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Introducción

Continuamos ofreciendo las figuras de los poetas que han sido galardonados con el Premio "Miguel de Cervantes", el más importante galardón de las letras españolas.

En esta ocasión, tratamos de la figura de Octavio Paz, poeta, narrador y ensayista mexicano que recibió elPremio de Literatura en Lengua Castellana "Miguel de Cervantes" en 1981 y Premio Nobel de Literatura en 1990.

 

 

Biografía de Octavio Paz

Octavio Paz, poeta, narrador y ensayista mexicano, Premio Cervantes 1981 y Premio Nobel de Literatura, 1990.

Ana Alejandre


Poeta, y ensayista, nació el 31 de marzo de 1914, en plena Revolución Mexicana, en Mixcoa que ,actualmente, forma parte de la ciudad de México. La biblioteca de su abuelo Ireneo Paz, fue su lugar predilecto en la infancia, en la que jugaron una gran influencia su madre, Josefina Lozano, su tía, Amalia Paz Solárzano y su ya mencionado abuelo, soldado que había estado alistado en las fuerzas de Porfirio Díaz y era un intelectual de tendencia liberal y novelista.

La figura de su padre, Octavio Paz Solárzano, también ejerció mucha influencia en su formación, aunque estuvo muchas veces ausente en la vida de Octavio Paz, hijo, por sus actividades políticas, ya que había sido escribano y abogado que había prestado sus servicios a Emiliano Zapata y participó activamente en la reforma agraria que se realizó después de la Revolución, además de ser diputado y miembro activo del movimiento vasconcelista.

Por las actividades de su padre, que había sido enviado como representante de Zapata a Estados Unidos, en 1916, en dicho país comenzó la educación de Octavio Paz, y continuó en México, donde regresó la familia cuatro años después, estudiando en el Colegio Williams, en Benito Juárez, la preparatoria en el Colegio Francés Morelos (hoy Centro Universitario México, en dicha ciudad), y cursó las licenciaturas de Derecho y Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Cuando contaba 17 años publicó su primer poema Cabellera y fundó la revista Barandal, con la que comienza su labor encaminada a la creación y difusión de revistas literarias. Su primer poemario Luna silvestre fue publicado en 1933 y también fundó la revista Cuadernos del Valle de México.

Tras fallecer su padre, en 1936, a causa de un accidente ocasionado por su estado de embriaguez, Octavio Paz vino a España para alistarse en el bando republicano y fue miembro de la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Regresó a Méjico, antes de finalizar la Guerra Civil española, y tomó contacto con Jorge Cuesta y Xavier Villaurrutia, además, publicó ¡No pasarán! y Raíz del hombre. Junto a Efraín Huerta y Rafael Solana, entre otros, fundó la revista Taller en 1938, en la que participaron los escritores españoles de su generación exiliados en México. y también participó en la creación de la llamada El Hijo Pródigo.

Una vez finalizados sus estudios, viaja a Yucatán, en 1937, formando parte de las misiones educativas del General Lázaro Cárdenas, para enseñar como maestro rural en una escuela para hijos de campesinos y obreros de Mérida. Poco más tarde, en 1938, contrajo matrimonio con la escritora Elena Garro, -de la que se separó en 1959- con quien tuvo una hija, Laura Elena. Con su esposa viajó a España, en el mismo año de su boda, invitado como miembro de la delegación mexicana para participar en el Congreso de Escritores Antifascistas que se celebró en Valencia, solidarizándose con la causa republicana. En esta ciudad, publicó Bajo tu clara sombra y otros poemas sobre España, también en 1938, y tomó contacto con los intelectuales de la II República, algunos poetas de la revista Hora de España que le influenciaron mucho por su ideología y obra poética en su obra de esos años, y conoció al poeta chileno Pablo Neruda.

Un año después publicó A la orilla del mundo y Noche de resurrecciones Su poema, Entre la piedra y la flor, que escribió cuando ejercía de maestro rural, salió publicado en 1941 (y posteriormente revisado en 1976), poema que muestra la tragedia del campesino yucateco y su terrible explotación.

