Kawabata (Premio Nobel de literatura 1968), la extraordinaria historia del anciano que visita continuamente un prostíbulo en el que las prostitutas duermen narcotizadas por la dueña del lupanar, y los clientes no pueden tocarlas, sólo dormir a su lado y observarlas, creando una maravillosa y envolvente atmósfera de erotismo y sutileza, en la que se contraponen la senectud del protagonista y la lozana juventud de las prostitutas, que impregna todas las páginas de la magistral novela. Esa obra inspiró a Gabriel García Márquez su novela Historia de mis putas tristes, afirmando que la mencionada obra de Kawabata era la única novela japonesa que le hubiera gustado escribir.

Patpong Road, pues, nos ofrece la madurez narrativa de José Luís Muñoz en todo su esplendor, con una prosa más íntima, personal y psicológicamente rica que nunca, porque además de un lenguaje más intimista, de oraciones más largas y frases subordinadas, escrita con mayores matices psicológicos, consigue ahondar más en el propio escenario mental del personaje central.

Aunque, como buen escritor de novela del llamado género negro que es, siempre incide en la acción a la que da un papel protagonista, pero en esta ocasión, sin dejar de contar las diversas peripecias de los personajes, da un mayor relieve a la emoción, al pensamiento de los mismos, especialmente al de René Lodosa que, aunque el propio autor advierte que no es él, sí se puede afirmar que en esta novela hay mucho más del propio José Luís Muñoz que en las otras anteriores, porque en esta última obra aparece más el escritor-personaje que va narrando la acción y los entresijos mentales del protagonista, pero sin dejar de ser, al mismo tiempo, el personaje central y el propio narrador, especie de trasunto vital del autor de esta novela que hará las delicias de todo buen aficionado al género erótico y a las crónicas viajeras, porque de ambas tiene mucho esta obra que muestra el mapa mental de una búsqueda exterior e interior en el viaje final de una vida fracasada que trata de encontrar las claves perdidas de su evidente derrota.

Hombre muerto corre, E.P. Kaplan

Hombre muerto corre E.P. Kaplan Traducción de Empar Fernández & Pablo Bonell Goytisolo Lapágina Ediciones Tenerife, 2012, 223 págs.

Hombre muerto corre
E.P. Kaplan
Traducción de Empar Fernández & Pablo Bonell Goytisolo
Lapágina Ediciones
Tenerife, 2012, 223 págs.

por Ana Alejandre

Esta novela de un autor americano desconocido en España, del que no se aporta ningún dato personal, lo que convierte en un desconcertante misterio -quizás buscado el anonimato a propósito por el propio escritor por las posibles razones que se exponen en la solapa del libro-, es la primera obra publicada en España de este enigmático narrador, probablemente por estar la acción de esta novela situada, concretamente, en territorio español.

Hombre muerto corre, como indica su propio título, es una novela con un ritmo vertiginoso que atrapa al lector desde la primera página. Su protagonista, Victor Ramos, un atleta profesional que se encuentra en una peligrosa encrucijada en su vida personal y deportiva, acepta una extraña y desconcertante propuesta a cambio de ganar 50.000 euros que contiene un maletín que debe conseguir en esa loca carrera tras el dinero y para evitar su propia muerte. Esa cantidad que le solucionaría los graves problemas económicos que padece, pero sabiendo y aceptando que en ese reto a conseguir se apuesta su propia vida. A esa siniestra peculiaridad de la propuesta recibida y aceptada hace alusión el título. El hombre muerto que corre es el propio Víctor Ramos, ya convertido en George Kaplan -nombre que recuerda al del propio autor de la novela-, para huir de la muerte que le acecha en los talones, aunque está muerto moralmente por una tragedia que asoló su vida en el pasado.

La novela está muy bien construida y en ella se advierte un ritmo cinematográfico, no sólo por la tensión que va aumentando por momentos y el suspense que crea la carrera del protagonista por diversas ciudades españolas para conseguir cada uno de los objetivos propuestos que le llevarán hasta el ansiado maletín y poder escapar de su anónimo perseguidor que tiene como único objetivo matarlo y conseguir así el botín, sino por la secuencia continua y solapada de los distintos momentos y lugares que van siendo ensamblados, no sólo temporal sino también geográficamente, con el ritmo de una buena película de suspense.

