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El Decamerón, de Giavanni Boccaccio
El Decamerón, de Giovanni Boccaccio
El Decamerón, de Giovanni Boccaccio
Ana Alejandre
Esta obra maestra de la literatura del siglo XV, tiene como subtítulo “Príncipe Galeoto” Galeoto (Prencipe Galeotto en italiano antiguo).
Obra universalmente conocida, está constituida por cien cuentos, algunos de ellos, por su extensión, se pueden considerar novelas cortas. Su autor, Giovanni Boccaccio lo escribió entre 1351 y 1353.
La obra gira sobre tes temas fundamentales: el amor, la inteligencia humana y la fortuna. Los cuentos que tratan del amor lo hacen desde el planteamiento que va desde lo erótico a lo trágico y, en todos ellos, predomina la alegría y el ingenio.
Sus protagonistas son un grupo de amigos “educados, afortunados y discretos”, siete mujeres y tres hombres, que se refugian en una villa de las afueras de Florencia para escapar de un brote de peste, enfermedad que asolaba a Europa en esa época y a Florencia en 1448, año en el que transcurre la obra,
Según una interpretación alegórica basada en la numerología medieval, las siete mujeres y tres hombres representarían las cuatro virtudes cardinales y las tres virtudes teologales (Prudencia, Justicia, Templanza, y Fortaleza; Fe, Esperanza, y Caridad). Los tres jóvenes representarían la división tripartita del alma que la cultura griega le otorga (Razón, Apetito Irascible, y Apetito Concupiscible).
De ahí que los personajes demuestran en sus acciones su propia psicología y carácter, lo que le aporta una gran credibilidad y demuestra el perfecto conocimiento psicológico de Boccaccio al crear a sus criaturas de ficción, dándoles una verosimilitud que llega a convencer al lector de su realidad carnal.
En dicho lugar permanecen durante diez días (de ahí proviene el título que viene de la unión de los términos griegos ‘déka’ que significa “diez”, y ‘hémerá’ que significa “día”, que juntos forman “decamerón” (que viene a significar “acontecimiento de diez días”) en los cuales cada uno de los amigos tiene que cotar un cuento.
El relato que narra cada uno finaliza con una canción que les sirve para bailar y que entona uno de los narradores. Estas canciones representan algunas de las composiciones poéticas más bellas que conforman la obra lírica de Boccaccio.
El Decamerón está considerado la primera obra genuinamente renacentista, puesto que solo se ocupa de cuestiones humanas, sin hacer mención de temas religiosos y teleológicos. Su extraordinaria calidad literaria proviene de la riqueza y variedad de relatos. En ellos se encuentran desde el tono solemne al eminentemente humorístico; además de estar dotados de una prosa exquisita y un agudo y certero análisis de sus personajes.
Boccaccio se inspiró para escribir esta obra en diversas fuentes: clásicos griegos y latinos, tabliaux franceses, relatos populares, sus propias observaciones que hacía de sus conciudadano, sus usos y costumbres, sabiendo extraer de todos ellos el material suficiente para escribir esta magna obra
El Decamerón fue la obra que rompió con la tradición literaria, y en la que Boccaccio supo hacen una magnífica narración en la que el ser humano es quien crea su propio destino, apartándose así de la tradición literaria en la que el hombre es un ser que estaba siempre supeditado a los designios divinos, sin que su propia capacidad de decisión pueda influir en el discurrir de su propia vida.
Está obra inspiró a Los cuentos de Canterbury, de Chaucer, de los que se ha hablado en la edición anterior de esta serie; pero, además, es un documento excepcional de la vida de la época en la que fue escrito.
El Decamerón está escrita en el vernáculo dialecto florentino, y se la considera una obra maestra de la literatura en prosa temprana en italiano.
En cuanto a su estructura narrativa, el especialista en literatura medieval, Vittore Branca, afirma en su obra Boccaccio y su época, que El Decamerón posee una estructura gótica, por lo que sus cuentos se suceden en un orden ascendente. Así en la Jornada I, el cuento está basado en los vicios y en la Jornada X, el relato del día tiene como elemento fundamental la máxima pureza.
