Edición nº 6 Enero/Marzo de 2009

NNarrativa

Cuentos sin plumas de Woody Allen Tusquets Editores Barcelona, 2009 464 pág.

Cuentos sin plumas
de Woody Allen
Tusquets Editores
Barcelona, 2009
464 pág.


por Ana Alejandre

Este volumen recoge los tres libros de cuentos escritos por el genial cineasta y actor cómico “Cómo acabar de una por todas con la cultura”, “Sin plumas” y Perfiles” que fueron anteriormente publicados por la misma editorial. Esta vez, los reedita como una sola obra, sabiendo de antemano la gran acogida que los escritos de este prolífico creador tiene entre el público.

El género de estos cuentos es satírico, en el que siempre ha sido un experto narrador tanto en el cine como en la literatura Woody Allen, y en el que se reafirma dicho talento en este volumen en el que hace alarde de su humor inteligente y lúcido para recrear en dichos cuentos todos aquellos temas que han servido de base para sus películas: el amor y el desamor, el sexo, tema fundamental en todas sus obras, las relaciones humanas, el caos de una sociedad neurótica que nos envuelve a todos, y los múltiples peligros que acechan al ciudadano medio y que, en el caso de Woody Allen, se multiplican por su congénita y reconocida hipocondría.

Pero todo ello siempre aderezado con su inagotable sentido del humor que le hace reírse de todo aquello que le preocupa y nos atañe a todos, y con esa mirada irónica, siempre inteligente y perspicaz, nos hace reír a los lectores al obligarnos, a través de las historias que reflejan sus cuentos, a tener que aceptar nuestra propia incapacidad para enfrentarnos y resolver los múltiples y variados problemas que nos atañen a todos, pero siempre a golpe de humor y del ejercicio de la más saludable y siempre necesaria ironía.

Es, por ello, y por el gran predicamento que tiene Woody Allen entre un público fiel y seguidor de su trayectoria fílmica y literaria, por lo que se aconseja leer este libro en el que se encuentra el más chispeante, satírico e inteligente Woody Allen que nos hace reír, pero sobre todo pensar, con el siempre inteligente ejercicio de su talento creador que esta vez nos ofrece en forma de cuentos que no son otra cosa que el reflejo de una sociedad de la que todos formamos parte y a la que sabe retratar en clave de humor y combatir con la siempre invencible arma del humor y la ironía.

Recomendable libro para todos, adeptos a Woody Allen y los que nunca han leído su prosa en la que siempre brilla su ingenio libre de toda atadura.

Narrativa

León de ojos verdes Manuel Vicent Alfaguara

León de ojos verdes

Manuel Vicent

Alfaguara


por Ana Alejandre


Esta colección de relatos, once en total, tienen el estilo inconfundible de Manuel Vicent, su lenguaje claro y directo sin alambiques, pero en él se huele el Mediterráneo y sus cielos luminosos y contraluces opalinos de los que se nutre la literatura de unos de los escritores más importantes en lengua castellana.actual.

Manuel Vicent describe, con sobriedad y ausencia de prolisidad en las descripciones, a sus personajes, dotándolos a todos ellos de una corporeidad física que parece traspasar las páginas de cada uno de sus libros, pues a todos ellos los dota de esa humanidad que desborda sus narraciones y los hace accesibles y cercanos, además de creíbles, a los personajes que pululan y transitan por las páginas de esta colección de relatos, todos ellos ambientados en los primeros años de la posguerra, cuando aún las tierras españolas olían a pólvora y sangre derramada en esa guerra fratricida.

La ambientación o escenario de cada uno de esos relatos es distinta, desde el hotel Voramar a orillas del Mediterráneo, hasta la ciudad de Ocaña, pasando por Barcelona, pero todas estas historias terminan confluyendo en el hotel mencionado que es el epicentro alrededor del que giran los demás relatos.

El lenguaje sobrio, pero cuidado y preciso, recrean el mundo personal de todos los personajes que parecen estar incardinados en un destino común que es el de superviviente de una guerra que no sólo ha trastocado sus destinos, sino que ha dado una nueva dimensión a cada historia, marcándole un rumbo insospechado.

