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Premio Princesa de Asturias de las Letras 2016

Richard Ford, Premio Princesa de Asturias

Richard Ford, escritor estadounidense.

Richard Ford, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2016

Ana Alejandre

La reciente concesión del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2016, al escritor estadounidense Richard Ford, triunfando su candidatura sobre las del frances Philippe Claudel, el español Andrés Trapiello y el portugués Antonio Lobo Antunes, cuyos nombres se encontraban entre los finalistas de este año elegidos enntres las 21 candidaturas de 16 nacionalidades. El Premio Princesa de Asturias de las Letras, dotado con 50.000 euros y la reproducción de una escultura diseñada por Joan Miró, será entregado en octubre, al igual que los otros siete galardones de la Fundación Princesa de Asturias, durante una ceremonia en el Teatro Campoamor de Oviedo, presidida por los Reyes.

El Jurado ha motivado su decisión recalcando que Richard Ford es un escritor profundamente contemporáneo y un gran cronista «del mosaico de historias cruzadas que es la sociedad norteamericana». Destaca, asímismo, que su obra se encuentra inscrita en la gran tradición de la novela americana del siglo XX y que utiliza una épica "irónica y minimalista" para describir a sus personajes, argumentos y tramas, afirmando, en el acta de concesión de dicho premio, que se destaca en la obra de Richard Ford «El cuidado detallismo en las descripciones, la mirada sombría y densa sobre la vida cotidiana de seres anónimos e invisibles, conjugan la desolación y la emoción de sus relatos».

Richard Ford no es demasiado conocido por el público español, pero ya fue definido en su día por Raymond Carver (1938-1988) como "el mejor escritor en activo de este país. Ford es autor de seis novelas («Un trozo de mi corazón», «La última oportunidad», «Incendios» y la saga protagonizada por Frank Bascombe: «El periodista deportivo», «El Día de la independencia» con la que consiguió el Premio PEN, «Acción de Gracias» y «Francamente, Frank»), además de tres libros de relatos («Rock Springs», «De mujeres con hombres» y «Pecados sin cuento»), y la obra memorialística «Mi madre» de honda belleza.

Richard Ford, nacido el el 16 de febrero de 1944, en Jackson (Mississippi), hijo único que perdió a su padre con tan sólo 16 años, lo que marcó profundamente su adolescencia y le unió profundamente a su madre, figura emblemática en su vida que le inspiró la obra memorialista antes mencionada.

Después de graduarse en la Universidad de Michigan, en la que conoció a la que sería su esposa, Kristina Hensley, con la que contrajo matrimonio en 1968, dió clases en la escuela secundaria de Flint (Michigan) y se alistó en los Marines, aunque siempre se sintió atraído por la literatura, a pesar de que había estudiado Derecho durante cierto tiempo. Sus escritores predilectos y referentes literarios fueron Flannery O'Connor, William Faulkner y Eudora Welty.

Participó en el programa de escritura creativa en la Universidad de California, a principios de los 70, aunque reconoció posteriormente que ya había escrito dos novelas con anterioridad «The New Yorker» y «The Paris Review», además de trabajar en la revista deportiva Inside, en cuyo trabajo se inspiró para escribir «El periodista deportivo» (1986) que fue el inicio de la saga protagonizada por Frank Bascombe, obra que le supuso la fama como escritor al ser considerada por la revista Times como una de las cinco mejores novelas del año.

Publicó su primera novela «Un trozo de mi corazón». con esta obra consiguió el Premio Pulitzer y el Premio Faulkner, premios que no ha conseguido ningún otro escritor por una misma obra. «El día de la independencia» (1995), novela en la que realiza un retrato amargo y desolador de la Norteamérica rural, desconocida para el gran público, en la que predomina el desaliento de sus habitantes por el paro y la escasez de perspectivas de ciertos sectores de la población marginados por la pobreza, y aparecen delincuentes de poca monta como él fue en una etapa de su juventud. Esta obra le supuso el reconocimiento mundial. «Francamente, Frank», es su última novela hasta hoy. y en la que resucita al personaje Bascombe.

El nombre de Richard Ford dentro de la literatura está asociado por la crítica al "realismo sucio", aunque se puede eliminar el adjetivo de "sucio" y quedar solamente el realismo para definir su obra en la que habitan vidas corrientes de personajes igual de corrientes y en circunstancias anodinas y vulgares de la vida cotidiana. Sus personajes hacen, dicen y piensas cosas igual de vulgares y normales y el lenguaje que emplea Ford es claro y directo, sin recovecos ni posibilidad alguna de sorpresa para el lector. Dice lo que quiere decir de forma clara y sencilla, como recurso estilístico para tratar a esas vidas anodinas y vulgares en las que predomina todo lo que es sencillo y corriente. El autor dice que está obsesionado por el sonido de las palabras, aunque en su escritura sólo se encuentran ligeros detalles e imágenes oportunas descriptivas, pero en todo ello la sencillez, la eficacia y la falta de florituras destacan sobre todo.

Ford, como se indica anteriormente, es también autor de varios relatos que le han dado celebridad. La colección de «Rock Springs», publicada en 1987, serie de relatos en los que se aprecia un eficaz ejercicio de narrativa realista clásica, con excelentes logros en los diálogos y un tono desapasionado y frío con el que intenta reflejar los estados de hastío, fracaso, tedio y desánimo en todas las parcelas de la vida humana: laboral, familiar y sentimental, propios del ser humano atrapado en una sociedad alienante y competitiva. Es una radiografía en claroscuro de Norteamérica, en la que los grises dominan la imagen desprovista de colorido brillante, contraste necesario, quizás, de la visión optimista y exultante de los EE.UU. y su prodigioso potencial creador. Ford, es junto a Carven y Wolff, los escritores que comparten la misma visión demoledora de una sociedad decadente por la falta de valores, la pérdida del sentido de la vida, el vacío emocional que ello conlleva y que crean ese paisaje desolado al que describen con tono frío, distante y objetivo, pero no carente de toques de humor.

El Premio Princesa de Asturias de las Letras 2016 ha venido a corroborar el talento de un escritor sencillo que escribe con sencillez de vidas marcadas por el sentido del fracaso, la desolación, la falta de esperanza en un mañana mejor, que viven en un mundo cotidiano, gris y anodino como es la vida de millones de seres atrapados en un país como los EE.UU., tierra de promisión para muchos, gigante poderoso al que escritores como Richard Ford le descubren y señalan, con claridad y sencillez, los pies de barro.

 

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