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El inca Garcilaso

 

EL INCA GARCILASO Y LA BIBLIOTECA NACIONAL

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El inca Garcilaso y la Biblioteca Nacional

EL INCA GARCILASO Y LA BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA

M. D. GALLARDO LÓPEZ

Este año 2016, como los lectores bien saben, se esta celebrando el IV centenario de Cervantes y Shakespeare con múltiples exposiciones y actos, especialmente en España y Reino Unido.
Entre las muchas conmemoraciones de Madrid han destacado la magnífica exposición cervantina de la Biblioteca Nacional y en el Teatro Español el espectáculo teatral Numancia basado en la tragedia de Cervantes El cerco de Numancia o La Numancia.

Sin embargo este año en las letras hispanas hay una conmemoración sumamente interesante, en mi opinión, para todos los que conformamos la gran comunidad hispano parlante y que está pasando bastante desapercibida, aunque no en el caso de nuestra Biblioteca Nacional, que merece elogio por ello.

Se trata de conmemorar al conocido como “El inca Garcilaso” o lo que es lo mismo al peruano Gómez Suárez de Figueroa, que, al igual que Cervantes, moría la noche del 22 de abril del año 1616 en su casa de Córdoba (España).

El inca Garcilaso, como se firmaba, es primer escritor mestizo de Perú, cronista bilingüe y traductor del filósofo León Hebreo.

Había nacido en Cuzco en 1539, en la primera generación de mestizos peruanos, hijo ilegítimo del capitán español Sebastián Garcilaso de la Vega y la princesa inca Isabel Chimpu Ocllo.

Gracias a parte del legado que le dejó su padre, tras la muerte de éste pudo embarcarse para España y convivir con miembros de la familia paterna.

Tras una carrera militar no muy importante (en el curso de la cual, entre otras empresas, participó bajo el mando de D. Juan José de Austria en los tristes acontecimientos que rodearon la represión de los moriscos sublevados en la Alpujarra), dolido por la poca consideración en la que se le tenía en el ejército (posiblemente por su condición de mestizo), aunque alcanzó el grado de capitán, la abandonó definitivamente en 1590. Al año siguiente,1591, se trasladó a vivir a Córdoba.

Hacia 1596 ingresó en la orden terciaria como simple clérigo e hizo los votos de penitencia, pobreza y castidad. A comienzos del siglo XVII fue nombrado mayordomo del Hospital de la Inmaculada Concepción de Córdoba, en S. Nicolas de la Villa, especializado en el tratamiento del entonces llamado morbo gallico (sífilis).

Murió la noche del 22 de abril en 1616, al igual que Cervantes, en Córdoba.
Fue enterrado en la capilla de las Ánimas benditas del Purgatorio de la mezquita-catedral, capilla que había comprado en 1612, previa autorización del obispo de Córdoba.

En su testamento dejó heredera de sus muebles y de una renta de 80 ducados anuales a su querida (“mi criada” la llama), Beatriz de la Vega; dio la libertad a una esclava morisca, llamada Marina, y menciona a otros tres criados, entre los cuales estaba su hijo natural -Diego de Vargas- al que encargaba el cuidado de su sepultura en la capilla de las Ánimas.
Tres años después de su fallecimiento, su mencionado hijo Diego de Vargas fue nombrado sacristán de la capilla de la Ánimas.

El 25 de noviembre de 1978 el rey Juan Carlos I donó a Perú una arqueta que contenía parte de las cenizas del escritor, cenizas hoy se conservan en la catedral de Cuzco.

Autor de una prosa aún hoy día admirada, su mas importante obra Comentarios reales de los Incas fue publicada en Lisboa en 1609 y dedicado a Catalina de Portugal, duquesa de Braganza.

Otras obras son la Florida del Inca (1605) y Segunda parte de los Comentarios reales.
La segunda parte de los Comentarios Reales fue publicada en Córdoba en 1617, después de la muerte del autor.
Los Comentarios reales son conocidos también como Historia general del Perú.

En el conjunto de las dos partes Comentarios Reales relata la historia del Perú, su conquista por los españoles, la lastimosa muerte del Inca (nombre con el que denominaba al soberano del imperio inca) Atahualpa, considerado el último gobernante del imperio inca, aunque tuvo sucesores; la instauración del Virreinato del Perú; las luchas partidistas entre los conquistadores; la resistencia que los cuatro Incas que sucedieron a Atahualpa presentaron a los invasores españoles en el territorio de Vilcabamba (correspondería aproximadamente al actual Departamento de Cuzco), resistencia que acabó con la ejecución del Inca Tupac Amaru I en la plaza de Cuzco en 1572, casi cuarenta años después de que Atahualpa fuera alevosamente ejecutado en 1533.

Ningún libro sobre las civilizaciones indígenas americanas, excepción hecha de Brevisima relación de la destrucción de las Indias de fray Bartolomé de las Casas.

Durante más de cuatro siglos la imagen que se ha tenido de los incas fue la que describió Garcilaso.

En Francia los filósofos del llamado “Siglo de las Luces” utilizaron su obra para denunciar el despotismo colonial y clerical. La edición ilustrada de 1714 inspiró una de las tramas de la ópera de Jean Ph. Rameau Les Indes Galantes.