En esta novela de acción trepidante y excelente factura narrativa, se pone de manifiesto una realidad inquietante pero real, aunque transcurre siempre a espaldas del ciudadano normal:las millonarias apuestas en la que lo apostado es la vida de los que aceptan ser los chivos expiatorios de tan macabros juegos, y en la que intervienen y pagan diversos personajes sin escrúpulos, bien situados económicamente y hastiados de todos los placeres por tenerlos satisfechos a golpe de chequera, que buscan en las siniestras apuestas en las que participan la emoción que hace mucho tiempo abandonó sus vidas sin más horizontes que el hastío.

En esta novela se advierte una gran influencia cinematográfica como ya se ha dicho antes, pero no sólo en cuanto al ritmo narrativo y a la secuencia temporal y geográfica como un perfecto puzle bien ensamblado, sino porque en esta obra aparece reflejado el cine como un elemento más que recrea el escenario en el que transcurre la acción, porque toda ésta es grabada y proyectada ante los morbosos y siniestros apostantes que pueden ver así la lucha del protagonista por escapar de su perseguidor, con la siniestra esperanza de que caiga muerto a manos de su asesino y puedan ver la escena en un sangriento primer plano, a modo de cine gore, pero no interpretado por actores, sino por víctima y asesino reales que muestren toda la terrible crudeza que sus insanas mentes ansían ver.

El tiempo narrativo es lineal y comienza y transcurre vertiginosamente, al igual que la propia acción, sin dejar ni un segundo de respiro al protagonista ni al lector, atrapados, uno y otro, por la tensión argumental, el suspense que se acrecienta por momentos y el peligro que se cierne sobre el primero que no cesa ni un solo instante de esta trepidante narración.

La psicología de los personajes está muy bien trazada y resultan creíbles, desde el propio Víctor Ramos como la del propio Betman, el organizador de la terrible apuesta, enfermo bipolar y cineasta fracasado. Tanto uno como otro luchan por conservar su vida, el primero, y mantener su cordura el segundo, en esa macabra jungla en la que el dinero lo paga todo y acalla conciencias dormidas desde hace mucho tiempo. También los otros personajes que habitan esta novela, desde la ex esposa de Víctor Ramos, Virginia, y los diversos y tenebrosos apostantes están bien perfilados en su propia y singular idiosincrasia.

Excelente novela de acción, intriga y suspense que no defraudará al lector, porque en ella encontrará todos los ingredientes del género sabiamente dosificados y le proporcionará unas gratas horas de lectura.

Es de esperar que E. P. Kaplan, autor de esta inquietante y magnífica novela, siga publicando en España para el regocijo de los lectores amantes del género situado entre la novela policíaca y la novela de acción, porque tiene ingredientes de ambas en un sabio cóctel que fascinará al lector, sin duda alguna.

Sol púrpura o negro III Relatos secretos de Espíritus Rebeldes Antonio Olivares de Luna Vision Libros Madrid, 2012, 190 págs.

Sol púrpura o negro III
Relatos secretos de Espíritus Rebeldes
Antonio Olivares de Luna
Vision Libros
Madrid, 2012, 190 págs.


por Ana Alejandre

Este nuevo libro, último de la trilogía Sol púrpura o negro, ofrece siete relatos que tiene el denominador común de estar escritos con el estilo peculiar de este autor: simple, directo, sencillo y sin ningún tipo de florituras, ofreciendo historias que suelen estar ambientadas en la etapa posterior a la Guerra Civil española, por lo que sus personajes aún están marcados por las cicatrices morales y físicas que dejó la contienda fratricida.

En estas historias de amistad, amor y desamor, odios, venganzas, celos y envidias, flota siempre la humanidad de su autor que apuesta porque en cada ser humano subyace siempre su propia naturaleza, su peculiar idiosincrasia, independientemente de los sucesos que le toque vivir y que sale a flote a pesar de las más adversas circunstancias. Todas transcurren en Cataluña, tierra natal del autor, lo que parece indicar que hay algo más que ficción en todos estos relatos, lo que podrían ser sus propios recuerdos en los que pululan personajes reales que se mezclan con otros ficticios.