Apenas hay diálogos, pero las situaciones se resuelven con una destreza asombrosa que pone de manifiesto la larga trayectoria literaria de un escritor que sabe que el ritmo de una narración es tan importante como lo narrado y, por ello, los giros inesperados y sorprendentes que toman las historias, en un momento dado, son como aldabonazos que quedan prendidos en el recuerdo del lector, sorprendido por la solución final con la que termina cada historia.

Libro muy recomendable para todos aquellos que les guste la literatura de calidad, pero sin renunciar a la amenidad y al más puro entretenimiento.

Artículos

A cuerpo abierto Manuel Rivas Alfaguara, 2009


A cuerpo abierto

Manuel Rivas

Alfaguara, 2009


por Ana Alejandre

Esta colección de artículos periodísticos, publicado especialmente en El País y la revista Integral, es un ejemplo excelente de lo que puede dar de sí el estilo periodístico, sin renunciar a “lo literario”, como afirma su autor al principio de esta obra.

Por ello, define a esta colección de artículos como un ejemplo de·” periodismo independiente, libre, irónico, crítico y de fábrica literaria” y al afirmar esto Manuel Rivas no exagera, porque a lo largo de sus más de trescientas páginas hace un verdadero ejemplo de lo que es el buen periodismo en sus artículos de opinión, pero siempre bajo el prisma de la calidad literaria, indudable en quien cosecha los más altos premios literarios y está considerado como uno de los mejores escritores que ha dado Galicia en el siglo XX.

En los cuatro apartados en que se divide este magnífico ejemplo de lo que puede dar la unión del artículo periodístico y la literatura que, desgraciadamente no es demasiado frecuente encontrar, su autor trata de todos aquellos temas candentes en su actualidad y de vital importancia para todos los ciudadanos, sean cuales sean su origen, ideología y condición, pero haciendo una análisis agudo, inteligente y con un lenguaje en el que se muestra el dominio que este escritor posee de su herramienta de trabajo como es la escritura, pero siempre rodeados sus textos de una acerada ironía, desparpajo y lucidez en el análisis que lod hacen muy interesantes al lector que encuentra las dos formas en las que se manifiesta el talento literario: tener algo que decir y saber hacerlo con claridad, concisión y capacidad expresiva que se pone de manifiesto en quien no sólo critica lo que ve, sino que da las pistas de cuáles son sus causas y posibles soluciones.

Todos los temas que le inquietan y sirven de comentario en sus artículos son los que están en la mente de todos quienes se sienten descontentos de una sociedad de aparente bienestar material, pero en la que cada día es más difícil vivir con un mínimo de sensación de satisfacción por los muchos y complejos problemas que nos aquejan y que son de todos, es decir, desde la amenaza de la globalización, la degradación medioambiental, la sociedad de consumo, la falta de valores, el arribismo, las injusticias y la explotación de las más débiles, de lo que es causante el materialismo que devora todo lo que toca. Aunque no olvida dar unas pistas, unas pautas de salida de este callejón que la ha perdido hace mucho tiempo, en un mensaje continuo de que todo está mal, pero tiene arreglo si nos lo proponemos y nos ponemos a trabajar en serio para conseguir solucionar el desaguisado que supone la sociedad actual, en la que el bien más preciado es conseguir más bienes en menos tiempo a costa de lo que sea, como si el poseer fuera más importante que el ser y el gozar, por lo que se da la paradoja de que mientras más se tiene menos se disfruta.

En sus artículos se encuentran patente sus ideas naturalistas, defensoras de la Naturaleza maltratada, de la educación como medio para combatir la barbarie cultural en la que estamos sumidos y la recuperación de los auténticos valores que hacen posible la convivencia en un mundo que está plagado de injusticias y de desigualdades terroríficas.

Muy recomendable su lectura, porque nadie quedará indiferente a lo que escribe este gran escritor y excelente articulista que pone el dedo en la llaga que a todos nos duele.