Con la independia de los pueblos americanos, la efigie del Sol de los incas se convirtió en uno de los símbolos de las nuevas repúblicas.

Justo Sahuaraura -uno de los próceres de la independencia del Perú- en los últimos años de su vida, decepcionado y ya retirado de la vida política, redactó Recuerdos de la monarquía peruana o Bosquejo de la Historia de los Incas que fue publicada en Paris, en compañía de dieciséis acuarelas, en 1850. Estaba basado en los Comentarios de Garcilaso.

LA EXPOSICIÓN DE LA BIBLIOTECA NACIONAL DE MADRID

Nuestra Biblioteca Nacional ha tenido el acierto de conmemorar el centenario de la muerte del inca Garcilaso con una magna exposición, que cerró sus puertas día dos de mayo. En ella:

Por una parte intentaba reconstruir la biblioteca que Garcilaso poseía en su casa de Córdoba y su archivo personal, apoyándose en el Inventario de sus bienes que realizaron sus albaceas testamentarios pocos días después de su muerte. Este Inventario se conserva en el Archivo Histórico de Córdoba y ha sido exhibido en esta exposición. Hay en él un total de 188 entradas que el trabajo bibliográfico de diversos especialistas ha permitido identificar casi en su totalidad
- Por otra presentaba textos, documentos y objetos varios con el propósito de “definir a este primer intelectual mestizo y la comprensión de las tensiones que esta condición implica”, como reza el catálogo de la exposición.

Garcilaso con su obra y su propia vida defendió el mestizaje “como una confraternidad en la que culturas de distinto signo se confunden en una nueva que aprovecha lo mejor de cada una de ellas para hacer avanzar a la humanidad hacia horizontes mejores”, dice Mario Vargas Llosa en su artículo “El primer peruano” incluido en el catálogo de la exposición.

Quienes hayan visto la exposición han tenido la posibilidad de contemplar los retratos de los sucesivos Incas que gobernaron Perú y cómo entre ellos se incluye, desde el momento en que esas tierras forman parte de los dominios de España, a los monarcas españoles, considerados continuadores legítimos del poder imperial incaico.

Así, por ejemplo, inmediatamente después de Atahualpa -emperador nº XIV- aparece Carlos V numerado como emperador de Perú nº XV o Felipe V mostrado como XX emperador de Perú y su hijo Luis I, efímero rey de España, como el XXI emperador de Perú, según la representación de emperadores incas que aparece en Relación histórica del viaje hecho de orden de su Majestad a la América Meridional (Madrid, 1748) de Jorge Juan y Antonio de Ulloa, quienes formaron parte de una misión de carácter científico para medir el meridiano terrestre, pero en esta obra aportaron abundantes noticias geográficas e históricas.

También se podía ver al rey Fernando VI como XXII emperador. Las ilustraciones son debidas a Juan Bernabé Palomino.

Magnífica, hermosa e ilustrativa la exposición de la Biblioteca Nacional de España.

No cabe decir lo mismo de la triste y pobre exposición con la que La Casa de América, ubicada en el antiguo palacio de Linares de la madrileña plaza de Cibeles, pretende homenajear a este escritor.

 

 

La casa Benlliure

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La Casa Benlliure

LA CASA BENLLIURE

M. D. GALLARDO LÓPEZ
En la calle de la Blanquería de la hermosa ciudad de Valencia se haya el edificio conocido como Casa-Museo Benlliure.
Este edificio fue la casa familiar del pintor valenciano José Benlliure Gil.
La Casa-Museo es muestra de la casa burguesa de clase alta de la época. Conserva estancias con mobiliario de la familia Benlliure que la habitó.
Muchos de los objetos que contiene fueron comprados en Italia por José Benlliure y su esposa para decorar su casa romana. Cuando regresaron definitivamente a Valencia los trajeron consigo.
También tiene un hermoso jardín interior en el que destacan excelentes paneles cerámicos, fechados desde el siglo XVI al XX.

Desde el año 1958 la Casa Benlliure es propiedad del Ayuntamiento de Valencia, al que le fue donada por María Benlliure Ortiz -hija de José Benlliure Gil y su esposa María Ortiz- con la condición de que se convirtiera Casa-Museo que albergara obras de su padre, José Benlliure Gil, y de su hermano, José Benlliure Ortiz.
Como Casa-Museo fue inaugurada el 25 de junio de 1982, tras costosas obras de acondicionamiento.

La hoy llamada Casa Benlliure se construyó sobre parte de lo que había sido el huerto grande del convento del Carmen. Este convento en 1835 sufrió la desamortización de Mendizabal. En el solar del huerto se edificó una casa.
En agosto de 1896 José Benlliure compró esa casa.
Entre los años 1903 y 1012 la familia la ocupó por temporadas, dado que José Benlliure vivió mucho tiempo en Roma como director de la Academia Española de Bellas Artes.
En 1912 los Benlliure se trasladaron definitivamente a ella.
La decoraron con muchos de los muebles y enseres, que comprados en Italia, habían adornado su casa de Roma.