El vitalismo sincero y optimista de Antonio Olivares de Lucas se pone de nuevo de manifiesto en estas siete historias, algunas de las cuales están protagonizadas por niños y adolescentes, etapa primera de la vida en la que la ilusión, el deseo apasionado de beber la vida a sorbos se impone al escenario gris, traumático y sombrío de un país que intenta retomar el pulso a la vida normal, a pesar de llevar como lastre el recuerdo de las tragedias vividas y los sufrimientos pasados.

El tiempo narrativo de estas historias es siempre lineal y directo, sin circunvalaciones temporales, en un presente narrativo que permite una lectura ágil y sencilla de las historias, en las que el lector podrá encontrar siempre un tono positivo y esperanzador al que nos tiene acostumbrado este peculiar autor que parece reflejar en toda sus obras la misma sensación de satisfacción por el simple hecho de estar vivo y que se transmite a lo largo de las 190 páginas de este libro que es, además, de la continuación y final de la trilogía c de igual título, parece ser también la afirmación gozosa de su autor de que no hay nada mejor que estar vivo y gozarlo. En estas páginas no se encuentra nada, a pesar de las distintas vidas no siempre marcadas por la fortuna desigual de sus personajes, que pueda hacer decaer la visión alegre y positiva de su autor que nos viene a decir que, pase lo que pase, siempre lo que importa realmente es estar vivo y poder contarlo.

Esta nueva entrega de Antonio Olivares de Lucas es un buen remedio contra la crisis y la desesperanza general con su carga de optimismo que es, precisamente, lo que falta a la sociedad actual, y que este autor parece querer combatir a fuerza de contarnos historias de una época mucho más problemática y trágica que la actual y en la que siempre, como punto y final de cada historia, vence la esperanza.

“Breve historia del espionaje”, J. C. Herrera H.

“Breve historia del espionaje” Juan Carlos Herrera Hermosilla Editorial Nowtilus Madrid, 2012

“Breve historia del espionaje”
Juan Carlos Herrera Hermosilla
Editorial Nowtilus
Madrid, 2012

“BREVE HISTORIA DEL ESPIONAJE” ESCRITA POR JUAN CARLOS HERRERA

Julia Sáez-Angulo

Desde la espía rusa Ana Chapman en plena actualidad hasta el nuevo actor Daniel Craig, el nuevo James Bond de OO7 en las películas británicas, el espionaje sigue siendo motivo de interés y atracción de los lectores. Esta “Breve historia del espionaje” cuenta y aclara muchos puntos y conductas sobre el mismo. Su autor, Juan Carlos Herrera Hermosilla (Madrid, 1963).

A los célebres nombres de Mata Hari, Allan Pikerton o Greta Garbo, se suman un buen numero de nombres que ban desde Aí Bey, espía español en la corte de Marruecos a Juan Pujol en la época más reciente. La organizaciones de espionaje y contraespionaje son también abundantes en el pasado y el presente, desde la CIA al Mossad, pasando por el KGB o la Stasi, hasta llegar al CSID o al CNI de los servicios secretos españoles.

El espionaje viene de antiguo, como narra Herrera que se remonta a la antigüedad de la Biblia, de Grecia o de Roma. Le siguen los espías del Medioevo, el Nuevo Mundo y los imperios francés e inglés que siguieron en el tiempo. No falta el personaje de Joseph Fouché, un ministro francés capaz de atravesar todos los regímenes políticos de Francia, desde la monarquía a la revolución y el nuevo régimen, debido al espionaje. Napoleón fue un buen personaje histórico que supo espiar muy bien a los otros.

“Pocas actividades humanas causan sentimientos tan encontrados como el espionaje”, se dice en la introducción del libro. “Por un lado es secular el rechazo al individuo que ha de traicionar a aquellos que confían en él, al propagar sus secretos, por otro, es inmensa la fascinación que siente el ser humano por las hazañas de los espías, de los agentes dobles, por el riesgo que corren esos hombres y mujeres no frente al enemigo, sino junto a él”.

El libro termina con una bibliografía bien ilustrada que permite ampliar conocimientos sobre el tema del espionaje.

“La realidad quebradiza”, Jose Mª Merino

“La realidad quebradiza” José María Merino (Edición de Juan Jacinto Muñoz Rengel) Editorial Páginas de Espuma Madrid, 2012 (262 pags.)

“La realidad quebradiza”
José María Merino
(Edición de Juan Jacinto Muñoz Rengel)
Editorial Páginas de Espuma
Madrid, 2012 (262 pags.)