Ensayo

El viaje a la ficción Mario Vargas Llosa Alfaguara, 2008


El viaje a la ficción

Mario Vargas Llosa

Alfaguara, 2008


por Ana Alejandre


El soberbio ensayo que firma Mario Vargas Llosa sobre el inicio de la ficción en los albores de la Humanidad hasta nuestros días, aunque toma como referente a Juan Carlos Onetti, escritor al que analiza para explicar lo que significa la andadura de la ficción para todo ser humano y su significado de rebeldía, lucha, huída de su manifiesta frustración que supone la vida real, es uno de los libros más interesantes, perp sin academicismos ni lenguaje científico que dificultaría notablemente la comprensión de esta singular obra para toda clase de lectores, que se pueden encontrar en el panorama actual de la literatura en lengua española.

Este lúcido ensayo hace reflexionar en lo que significa la utilización de la ficción, es decir, de la mentira libremente aceptada por quien la crea como quien la disfruta tanto en novelas, dramas, comedias, relatos como en obras cinematográficas, para poder aceptar una realidad casi siempre anodina, asfixiante en su rutina y frustrante en sus logros, y la importancia que tuvo al principio de lo que llamamos civilización para que ésta fuera evolucionando desde un mundo de homínidos, sometidos a un ambiente cruel, duro, implacable y peligroso como era el de los primeros humanos, sometidos a todas clases de peligros a los que había que conjurar, dedicando para ello toda sus energías y tiempo, además de la lucha inevitable para conseguir alimentos. Fue cuando comenzó la relación oral de historias, alrededor de una fogata, en aquellas primitivas comunidades humanas, cuando surgió la chispa que haría evolucionar el lenguaje, la socialización de los humanos, la civilización propiamente dicha con todo lo que ésta tiene de relación y comunicación entre los miembros de una misma comunidad.

Es por ello, que Vargas Llosa, introduce una primera parte de esta magnífica obra, para explicar el proceso que ha sufrido la ficción a lo largo de la Historia hasta llegar a los novelistas, poetas, dramaturgos y artistas actuales que son quienes mantienen viva aquella primera forma oral de intentar escapar, a través del prodigioso túnel de la imaginación y la creación literaria y artística, de una sociedad alienante, profundamente perturbadora para el equilibrio psíquico y emocional de cada individuo que se ve sometido a una realidad que lo asfixia y a la que no ha elegido, pero de la que no puede escapar si no es a través del viaje a la imaginación, título escogido por Vargas Llosa para esta obra fascinante que hace reflexionar sobre la capital importancia que tiene la ficción para la vida de todo ser humano ya que, gracias a ella, puede evadirse, soñar, gozar y rebelarse contra una vida no vivida nada más que al compás de las normas sociales imperantes y no escogidas libremente.

Este nuevo libro de Vargas Llosa es claro, definidor y completo como para que, una vez leído, miremos a la ficción y a quienes la crean con otros ojos distintos de los habituales, porque no realizan una labor que aparentemente no sirve para nada, desde el punto de vista práctico que domina esta sociedad materialista, sino que son los nuevos chamanes, magos, brujos y hechiceros que con sus palabras, con sus obras de arte plásticas, musicales y cinematográficas, incitan al ser humano a desprenderse de esa coraza lógica en la que se ve aprisionado y le permiten volar con la imaginación, soñar, emocionarse y vivir otras vidas, sin renunciar a la propia identidad individual, en un sortilegio mental que le sirve como terapia emocional y como alimento intelectual, recreando en su propio imaginario todas esas historias que, por irreales, no son por ello menos auténticas, emocionantes, evocadoras, excitantes y plenas de belleza y que le sirven para aceptar mejor la rutina de la propia vida y le ayuda a comprender que puede y debe luchar para mejorar su realidad.

Excelente libro, de lectura amenísima, profunda, interesante y cautivadora en la que se aprecia la técnica magistral de narrador de Vargas Llosa y en la que describe, además, el proceso de escritura de su novela El hablador, precisamente la figura de aquellos primeros relatores de historias en las tribus primitivas.