En 1942, a instancias de José Bergamín, dio la conferencia titulada Poesía de soledad, poesía de comunión, en la que expuso sus diferencias con la generación anterior y trató de aunar las voces poéticas de Villaurrutia y Neruda.
Se trasladó para estudiar en la Universidad de California, Berkeley, en los Estados Unidos, en 1943, por haberle sido otorgada la Beca Guggenheim, donde descubrió la poética en lengua inglesa. Se incorporó al Servicio Exterior Mexicano, en 1946, y fue enviado a París, ciudad en la que permaneció hasta 1951. Gracias al poeta surrealista Benjamin Péret, conoció a André Breton y entabló amistad con Albert Camus y otros muchos intelectuales europeos e hispanoamericanos en el París de la posguerra. Su estancia y relaciones mantenidas en la capital francesa, ejercieron una importantísima influencia tanto en sus concepciones estéticas, poéticas y políticas, y su alejamiento total del marxismo, además de su acercamiento al surrealismo y su interés creciente por otros temas. Empezó a colaborar en la revista Esprit y, también, durante su estancia en Francia publicó El laberinto de la soledad (1950), ensayo antropológico que ofrecía una gran novedad conceptual y de planteamiento sobre el pensamiento plural y la identidad mejicanos. ¿Águila o sol? (1951), de gran influencia surrealista, y El arco y la lira (1956), séste último u esfuerzo más significativo y profundo por crear una poética.

Se traslada a la India, y permaneció en dicho país, destinado en la embajada mejicana, desde enero a marzo de 1952, y desde este mes hasta enero de 1953 reside en Japón para realizar la misma labor en la embajada de su país, hasta que regresa de nuevo a Méjico para dirigir la oficina de Organismos Internacionales de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

De regreso a su país,1953,tuvo un papel muy importante en la fundación de la Revista Mexicana de Literatura, en 1955, en la que predominaba la llamada "tercera vía", idea política que significaba su desvinculamiento total de la derecha y de la izquierda políticas, idea que procedía de París, de León Blum. En dicha revista colaboró durante cuatro años hasta que marchó nuevamente a Francia, país en el que estuvo destinado hasta 1959, año en el que fue designado embajador en la India. En ese mismo año se unió a Bona Tibertelli de Pisis, relación que duró hasta 1965, mientras era embajador de Méjico en la India, ya que en 1964 había conocido a Marie-José Tramini, de nacionalidad francesa, con la que contrajo matrimonio, dicho año ,que ha sido su última esposa. En 1956 le fue otorgado el Premio Xavier Villaurrutia.

Publicó sus poemarios Salamandra (1961) y Ladera Este (1962), que recoge su producción literaria de la India y que incluye su segundo poema largo Blanco.

La década de los 60 fue muy fructífera para Octavio Paz: Obtuvo el Gran Premio Internacional de Poesía en 1963. También publicó en esa década el ensayo Cuadrivio (1965), escritos sobre poesía dedicados al español Luis Cernuda, al portugués Fernando Pessoa, al mexicano Ramón López Velarde y al nicaragüense Rubén Darío. En años posteriores, publicó Puertas al campo (1966) y Corriente alterna (1967), en los que muestra la gran y rica variedad de sus intereses poéticos y culturales : la poesía experimental, la antropología, Japón y la India, el arte de Mesoamérica, la política y el Estado contemporáneos. A consecuencia de la masacre de Tlatelolco, en Méjico, en 1968, producido por el "Movimiento de 1968 de México" , y que impidió la celebración de los Juegos Olímpicos, dimitió de su cargo de embajador en la India, donde se encontraba destinado entonces, manifestando así su desacuerdo con el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.