JOSÉ MARÍA MERINO, ANTOLOGÍA DE CUENTOS EN “LA REALIDAD QUEBRADIZA”

Julia Sáez-Angulo

Nadie duda de que el escritor José María Merino (A Coruña, 1941) es seguramente el mejor de los cuentistas españoles vivos. Otro escritor, el malagueño Juan Jacinto Muñoz Rengel ha hecho una acertada edición con la antología de sus cuentos bajo el título “La realidad quebrada”, publicada por Páginas de Espuma, editorial especializada en la narrativa breve..

“Viaje al centro de la mente de José María Merino” es el título de la introducción a la antología en la que se advierte del mundo particular, ambiguo y moviente del escritor gallego –perteneciente al denominado grupo de escritores de León, por la afinidad con varios de ellos.

El editor va más lejos cuando dice: “La lectura de este libro en sí misma puede resultar temeraria. Quizás usted también debería firmar algunos formularios, como en su día hizo nuestro paciente, en los que declare que ha sido informado. Estos relatos pueden alterar su concepción del mundo, y dejar todo tipo de secuelas. Graves secuelas. Síntomas feos y fatales. En serio. Nosotros declinamos toda responsabilidad desde este momento. Luego no diga que no se lo advertimos”.

El mundo de J.M. Merino tiene mucho de ficción fantástica, que es la auténtica ficción como diría Borges, pero llega a partir de la realidad, como si el autor tuviera una conectividad propia a la hora de unir la vida y la escritura, la realidad y la ficción, la existencia y la fantasía de su interpretación.

Ya desde su “Novela de Andrés Choz”, premio Novelas y Cuentos 1976, sorprendió con una forma de narrar nueva, de su capacidad de observación de la realidad para ver en ella lo “quebradizo” de la misma. Lo extraño, lo raro y hasta lo monstruoso late al lado de la denominada normalidad, por lo que Merino acaba dejando noqueado al lector.

La Antología termina con una larga conversación del autor de los cuentos en el Café Comercial de Madrid, en la que Merino reflexiona sobre la literatura y particularmente sobre el cuento. “El mundo de la naturaleza sigue estimulándome, porque lo veo un espacio tan cercano como ajeno, creo que el “homo sapiens” cada día pertenece menos a ese mundo, y ese alejamiento potencia mi extrañeza”, declara el narrador de cuentos.

Copa de cristal, poemario, María antonia de Castro

“Copa de cristal” Poesía María Antonia de Castro Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2012

“Copa de cristal” Poesía
María Antonia de Castro
Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2012

MARÍA ANTONIA DE CASTRO PRESENTA SU POEMARIO EN EL MUSEO THYSSEN BORNEMISZA

Julia Sáez-Angulo

La escritora y crítica de arte María Antonia de CastroRosales (Madrid) ha presentado su poemario en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, titulado “Copa de cristal” y publicado por la editorial Huerga y Fierro. En el acto intervinieron Ángeles Caso, José María Parreño y Antonio J. Huerga.

Los versos del libro “Copa de cristal” nacen en la adolescencia y se prolongan en el tiempo hasta ser publicados ahora. Nacieron de la espontaneidad e intimidad para acabar manifestándose en un poemario hermoso, lleno de alusiones sugerenciascomo corresponde a la lengua poética.

La autora madrileña es historiadora del arte --algo que se percibe en ciertos sintagmas y tropos--, experta en arte contemporáneo y curadora de exposiciones. Recientemente ha hecho un estudio sobre las relaciones entre “Primitivismo, espiritualidad y formas abstractas”.

“Copa de cristal” es un poemario amoroso de ausencias y presencias, de evocación y asombro, de sensualidad y gozo, de acogida y decepción. El libro tiene tres partes, una más extensa titulada “Pies descalzos”, otra más breve, denominada “Silencio” y una tercera con un solo poema que lleva por título “Deseo”. Un libro coherente y compacto.

“Amor, amor, amor/ ¿Cómo eres tan estúpido amor”, dice el comienzo de un poema en el que la poetisa lamenta el pasado y lo que no se vivió. “Y beberé en una copa/ de amianto azul”. Hay algo de narratividad contenida en los poemas de “Copa de cristal” que no apagan por ello el pálpito poético.