La Casa- Museo Benlliure, además del valor y la belleza que tiene como edificio y muestra de casa de la alta burguesía de su época, contiene 150 obras de José Benlliure Gil, el dueño de la casa, y casi 200 de su hijo, el malogrado pintor José Benlliure Ortiz (Peppino).
También contiene obras de Joaquín Sorolla, de Muñoz Degraín y otros artistas contemporáneos.

José Benlliure Gil
Fue uno de los pintores valencianos más famosos del siglo XIX y comienzos del XX, así fue reconocido dentro y fuera de España.
Nació en 1855 en Canyamelar, barriada marítima de Valencia cercana al puerto del Grao, donde sus abuelos trabajaban como caseros.
Ya en Valencia, en el barrio del Carmen, asistió a la Escuela de Bellas Artes y frecuentó el estudio del pintor Francisco Domingo Marqués, al que consideró su maestro.
Llegó a ser director de la Academia de Bellas Artes de España en Roma.
En 1922 fue nombrado director del Museo de Bellas Artes de Valencia; en 1930 presidente de la Real Academia de S. Carlos.
Sus pinturas de corte costumbrista nos devuelven la Valencia del pasado, la que describe Vicente Blasco Ibáñez en sus novelas, una de las cuales - La Barraca- ilustró José Benlliure en 1929.
También practicó otros géneros.
Con Visión del Coliseo, hecha en Roma ganó una medalla en 1887 en la Exposición Nacional.
En 1888 viajó por Argel y el norte de África y se interesó por temas exóticos y orientales, tan de moda a finales del XIX.

A los ochenta y dos años, en 1937, falleció Valencia, en la casa Benlliure, gozando de enorme prestigio.

José Benlliure Ortiz
Llamado familiarmente “Pepino,” nació en Roma en 1884 y murió en 1916, a los 30 años.
Precisamente el Museo Benlliure muestra un encantador cuadro en el que Peppino niño aparece retratado el famosísimo Mariano Benlliure, su tío.
José Benlliure Ortiz fue discípulo de su padre y de Joaquín Sorolla, el otro gran pintor valenciano.

Mariano Benlliure Gil
La Casa Benlliure, como no podía ser menos, también ofrece una buena muestra de la obra de Mariano Benlliure Gil, hermano bastante más joven de José.
Algunas obras son familiares, como el encantador óleo en el que retrata a su sobrino Pepino niño o el busto-escultura de su cuñada, María Ortiz.
Destaca también un magnífico óleo de tema taurino.
Mariano Benlliure nació en Valencia 1862 y murió en Madrid en 1947, donde, en la calle Abascal, está ubicada la Fundación Mariano Benlliure. Aunque en sus inicios de dedicó a la pintura, alcanzo enorme fama como escultor.

 

 

Desenfocadas

El autor y su obra

DESENFOCADAS

M. Dolores GALLARDO LÓPEZ

El pasado mes de mayo ha tenido lugar en Rio creative Art Center de Madrid la exposición Desenfocadas, sobre un tema polémico y, desgraciadamente, siempre de actualidad en nuestra sociedad, por muy moderna que sea.

Desenfocadas era un alegato contra la violencia de género sobre la mujer; violencia que, lejos de desaparecer, está bien pujante en la vida actual, como muestran con frialdad las estadísticas que mes tras mes, año tras año, nos dan cuenta de maltratos varios y/o asesinatos.

El autor de esta muestra es Miguel Domínguez Rigo, doctor en Bellas Artes y profesor. Es también el director del centro Rio creative Art Center.

Los desenfocados rostros -temerosos, asustados, aterrados- que aparecen en los cuadros pretenden llamar nuestra atención sobre el problema. Son duros, sin concesiones.

Rostros de mujeres anónimas, que el autor nos muestra de forma desenfocada, para llamar la atención sobre la visión sesgada que solemos tener de horrores que, en no pocas ocasiones, acontecen a nuestro alrededor -el maltrato no entiende de edad o de clase social- y, además, permanecen en gran medida ocultos.

Los tipos de maltrato a las mujeres son variados. Los desenfoques que presentan los cuadros de Miguel Domínguz Rigo tambien son diferentes. El autor, con los diferentes desenfoques con los que trabaja, pretende establecer analogía con los diversos tipos de maltrato existentes.

Además de los cuadros, un video exhibía imágenes femeninas actuales, extraídas del mundo de la publicidad, del cine y de los deportes.
Imágenes que potenciaban la visión de la mujer como mero objeto... y las vemos a diario, con sólo encender la tele.
Velas, esquelas y flores, incorporadas al espacio de la exposición, reforzaban el mensaje que transmitían los cuadros.

El conjunto, aunque con marcado predominio de los cuadros, conformaba una pequeña instalación.

Rio creative Art Center es un espacio surgido hace un par de años con vocación de centro-escuela de Arte, ubicado en la renovada zona de nuestra capital conocida como “Madrid-Río”, muy cerca del puente de Segovia, en la calle Marqués de Monistrol, 5.

Cuenta con un pequeño espacio -moderno y bien planteado- para exposiciones temporales

http://creativeartcenter.es/



 

 

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