También, este estudioso destaca la dualidad o contraposición entre lo cómico y lo trágico, pero en una dualidad de fuerzas contrapuestas en la que una de ellas no gana importancia o prevalencia sobre la otra. Al igual que se contraponen lo cortés a lo vulgar, y la heroicidad a la vileza, sin que el autor intente una enseñanza moral. Lo mismo sucede cuando se contrapone en el libro la idea del carpe diem, en contraposición al ubi sunt tradicional. Expone los vicios y virtudes humanos con la pericia y asepsia de un notario, pero sin proclamar la inferioridad o prevalencia de unos sobre otras.
El Decamerón está considerado como una obra literaria ,que anuncia la llegada del Renacimiento, por lo dicho anteriormente en cuanto a concebir al hombre como un ser racional, dueño de su destino y con total alejamiento de los elementos religiosos o míticos que lo condicionaban. Se muestra así el nuevo concepto de que la vida terrena no es el preámbulo de la vida eterna. Boccaccio hace un retrato satírico de las creencias, supersticiones e ideales medievales, lo que convierte a esta obra en un valioso exponente humanista y antropocéntrico; y una de las primeras novelas de la literatura europea que muestra la aparición de una nueva clase social, formada por la burguesía comerciante e ilustrada. No hay que olvidar que El Decamerón se escribió cuando finalizaba la Edad Media y sus estamentos sociales quedaban ya relegados al olvido.
Boccaccio convierte a Eros, el dios del amor, en el demiurgo que rige el mundo terrenal. El amor se convierte en el principal tema de esta obra literaria en todas sus vertientes: amor cortés y el amor vulgar. También, los dos sexos están destinadas al amor, pero no al amor platónico, sino al amor sensual y erótico que debe ser expresado y gozado por los scuerpo de los amantes.
Hay que tener en cuenta que Boccaccio supo encarnar en su obra la imagen que de la mujer existía en la época medieval, es decir, como un ser que tiene gran apetito carnal y es proclive a saciarlo. Por ello, se defiende en la obra la idea de que, si el marido no satisface a la mujer, esta deberá satisfacer su apetito sexual de otra forma.
Aunque el autor suele defender a la mujer y su derecho a realizarse como persona y reconoce que su mejor defensa es la palabra, de las que son auténticas expertas en su uso. no significa que en, ocasiones, no se muestre, con las costumbres de ellas, bastante crítico y llegado hasta el desprecio en algunos de los relatos.
La Inquisición incluyó a El Decamerón en la lista de libros prohibidos, instituido por el papa Pablo IV, en el año 1559. El Decamerón aparece incluido en el índice, bajo la letra B, lo que indica sus “errores intolerables”.
El Decamerón sirvió de inspiración para obras posteriores como fue Los cuentos de Canterbury, de Chaucer, ya citado anteriormente, y constituyó un referente para la futura novela cortesana, tanto en Italia como en el resto de Europa. Otro ejemplo posterior serían los Cent nouvelles nouvelles (1461).
Giovanni Boccaccio
Ana Allejandre
(?, 1313-Certaldo, actual Italia, 1375). Escritor italiano, Nunca conoció quién fue su madre, pero sí supo que era hijo natural del mercader y banquero florentino Boccaccio da Chellino, agente de la poderosa compañía financiera de los Bardi
Tampoco se conoce el lugar exacto de su nacimiento, del que existen dudas, aunque se tienen como posibles las ciudades de París, Certaldo o Florencia. Fue en esta última localidad donde creció y en la que fue educado por Giovanni Mazzuoli da Strada, quien le hizo conocer la obra de Dante, autor que fue su ídolo literario durante toda su vida.
Por sus escasas dotes para el comercio y las finanzas, fue enviado a Nápoles para estudiar literatura con los más insignes eruditos de la corte napolitana, como eran: Paolo da Perugia y Andalo Delnevo.
La corte napolitana deslumbró al incipiente escritor por su refinamiento y sensualidad, porque en ella confluían las culturas italianas, bizantina y árabe.