La contraportada del libro acoge tan solo un poema que dice: “No quiero ni necesito saber/ lo que hay después de tu espalda/ porque detrás de tus hombros/ sólo está el vacío”.

Los últimos versos de “Copa de cristal” que están dentro del apartado “Deseo” terminan así: “Se siente transparente,/ no teme perder su alma/ sabe que ya no es suya,/ sabe que sólo la mirada de él/ le devolvería su cuerpo”. Se adivina un desdoblamiento del yo para hacer más objetivo el poema.

El canon de la novela, Harold Bloom

Sintagma en rojo y negro, Manuel Moral Roca, bubok, 2012

“SINTAGMAS EN ROJO Y NEGRO”, POEMARIO DE MANUEL MORAL ROCA

Julia Sáez-Angulo

El escritor jienense Manuel Moral Roca (Torredelcampo, Jaén, 1958), residente en Madrid, presenta su poemario “Sintagmas en rojo y negro”, publicado por Bubok. En el acto, que tendrá lugar en el Ateneo de Madrid el próximo jueves, 24 de mayo a las 19, 30 horas, estarán presentes con sus comentarios Mayte Pedraza como anfitriona de la citada institución, el poeta Sebastián Galán Pérez, director y presentador del programa “Poetas en el aire” y la escritora Julia Sáez-Angulo.

Recordemos otros títulos de poemarios Manuel Moral Roca: “En deshielo” (2000), “Palabras de tinta y aire” (2007), “El jardín de Mnemosine” (2009) haciendo eco a la figura mitológica griega que personifica a la memoria, o “Poemas en garganta” (2010).

Manuel Moral Roca ha escrito en total doce libros, entre ellos las novelas “El vuelo del quetzal”, “Al calor de un repente y “Engullidos”.

“El arte de la literatura, sea oral o escrita, es ajustar el lenguaje para que encarne aquello que indica” –subrayo lo de “encarne”--, dice Alfred Nord Whitehead. Esta cita, con toda intención, abre el libro de Moral Roca. Para el poeta Moral Roca, la poesía es un “intento de dar forma a una nueva realidad en el mundo de las palabras”, “… una palabra que grito no sólo como creación sino también como cuenco en el cual puedo observar y preguntar sobre los hechos”.

PALABRA Y POESÍA COMO LENGUAJE

“Una suma de minutos iguales,/ todos iguales, inducen/ al lugar de mi persona,/ abren la ventana vista/ al milagro de los sustos/ para afrontar el escrito”. Estos son los versos del primer poema del libro, un poema existencial de autoconciencia. “Las palabras se quedan,/ como las piedras de una pirámide, en el secreto de ser ellas mismas/ por saberse después/ espíritus de días pasados que vuelven”. El mundo de la palabra, como material clave delescritor, asombra al poeta.

“Sintagmas en rojo y negro” es un libro de pensamiento, de amor, de reflexión, de exaltación, de entusiasmo, de crítica, de perplejidad, de sensaciones, sentimientos y percepciones, de elegía. Se interroga a sí mismo y nos interroga a nosotros, a veces de modo críptico sobre todo en la primera parte del poemario. En literatura se da el aforismo de que “Se canta lo que se pierde” y el tiempo, escultor y devorador al mismo tiempo, pule y modifica las cosas, las emociones, los sentimientos y hasta las creencias.

El poeta siempre medita sobre la poesía, motivo de su escritura: “La poesía es ritmo de lo irracional,/ ausencia de objeto en el espejo/ de su sustancia: la palabra. Su encarnación suspira en la búsqueda del compás; secreto de todas sus voces/ de un yo inconcreto, quizás profundo e intacto”.

El cantar de los cantares, Hortensia Núñez Ladevez

Hortensia Nuñez Ladeveze, expone en Toledo

HORTENSIA NUÑEZ LADEVEZE EXPONE SU SERIE PICTÓRICA “EL CANTAR DE LOS CANTARES” EN TOLEDO

Julia Sáez-Angulo

La artista Hortensia Núñez Ladeveze (Madrid, 1940) expone su serie “El Cantar de los Cantares” en la sala de exposiciones del Arzobispado de Toledo. Se trata de una obra colorista y audaz, inspirada en el libro del Antiguo Testamento que lleva el título de la muestra, abierta desde el 28 de mayo al 11 de junio de 2012.