Poesía

“Ráfagas” de Julia Sáez-Angulo Devenir Ediciones, 2009


“Ráfagas”
de Julia Sáez-Angulo
Devenir Ediciones, 2009

por Ana Alejandre

El nuevo poemario “Ráfagas” de Julia Sáez-Angulo es el segundo poemario que ha publicado, aunque lo considera el primero por ser el anterior un primer intento poético, sin formar un libro como éste. Su título “Ráfagas” explica muy bien su contenido, al igual que su primer título “Alcancía de versos”, que fue cambiado, por consejo editorial, por este último y definitivo de “Ráfagas”. El primero de dichos títulos por su carácter de colección de versos que han sido acuñados y escritos independientemente y guardados sin la pretensión de escribir un libro de poemas, al igual que se van atesorando moneda a moneda en una alcancía, o hucha, hasta tener un pequeño tesoro al final ; y, el segundo título y actual, porque es un conjunto de ráfagas poéticas que han ido sumándose unas a otras en forma de poema hasta que, una vez llegados a un cierto número, su autora ha comprendido que, poema a poema, había escrito un poemario completo sin habérselo propuesto, lo que define muy certeramente la frase introductoria de Francisco Brines, poeta español galardonado con el Premio Príncipe de Asturias, que encabeza el libro “Yo no hago libros, escribo poemas”. Esa frase elegida para encabezar “Ráfagas” confirma la propia idea de su autora al darse cuenta de que había escrito una serie de poemas independientes, pero que, al final, podían formar parte de una unidad temática y global como es este poemario, sin perder por ello la independencia de todos y cada uno de los poemas que lo componen.
Sin embargo hay un hilo conductor que va uniendo de forma sutil cada uno de los poemas que conforman el libro y que ha sido creado, sin la voluntad de conseguir dicho fin, por la propia dinámica creativa que lleva a un poeta a formar una obra fina,l o poemario, con las pequeñas teselas que son cada uno de sus poemas y que, unidas, forman el mosaico final de una obra poética que tiene una unidad temática, estilística y literaria.
Esta unidad se encuentra en los 67 poemas que conforman Ráfagas ya que en todos ellos aparecen tres elementos que son fundamentales para crear una obra que forme una unidad, aunque esté compuesta de varios elementos independientes: unidad de estilo literario; unidad conceptual que permite la imbricación de unos temas en otros y que, en este caso, son los que motivan cada verso; y similitud en su forma literaria y que en Ráfagas son poemas de rima libre, cortos en su extensión, la mayoría, y con una utilización del lenguaje que conforma la unidad estilística y estética de su composición que denotan el estilo personal e inconfundible de su autora.
Este poemario contiene, pues, los tres elementos anteriormente citados, ya que en sus 67 poemas se encuentra la unidad anteriormente requerida en sus tres manifestaciones: estilística, conceptual y formal.
La mayoría de los poemas que contiene este nuevo libro de Julia Sáez-Angulo son, como he dicho anteriormente, cortos en extensión, aunque hay algunos más extensos, pero son los menos, y por tener rima libre no se ajustan a las denominación de la métrica clásica, hoy en día casi en desuso por la mayoría de los poetas. De ahí que los poemas en estrofas de cuatro versos no forman serventesios ni cuartetas, según sea endecasílabos u octosílabos, ni éstos últimos se podrían considerar redondillas o coplas; ni tampoco las estrofas de tres versos forman tercetos ni tercetillas, porque al ser de rima libre la poetisa se ve liberada de seguir las formas clásicas para así, en la libertad absoluta de la forma, dar rienda suelta a su inspiración poética sin sentirse constreñida a tener que adaptar el verso a la métrica clásica y poderse expresar con la naturalidad propia de su inspiración poética libre de cortapisas, por eso de que la poesía no es rima, sino la unión de palabras que transmiten un concepto y que forman la metáfora deslumbrante de belleza poética. Ya lo dijo García Lorca al hablar de la poesía y definirla como: “La poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supo que pudieran juntarse y que forman algo así como un misterio”
Los temas de los que habla en sus poemas Julia Sáez-Angulo son múltiples y universales y sirvieron de motivo de inspiración para los poetas de todos los tiempos y culturas: el paso inevitable del tiempo, la nostalgia por lo ya perdido, las ilusiones desvanecidas, la búsqueda del sentido de la vida, la inevitabilidad de la muerte, sin olvidar la belleza de un paisaje o la evocación gozosa de un amigo ausente.