Ese ambiente cortesano con todo lo que significa de envidias, ambiciones, amores prohibidos y traiciones, es el escenario en el que sitúa su obra maestra El Decamerón, de la que es una figura protagonista la mujer fascinante y veleidosa, Fiammetta, hija ilegítima de Roberto de Anjou, quien recorre toda la narrativa anterior de este escritor. Igualmente, se inspira en sus propias experiencias juveniles, a las que enriquece con fulgurantes momentos literarios y con la ayuda de su imaginación portentosa.
Escribió otras tres obras en Nápoles que también son importantes Filocolo (h. 1336), que es una adaptación de la historia medieval de Floris y Blancaflor; Filostrato (1338), poema que pertenece al ciclo de la guerra de Troya; y el poema épico La Teseida (1339-1340).
Se vió obligado a volver a Florencia cuando quebró el banco de los Bardi, en 1340, ciudad en la que sufrió muchos problemas económicos y de ámbito doméstico. Sin embargo, todos estos problemas no le desanimaron para seguir escribiendo, sino que le reforzaron aún más en su vocación literaria, y le permitieron conocer de primera mano el ambiente de mercaderes al que pertenecía su familia.
Fue en esa época cuando escribió el idilio pastoril Ameta, La amorosa visión, La elegía de doña Fiammetta, escrita en prosa y Las ninfas de Fiésole, poemario escrito con versos octosílabos, y en el que trataba de amores puros.
De esa etapa es El Decamerón su obra cumbre, inspirada por la peste que hizo estragos en Florencia en 1448, año en el que empezó a escribirla y publicó en 1453. La obra obtuvo un gran éxito y eso le valió para ser propuesto, con frecuencia ,para cargos oficiales y honoríficos.
Fue nombrado embajador en Aviñón y luego en Roma. En esos años escribió Poema bucólico, compuesta por dieciséis églogas, escritas en latín e inspiradas en Virgilio. También, escribió dos obras de temas y estilos muy diferente a la anterior y entre sí: su obra Corbacho, de marcada violencia y sexualidad y De las mujeres notables, un conjunto de biografías femeninas, todas ellas loables.
Seguía teniendo problemas económicos en 1362, que fue el año en el que se retiró a Certaldo, donde sufrió una grave crisis espiritual que le hizo renegar y avergonzarse de El Decamerón, y continuar dedicado a sus estudios y a las prácticas religiosas. Fue ordenado sacerdote y ocupó el cargo de confesor en 1360., en un cambio asombroso y drástico de su vida anterior.
Fue también antecesor de la cultura renacentista en esa etapa de madurez literaria y humana, pues se dedicó a comentar las obras de Dante, en la iglesia de San Stefano de Badia, según le solicitaron nobles florentinos. También, se dedicó a realizar una rigurosa compilación de la mitología clásica. Su humanismo y profunda religiosidad le sirvieron para tomar contacto con Petrarca, con quien entabló una profunda amistad. A raíz de la muerte de este último, en 1374, Boccaccio se sumió en una crisis de honda tristeza.
A partir de ese momento, toda su obra se impregna de una continua lamentación por la muerte de su gran amigo y poeta, y por lo que su muerte suponía de desolación espiritual para él.
A pesar de su rechazo, en sus últimos años de espiritualidad y retiro, hacia la obra que lo encumbró a la fama, El Decamerón, esa brillante descripción, entre la más absoluta alegría entusiasmo, alabanza y cinismo de la vida galante y disoluta, sus cien cuentos son el espejo más nítido y fiel de los vicios, pecados y degradación de la sociedad de su época.
Es en esta obra maestra del siglo XV, donde la grandeza literaria de Boccaccio se puso de manifiesto en todo su esplendor y ha quedado como un legado de exquisita literatura de un hombre que alabó el carpe diem,. lo vivió en toda su plenitud, para pasar, años más tarde, a una vida de estudio y oración en la que su pasado y su obra más insigne era el recuerdo de unos años y una vida que le parecían ya tan lejanas como incomprensibles.
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