Hortensia NúñezLadeveze ha trabajado fundamentalmente como escultora a lo largo de su trayectoria artística, si bien ha cultivado la pintura de modo paralelo. La escultora fue objeto de un homenaje en la Galería EME 04 de Madrid, con motivo de su propuesta aceptada como miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Barcelona y la salida de un nuevo libro sobre su obra titulado “Forma y color” publicado por Eunsa.

“Para mí ha sido fácil llegar a la abstracción, puesto que en mi escultura trataba de interpretar ideas o temas igualmente abstractos como lo demuestran la series Apoteosis, Vértigos, Vuelos o Gaudium. Eso mismo me pasa en la pintura, pero “El Cantar de los Cantares” no es abstracto ni realista. Es diferente. Son figuras de color alegres, con detalles simbólicos... El Cantar de los Cantares me entusiasmó. Al leerlo se reabrió un mundo nuevo en mi interior y en mi arte”, declaró la artista sobre esta serie.

El “Cantar de los Cantares”, la obra que ha inspirado el amor sagrado a los místicos españoles, ha inspirado igualmente a esta escultora/pintora, que ha sabido ofrecer una gran sinfonía resuelta en 40 movimientos: 40 cuadros que reflejan la alegría y el gozo de amar; el beso, el abrazo, la danza, la admiración, la devoción, el canto, la música... Núñez Ladeveze es una artista interesada en el arte sacro, que ha interpretado obras de gran sentido religioso y bíblico.

“Mas delicioso que el vino son tus amores” es el salmo recogido en la tarjeta de invitación sobre una obra de “El Cantar de los Cantares”, de NuñezLadeveze.

La obra bíblica “El Cantar de los Cantares” se atribuyó a Salomón y cuenta con amor, gozo y entusiasmo, la situación dedos amantes separados, que se buscan ávidamente, claman su amor común, se reúnen y se ven de nuevo separados, esperando llegar, después de una prueba, a poseerse definitivamente. Los místicos lo interpretaron como el amor del alma que se eleva hacia Dios.

Obras de Carmen Conesa

Exposición de Carmen Conesa en Casa de Vacas

Carmen Conesa
Pintura
Casa de Vacas
Parque del Retiro. Madrid
Mayo, 2012

CARMEN CONESA, TEATRO EN LA VIDA Y LA PINTURA

Julia Sáez-Angulo

La actriz catalana, residente en Madrid desde hace veinte años, Carmen ConesaHernández (Barcelona, 1960) está de actualidad por partida doble: interpreta un papel en “La loba” de LillianHelman junto a Nuria Espert en el Teatro María Guerrero, y expone su pintura en la Casa de Vacas del parque del Retiro de Madrid.

Carmen Conesa, tras los primeros años, dejó de estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando para consagrarse de lleno al teatro, si bien su deseo de pintar emerge de continuo en su actividad, después de todo las Bellas Artes se relacionan entre sí porque parten de un tronco común. Su primer trabajo dramático tuvo lugar junto al actor José María Rodero en la obra “Historia de un caballo”.

La actriz/pintora interpreta y pinta, toca el piano, baila… es una mujer todo terreno que ahora ha querido hacer una exposición retrospectiva de su trabajo plástico desde los años 70 a hoy, coincidiendo con su presencia en los escenarios. Ramón García Alcaraz, de la galería “Mynameis Lolita” ha actuado de comisario con un montaje cronológico de los cuadros que van desde las primeras copias de Watteau o Gainsborough --homenajes del Conesa a estos maestros-- hasta los retratos familiares de la autora, pasando por los profesionales de los colegas en el teatro.

Una exposición curiosa y variopinta, donde la pintura se desvela como una aventura emocional de Carmen Conesa, quien confiesa que trabaja con la fotografía como elemento auxiliar. “Fotos que yo misma hago”. El óleo es el pigmento habitual de su obra, si bien el acrílico lo utiliza en ocasiones como en el cuadro “Breda” sobre soporte de tabla.

RETRATOS FAMILIARES Y TEATRALES

El retrato es un género que está muy presente en la exposición. A la pintora le gusta la figura humana y los perros que conviven como mascotas con sus modelos. “Estuve a punto de hacer una serie de personajes y sus perros, pero lo aparqué”, declara Conesa. Entre los retratos; los de José María Flotats, revestido en su personaje de Stalin, y el de Amparo Rivelles. Ambos irán al Museo del Teatro en Almagro. No deja de ser singular que sean cuadros pintados por una actriz.