No es por ello, una poesía elegíaca la de Ráfagas, ya que no es un lamento y añoranza por lo que fue y ya no es, sino un canto al presente -sin ser tampoco una poesía celebrativa porque toda ella está impregnada de una cierta velada tristeza-, pero si una reafirmación del valor del instante en el que vivimos cada día, haciendo así patente la frase latina de “carpe diem”, es decir, el presente hay que vivirlo, gozarlo o sufrirlo porque es lo único que tenemos ya que el futuro aún no existe y el pasado fue y ya tampoco es. Esta afirmación gozosa de vivir el “aquí y ahora” entronca con la mencionada frase latina, aparecida en una oda de Horacio. “carpe diem”, es decir, la celebración gozosa del presente con todas sus consecuencias porque es lo único que existe en la corta y efímera existencia humana. Esta afirmación se encuentra en el poema “Futuro” que termina diciendo en su última estrofa:”Sólo hubo instantes fugaces/de un presente veloz” y en el titulado “Panta Rhei” que en su última estrofa dice “De pronto llega una tabla de salvación. /Palabras de sabiduría y calma: /”cada día tiene su propio afán” y en el llamado “Tiempos” que comienza con una estrofa “El pasado no existe. / Se fue dejando apenas un perfume”. Y continua en la segunda: “El presente no existe. / Recién nacido vuela inasible.” Y en la tercera estrofa. “El futuro no existe, / porque no ha llegado todavía”. Contradicción ésta de la segunda estrofa con lo dicho anteriormente, en cuanto a la realidad absoluta y excluyente del presente, aunque es una contradicción aparente porque está utilizada dicha afirmación en el sentido de que el futuro no existe pero como un recurso literario para explicar que éste es tan veloz que su propia fugacidad lo hace inaprehensible para la mente humana, negándole muchas veces la propia realidad de su existencia.Además, existe una constante en todos los poemas de Ráfagas” que se puede vislumbrar como la presencia inmanente e invisible de Dios que es, al fin y al cabo, la meta final y el referente único para que toda vida tenga sentido, valor y trascendencia. Se pueden encontrar estos ecos divinos en poemas como el titulado “Haikus del asceta” en el que la presencia de Dios está patente en las cinco haikus, a modo de estrofas, que lo conforman y que son una reiteración de la presencia invisible del Sumo Hacedor en todo aquello que rodea al asceta, pura naturaleza vibrante en su desnudez vestida por las plantas y árboles en los que se aprecia la mano divina en toda su potencia creadora de belleza y vida. Estos haikus tienen como un sutil toque panteísta: Dios está en todo, y todo lo creado es una manifestación divina.
Por otra parte, la nostalgia del amigo ausente, quizás definitivamente se puede encontrar en poemas como “Recuerdos”, o en “Sentimientos”, en el que la autora se pregunta: “¿A dónde van los sentimientos perdidos?”; también la nostalgia del paisaje ya lejano que se encuentra en algún sitio l remoto, pero no olvidado, como ofrece el poema titulado “Huerto y ciudades”. “Desde el huerto de hortalizas y flores/ de un pequeño pueblo del norte/ soñé un mundo de hermosas y grandes ciudades.”La muerte también está presente en los poemas “Muerte” y “Anciano”
En la forma también está la cromaticidad utilizado como un recurso estilístico al describir los paisajes como pueden ser los poemas “Salmodia malagueña”, “Luz de Valencia”, “Jardín valenciano” y otros poemas en los que la descripción del espacio físico parece la descripción de un cuadro, por la influencia notable que la autora tiene del arte plástico del que es crítica. Es como si el paisaje se trasladara a un cuadro, cuyo marco es el poema. No es la propia naturaleza la que describe en sus poemas, sino el cuadro que parece dibujar la propia naturaleza a su ojo crítico el que aparece reflejado en poemas como el llamado “Luz de Valencia” cuando dice: “Luz de Valencia con celada mediterránea. /Luz brillante con acentos de Sorolla/ y colores de Pinazo”.
