Edición nº 5 - Noviembre y Diciembree de 2008

Escritores y sucedáneos


por Ana Alejandre

El mundo literario es heterogéneo, múltiple y vario en cuanto al número de escritores, estilos, tendencias, lenguajes y obras; pero, en los últimos tiempos, esta multiplicidad creativa se ha visto aumentada por aquellos que, sin otro bagaje ni talento que el más absoluto sentido del oportunismo, se lanzan a publicar, apoyados por los grandes sellos editoriales, con el único mérito de ser la pareja, hijo, hermano o ex de alguien conocido, famoso o, simplemente, poderoso; o bien el escritor incipiente es conocido en otra parcela de actividad profesional totalmente alejada de la literatura, y esa supuesta fama propia, o de su consorte, familiar o ex pareja, es el único mérito reconocido y reconocible para lanzar a bombo y platillo supuestas obras literarias que, además, cuentan con el beneplácito de las grandes editoriales que le dedican todo el armamento publicitario del que disponen para hacer llegar hasta el público aquel bodrio en forma de libro, pero del que se esperan cuantiosas y suculentas ventas.

El libro, así, pasa de ser un bien cultural, transmisor por excelencia de obras literarias o científicas y, por ende, del conocimiento y saber humano, a mero objeto mercantil sin más valor que el que le proporcione a esos escritores sucedáneos sin ninguna preparación, vocación ni oficio, y a las editoriales que los apoyan, excelentes beneficios económicos que son en sí el único fin o motivo para que esas obras inclasificables en su contenido y ausencia de calidad vean la luz, porque quienes compran esos libros no están adquiriendo nada más que bazofia, pero bien editada y mejor publicitada.

Además de ese producto de la mercadotecnia editorial sin valor literario o cultural alguno, están aquellos libros escritos en forma de refritos de libros ya editados y sin calidad alguna de famosos escritores de subgéneros populares y pseudo literarios, casi siempre extranjeros, y que hábiles "negros editoriales" saben plagiar, en parte, y sumarle otra de su propia cosecha, para que salgan a la venta, supuestamente firmados por famosos de la televisión, el espectáculo, el deporte o la aristocracia que no han puesto ni una coma en semejante esperpento editorial y que, una vez denunciado el plagio, en todo o en parte, de la supuesta obra original del famoso de turno, se monta el escándalo para vergüenza del famoso convertido, por obra y gracia de la labor copista y experta en hacer refritos del profesional pagado por la editorial -como sucedió con la famosa presentadora de televisión Ana Rosa Quintana quien se vio envuelta en un escándalo sin precedentes al demostrarse que el libro que había salido a la venta no era más que un subproducto editorial, además de un descarado plagio de una obra ya publicada de Daniel Steel y de otra escritora, Ängeles Maestretta, aunque la mencionada presentadora de televisión alegaba que había sido un error a la hora de escribir en el ordenador "su obra" en la que había intercalado "sin darse cuenta" párrafos de la ya publicada por las escritora antes mencionadas, aunque nada de lo que dijo era cierto ya que el encargado o "negro" de realizar tan desaguisado y con tal torpeza resultó ser un ex cuñado suyo, periodista profesional, para más señas.

A todo ello, hay que sumar otros libros escritos, aunque hay que hacer un esfuerzo de credulidad e inocencia para ello, y publicados por otras famosos presentadores de televisión, en forma de libros del tipo tan comercial como los titulado "Cómo...." que han proporcionado excelentes beneficios a los supuestos escritores, aunque muchos de ellos, y para curarse en salud, aseguraban no haber puesto ni una coma en tal supuesta obra de su autoría, aunque otros prefieren no afirmar ni negar nada porque estropearían el caro marketing que la empresa editorial de turno paga por publicitar semejantes obras originales de quien sólo ha permitido que pongan su nombre en la portada, previo pago de una exorbitante cantidad de dinero, y la firma puesta en el contrato es lo único que ha escrito de su supuesta obra, millonaria en ventas y en cándidos compradores y lectores.