Los últimos trabajos de Carmen Conesaapuntan a mayores formatos y a conceptos más ambiciosos, como el gran escorzo a lo Mantegna, que ocupa la portada del catálogo, un autorretrato con perro, o el titulado “Gran Vía”, con dos ancianos que se protegen del sol con periódicos en las cabezas.

En suma, una exposición singular que rezuma personajes familiares o teatrales. Curiosos e interesantes los cuadros de figuras de cuerpo entero con los números de castingcon lenguaje realista. Otras figuras teatrales, en el último tramo de la exposición, quedan más abocetadas.

En la pintura de Carmen Conesa se aprecia la admiración e influencia indirecta del pintor norteamericano Hopper, incluso en su forma de aplicar el oleo muy diluído, casi acuarelado, a diferencia de otras etapas más matéricas, como la de los retratos de sus padres. Una paternidad muy positiva.





Más información

www.carmenconesa.com

"En torno al espacio matérico", de Alberto Reguera

Doble exposición de Alberto Reguera en París

Alberto Reguera, doble exposición de pintura en París
Julia Sáez-Angulo


El artista español Alberto Reguera tiene doble presencia expositiva en París: por una parte, en la galería Olivier Nouvellet y por otra en las Arcades de la Place du Louvre.

El artista ha sido seleccionado para participar  en el Festival International de la Diversite Culturelle de Paris, Mairie du 1er, con el patrocinio de UNESCO y la Embajada de España en París.

Una parte de la exposición se celebra en les arcadas o soportales de la Place du Louvre, que están en frente de la fachada principal del Louvre. Allí ya está  expuestas dos de mis instalaciones pictóricas, al aire libre, pero resguardadas en estos soportales. “En torno al espacio matérico” y “”structuras pictóricas” son dos instalaciones que se expanden hacia arriba.

“Están formadas por varias pinturas-objeto, realizadas  autónomamente, que constituyen/construyen una sola pieza. De esta forma, acentúo el actual carácter tridimensional de mi trabajo, otorgando mayor profundidad visual. Este lugar es ideal para fundir lo contemporáneo con lo antiguo”, explica el autor segoviano.

“Estos edificios pictóricos parecen brotar del suelo y, como digo, se expanden hacia arriba. La obra final es esta construcción  pictórica, que tiene muchos lados, aristas y matices visuales, dependiendo de donde se sitúe el espectador. Quien podrá crear así su particular “campo de visión”, añade.

Además de estas dos obras que dan al exterior, en la parte interior, en hay una pequeña muestra colectiva  donde, no obstante, introduzco dos obras de 200 por 200 cm  y varias otras más tridimensionales, (con  obras H. Silva y Luis O.Oliver ) en la sala de este Ayuntamiento, participo con otra pequeña instalación pictórica, y también varios cuadros  tridimensionales de pinturas que se expanden a través  de un lienzo virgen, al que van superpuestos. “Mendelssonh’s melodies”, “Natural scenario imagined” ò “Geometric sun” son algunos de los títulos.

La exposición será visitada el dia 21 por el Embajador de España, Carlos Bastarreche si como el alcalde de este distrito Jean Francois Legaret. Carala Arigoni ha sido el alma de esta muestra.

OTRAS ACTUACIONES

En otros actos, y dentro del marco de este festival, encontramos  un gran concierto de Anne Weclecklerch violista, otro de Giancarlo Crespeau, en el Oratoire du Louvre, así como otro en la Iglesia de St Eustache, concierto de Diego el Cigala, organizado por el Instituto Cervantes, el día 31.

La muestra, que coincide con la participación de Alberto Reguera en las instalaciones de la Place du  Louvre, se llama “Matières en fuite” Contiene catorce obras recientes de 2011 y 2012. Pertenecen a una de las líneas de actuación del autor a la hora de trabajar la pintura. La pintura en expansión. Son formatos pequeños tridimensionales que se superponen a un lienzo virgen, más grande. De estas pinturas objeto brota la materia, sangra  el color, que se expande por la tela blanca. Estos trabajos intentan crear volumen y profundidad visual en el espectador, que obtendrá diferentes puntos de vista, dependiendo de donde se sitúe físicamente.