Se encuentran en todos los poemas como una constante a tener en cuenta y que sorprende: la gran cantidad de verbos en infinitivo o en presente de indicativo, es decir, de palabras que hablan de acción, lo que le da un acento de dinamismo, movimiento y por tanto de algo que está sucediendo en este momento, queriendo quizás hacer hincapié en el valor absoluto del presente. Esto se puede ver, entre otros poemas, en “Salmodia Malagueña”, en la que aparece encabezando cada una de sus estrofas un verbo de acción en infinitivo:”Dejarse”, “Atravesar”, “Contemplar”, “Acariciar”, “Seguir”, “Fundirse”, “Gozar”, sin que esto signifique repetición, ya que son palabras distintas aunque en el mismo tiempo verbal y no son más que una reiteración de distintos términos con significado distinto que, unidos unos a otros, parecen multiplicar su significado y aunque no estén en forma imperativa, sí indican un mandato implícito necesario para conseguir el efecto que desea su autora:”Gozar con el alma en calma/ de la plenitud de Dios”, y de ahí su propio título de salmodia.
También hay en otros poemas la presencia de repeticiones que vienen a remarcar el sentido de cada verso, por ejemplo, el titulado “Calor” que termina con la misma frase todas sus estrofas “Algo que refresque el día”, lo que afianza y refuerza el concepto que la poetisa ha querido expresar en el poema: el calor sofocante, por lo que insiste en esa frase repetida que intensifica el concepto de calor. Esto también se encuentra en el poema “Nubes”, cuando comienza sus tres estrofas con la misma frase: “Cirros, cúmulos y nimbos”; y también el poema “Paisaje segoviano, Molino Viejo” que empieza todas sus estrofas con el vocablo “Allí”
nimbos".
También el recurso retórico de la aliteración, es decir la repetición de una letra o conjunto de letras, está presente, en “Ráfagas” cuando la autora de estos poemas parece querer jugar con el sonido de sílabas como “añil” y “añal”, en el penúltimo de los poemas del libro, sin título que empieza con la siguiente estrofa: “El alcalde en Alcalá/mira a la niña de aljófar/mientras dice el albañil que repare el albañal”.
Algunos de estos recursos, junto a palabras o términos arcaizantes, recuerdan en cierta forma a los modernistas de la primera mitad del siglo XX, aunque faltan muchas de sus características. Justamente Julia Sáez-Angulo reconoce en una entrevista en video realizada para Editanet, revista virtual literaria y artística, en esta misma edición y en la que colabora habitualmente, que leyó a García Lorca en su juventud, aunque se reconoce fervientemente admiradora de poetas tan distinto como es San Juan de la Cruz, al que considera cumbre de la poesía mística, además de otros muchos poetas de la actualidad que sería prolijo nombrar.
Naturalmente, todo escritor se ha embebido de todas las lecturas, de todo aquello que ha vivido, visto, oído y después en su imaginario, al igual que el crisol de los alquimistas, lo ha filtrado, mezclado y sublimado con su propio talento literario y de ahí surgen sus propias criaturas que representan a quien las ha creado, en un momento dado de su trayectoria literaria, pues la propia Julia Sáez-Angulo afirma que en la actualidad ya no escribe así, pero eso no es óbice para que este poemario sea un hijo de su propia mente, de su sensibilidad y personalidad y para conocerlo más sólo resta leerlo, ya que se puede encontrar en las páginas de Ráfagas el aliento vital de todo ser humano, en su escritura limpia y desnuda de todo artificio, que proporcionará un rato de lectura grata, porque a través de sus páginas se puede encontrar la verdad de quien es su autora y que, al fin y al cabo, es la misma naturaleza que compartimos todos los seres que somos iguales de frágiles, mortales y necesitados de encontrar el sentido de la vida que es lo único que le otorga su auténtica belleza.







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