También, existen libros escritos, supuestamente y mientras no se demuestre lo contrario, por cónyuges de escritores famosos y premios Nobeles, así como de esposas de banqueros, de toreros, o firmados por "hijos de" que también son pagados, publicados y anunciados como grandes lanzamientos editoriales y que no resisten la lectura de la primera página, por ser sólo el producto del tirón de la fama que, de forma implícita, le da quien no figura como autor, pero de cuya relación conyugal, filial o fraternal se benefician el libro, su aparente autor y la editorial que lo publica, sabiendo que éste es el único y suficiente mérito para ser publicado y que compensará el gasto de su edición, además de obtener pingues beneficios, unos y otros, menos el lector que compra algo que le venden como literatura, memorias o de esos manuales todo terreno titulados con títulos semejantes a "Cómo hacerse famoso y vivir del cuento", cuando lo único que compra quien lo paga, es decir, el sufrido lector, es literatura-basura o simple tomadura de pelo, pero eso sí, firmado por la mujer, el hijo, el hermano o la madre de alguien famoso y, por ello, los compradores del bodrio en cuestión creen que merece la pena pagar los euros que cuesta para poder tocar y palpar desde cerca un poco de esa gloria que el ejemplar en cuestión conlleva por haber sido escrito por alguien tan cercano al famoso de turno y que ,además de ser familiar suyo, es aficionado a vivir del cuento, nunca mejor dicho.

Mientras tanto, verdaderos escritores con vocación, talento y preparación se ven y se las desean para conseguir que las más prestigiosas editoriales les publiquen sus obras, conformándose muchas veces por hacer de "negros", lectores o correctores de estilo, o dedicarse a oficios o profesiones no relacionados con la literatura, ya que tienen todos los elementos para ser escritores y, además, buenos, pero les falta el ingrediente que en España se cotiza más que ninguno para ser publicado por los grandes sellos editoriales que son los que dan el respaldo necesario para cualquier escritor, y esos requisitos imprescindibles se resumen en uno: la fama previa y necesaria, obtenida por la causa que sea y sin relación alguna con la literatura. El libro que no venga acompañado de la fama previa de su autor es lo que le impide que ninguna editorial lo publique, aunque sean obras de calidad, pero de autores desconocidos para el público, lo que hace peligrar las posibles ventas que es, al fin y al cabo, el único baremo que las editoriales miran a la hora de publicar a un determinado autor, con independencia de su calidad literaria, su talento creador y su bagaje cultural.

Estas cualidades son, por lo visto y suficientemente demostrado en multitud de ocasiones, lo que menos importa a la hora de ser escritor con aspiraciones a ser publicado, porque las editoriales, empresas sometidas al imperio de las leyes del mercado, no miran la calidad del producto, o sea, del libro que ofrecen al público, sino de lo conocido que es el nombre de su autor, real o supuesto, aunque la obra editada sea, simplemente, un refrito, un plagio disfrazado de obra original, una proyección de la vanidad de su supuesto y famoso autor, con fama propia o derivada, y, lo más lamentable aún, un simple producto mercantil sin ninguna relación con la literatura, la cultura o lo que debe ser un libro: la edición de una obra producto del pensamiento, talento creador o conocimientos en cualquier área del conocimiento de su autor , pero siempre con la calidad exigible y necesaria para ser considerado un transmisor de la cultura y nunca un mero objeto de mercadeo que sólo proporciona dinero a supuestos, o verdaderos, autores y editores y, sobre todo, vergüenza a los lectores.















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Novela (Hispanoamérica)

Carlos Fuentes llega con «La voluntad y la fortuna» (Alfaguara), donde continúa un ciclo que abrió hace cinco décadas con su primera novela «La región más transparente».

Alfaguara publica elonuevo libro de Jorge Volpi, «El jardín devastado» y también la novela «Aprendiz de Homero», de Nélida Piñón.

Jaime Bayly, publica «El canalla sentimental» (en Planeta).

Hay que destacar la lectura personal que hace Mario Vargas Llosa de la obra de Juan Carlos Onetti, desde sus primeros cuentos y publicaciones hasta las últimas de sus novelas, en «El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti» (Alfaguara).




Best-seller

En relación al l «best-seller», John Grisham publica «La apelación» (Plaza y Janés); Dominique Lapierre, «Un arco iris en la noche» (Planeta) y Geraldine Books edita «Los guardianes del libro» (RBA), que narra la historia de un preciado libro judío, por su antigüedad, que es salvado de los nazis y de la guerra de los Balcanes.

Novela negra.

Alfaguara publica «Un asesinato piadoso», de José María Guelbenzu; Tusquets saca «El chino», de Henning Mankell ,y Ediciones B, «El asesinato en la carretera», de James Ellroy.

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