Estas “pinturas-objeto” invaden el espacio expositivo, ocupan visual y físicamente un espacio que con las telas bidimensionales no se producía. El paso a la tridimensionalidad acentúa esta idea de peso físico  de esta materia  texturada que se desborda. Es una reflexión sobre el tradicional soporte en la pintura. Y las posibilidades nuevas que ésta disciplina aún ofrece.

“Intento establecer una frágil frontera con  otras disciplinas, como la escultura o la instalación, pero para mí sigue siendo pintura. Sigo haciendo pintura, un instrumento  de acción muy contemporánea a mi manera de ver, que no excluye un debate sobre el soporte actual en el arte o la reflexión sobre el paso de la bidimensionalidad a la tridimensionalidad en la pintura”.

Exposición de siete pintores en Diomus Artis de El

Los siete pintores expuestos y la crítica de arte Julia Sáez-Angulo

SIETE PINTORES DE LA ACADEMIA DE SAN ANTON EN DOMUS ARTIS DE EL TOBOSO

Julia Sáez-Angulo

Siete pintores de la madrileña Academia de Las Artes y las Letras de San Antón han expuesto sus obras en el espacio DomusArtis de la localidad toledana de El Toboso, dirigida por Juan Alfonso García-Donas. La muestra fue inaugurada por el alcalde Marciano Ortega, acompañado de la concejala de Cultura, Pilar Harinero y la de Educación y Asunto Sociales, Margarita Salvador.

Los artistas que exponen sus cuadros son María Pilar Benegas, bodegones y naturalezas muertas de fuerte colorismo; Pablo Reviriego, acuarelas de diversos paisajes; Mercedes Ballesteros, óleos con sus característicos mantones de Manila o manteles de mesa bordados; Martina Cantero, paisajes de la sierra y del sur; Ana Muñoz, figuras y paisajes delicados y sutiles; Ana Izquierdo, acuarelas paisajísticas, y Covadonga Fontecha, figuración y abstracciones.

El alcalde, señor Ortega, agradeció la presencia de los artistas en El Toboso, “patria de Dulcinea” un pueblo comprometido con la cultura y el arte como lo demuestran sus cuatro museos y actividades dramáticas y musicales durante la Semana Cervantina que celebra cada año, según señaló el edil.

El espacio DomusArtis también alberga un pequeño museo de instrumentos musicales populares en su parte baja denominada “La cuadra” y en breve abrirá otra sala para mostrar una colección de cerámica popular de España y otros países foráneos.

A estas colecciones expuestas del director de DomusArtis se suman los museos: Casa de Dulcinea evocadora de una residencia noble del siglo de Oro; Museo Cervantino, con más de quinientos libros de distintas, curiosas o preciosas ediciones de “Don Quijote”, donados por distintos escritores, políticos y otras personalidades; el Museo del Humor, colección donada por José Luis Mena al municipio de El Toboso, y el Museo de las Trinitarias, religiosas que albergan una espléndida colección de arte sacro, que comprende pintura, escultura, ornamentos y orfebrería. A ellos se añade la iglesia, denominada por algunos “la catedral de La Mancha”, por sus grandes dimensiones.

El Toboso es un pueblo manchego muy pintoresco, lleno de evocaciones al mundo cervantino, con casas enjalbegadas impolutas –ni un solo graffiti-, con zócalos de mampostería y dinteles de sillería o de mampuesto toledano en ladrillo. Además de las estatuas de Don Quijote y Sancho, el pueblo tiene otra dedicada al académico Federico García Sanchiz, del quien profesor de la UCM Antonio Zuazo tiene casi toda su bibliografía y es un gran experto en el personaje.

El académico valenciano quiso ser enterrado en el cementerio de El Toboso y allí se encuentra su tumba junto a la de su esposa Isabel Ferragud. García Sanchiz escribió más de sesenta libros pero destacó principalmente por sus conferencias o “charlas”, motivo de su discurso de ingreso en la RAE. La Marina Española costeó el monumento, ya que su único hijo Felipe murió en la guerra de 1936, cuando los republicanos volaron el barco “Baleares”.

El Toboso es una localidad que cuenta con dos mil habitantes y un flujo continuo de viajeros y turistas, en busca de las huellas cervantinas.

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