Durante el gobierno de Lúis Echevarría, en 1971, fundó la revista Plural, a la que definió como "elegante fusión de literatura y política" -a la que dirigió hasta su desaparición, en 1976-, publicación en la que colaboraron varios de los escritores más importantes de la generación posterior a la suya. Ese mismo año de 1971, publicó el poema en prosa El mono gramático, en el que aúna reflexiones filosóficas, ideas poéticas y amorosas. también, publicó en 1974 Los hijos del limo, como recapitulación de la poesía moderna, y en 1975, escribió Pasado en claro, título de otros de sus largos poemas, que fue recogido en Vuelta (1976), obra ganadora del Premio de la Crítica en Barcelona. A pesar de la ilusión puesta en el gobierno de Echevarría, no tardó en retirarle su confianza por el escaso interés que mostró dicho dirigente para investigar las causas y culpables de la matanza de Tlatelolco de 1968, y en San Cosme de 1971, lo que demostraba que seguía todo igual, políticamente hablando, en su país.

A partir de su abandono de la vida diplomática, en los años sucesivos impartió clases en diversas universidades estadounidenses, como son las de Texas, Austin, Pittsburgh, Harvard y Pensilvania.

Fundó Vuelta, en 1977, revista que al igual que en Plural, en la que se hacía patente la gran influencia del liberalismo, lo que ponía de manifiesto la "reconciliación" del escritor con esa ideología. Dirigió dicha publicación hasta su muerte y la revista fue cerrada entonces.

Paz denunció las continuas violaciones de los derechos humanos de los distintos regímenes comunistas, lo que le ocasionó mucho rechazo y enemistad por parte de los grupos de izquierda de toda Latinoamérica y del estudiantado universitario. Sin embargo, sus críticas hacia los regímenes capitalistas no fueron menos acusados que contra el marxismo, porque atacaba a sus políticas públicas, nacidas e influenciadas por el marco neoliberal que imperaba en los países de ideología y gobierno capitalistas.

Dos años más tarde, publicó obras como El ogro filantrópico (1979), en la que vertía sus reflexiones políticas. su obra Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la fe, retrato de sor Juana y de la sociedad mejicana del siglo XVII.

Recibió el Premio Cervantes, en 1981, y al año siguiente, se publicó Árbol adentro, último volumen de poesía publicado de Paz. Se le otorga el Premio Nobel de Literatura en 1990 y fue entonces cuando publicó La otra voz y Poesía de fin de siglo, que recoge sus últimas reflexiones acerca del fenómeno poético. En 1993, fue publicada La llama doble: amor y erotismo, y en 1995, Vislumbres de la India.

Octavio Paz falleció, el 19 de abril de 1998, en la Casa de Alvarado, en el barrio de Santa Catarina, en Coyoacán, Ciudad de México, casa que le había sido concedida por la presidencia de la República en enero de 1997, ya muy enfermo, con motivo del incendio que destruyó su vivienda y buena parte de su biblioteca. A su fallecimiento, la Casa Alvarado fue sede de la Fundación Octavio Paz, pero después y hasta el presente lo es de la Fonoteca Nacional, como si el olvido quisiera borrar el nombre del poeta y ensayista al que se conoce como "el más grande pensador y poeta de México" .
Nota.- La palabra "México" tiene su equivalencia en español "Méjico", por lo que se utilizan ambas cuando conviene, respetando la primera forma cuando forma parte de un nombre propio de institución o publicación de dicho país.

 

Apuntes acerca de su obra:

Ana Alejandre

Octavio Paz, fue un pensador y poeta dotado de una personalidad exigente y polifacética que ha sabido plasmar en toda su obra, porque intentó siempre unir y exponer sus muchos y variados intereses, pero siempre desde una sólo voz, dotada de la rica herencia plural que conforman su cultura natal.
Siempre interesado por la cultura de los países que visitaba y en los que vivía, buscaba en todas ellas las coincidencias y divergencias de unas con otras, que no sólo enriquecían su obra, sino que le permitía crear nuevos espacios estéticos y de pensamiento que ayudaran a la mejor comprensión del mundo y sus múltiples expresiones y variantes culturales y artísticas.
Como punto de partida siempre partía del territorio mejor conocido por el poeta y ensayista, como es el propio yo, y desde el mismo se adentraba en el siempre misterioso mundo poblado de criaturas distintas, polimorfas, plurales y diversas, y llegaba hasta el mágico territorio del amor, lo que no sólo le propiciaba la escritura de poemas, sino la multitud de reflexiones sobre temas concretos y diversos de nuestra época, porque todo le interesaba, todo le atraía para utilizarlo como base a su obra poética y ensayística.
Su estilo no puede ser clasificado en ninguno en concreto, a pesar de que, al comienzo de su labor creadora, le titularon de neomodernista; después, de poeta existencial, aunque, a veces, también lo calificaban de surrealista, porque el propio Paz afirmaba la gran importancia que tuvo el surrealismo y sus más importantes representantes en su formación -en su período parisino de la década de los 40 del pasado siglo-, quienes, para entonces, estaban muy cercanos a los libertarios.
Aunque no se puede incardinar plenamente en ninguno de estos estilos, sí lo hace en todos ellos porque tuvo influencias evidentes e importantes de todos, ya que siempre permanecía abierto a las nuevas tendencias. Constantemente hizo de la experimentación una forma de trabajo y búsqueda constante, lo que dio como resultado una obra singular y original como pocas, dotada de un profundo lirismo y de plasticidad abrumadora, porque a través de sus creaciones poéticas creó imágenes de una perturbadora belleza.
Como se ha dicho antes, todos los temas le preocupaban y desde los eminentemente sociales que protagonizaron sus primeros ensayos, pasó a los temas existenciales los que llamaron su atención y configuraron su obra posterior: la soledad y la incomunicación, sobre todo. Especialmente le obsesionaba su intento de huir del tiempo, por lo que volcó su atención e interés en lo espacial, omitiendo la alusión temporal, por lo que él llamaba a sus creaciones poéticas "topoemas" (del griego "topo" que significa "lugar", y "poema", creación poética) -como oposición a la poesía temporal-, a la que forma, además de con palabras, con imágenes aludidas o explícitas, por su alto contenido de expresividad que tienen siempre éstas, plenas de sugerencias. Estos recursos lo utilizaron mayormente los surrealistas que, como el propio Paz afirma, le influyeron en su obra.
Su poesía, por tanto, es una poesía a la que se podría considerar minoritaria, intelectual, pero plena de un rico caudal de belleza lírica que transforma la realidad y le dota de un nuevo sentido que el poeta le otorga a las palabras como artífices de su mundo poético.

 

 

Bibliografía y premios de Octavio Paz

Octavio Paz, poeta, narrador y ensayista mexicano, Premio Cervantes 1981 y Premio Nobel de Literatura, 1990.

OBRAS

Poesía
1933 - Luna silvestre
1938 - 1946 - Puerta condenada
1937 - La rama
1942 - A la orilla del mundo, recopilación
1949 - Libertad bajo palabra, libro dividido en 5 secciones (Bajo tu clara sombra, Calamidades y milagros, Semillas para un himno, ¿Águila o sol? y La estación violenta) que incluye, entre otros, el poema Piedra de sol. De esta obra Paz hizo otras tres ediciones, con sucesivas correcciones, omisiones y reposiciones
1962 - Salamandra
1966 - Blanco, escrito en tres columnas y permite diferentes lecturas
1969 - La centena, selección de su poesía escrita entre 1935 y 1968
1969 - Ladera este
1972 - Le singe grammairien, traducción francesa de Claude Esteban publicada por el editor Albert Skira en Ginebra (Suiza). La versión en castellano, El mono gramático, apareció en 1974.
1975 - Pasado en claro
1976 - Vuelta
1979 - Poemas (1935-1975)
987 - Árbol adentro
1989 - El fuego de cada día, selección realizada por Paz de su poesía escrita a partir de 1969

Ensayo

1950 - El laberinto de la soledad
1956 - El arco y la lira
1957 - Las peras del olmo
1965 - Cuadrivio
1966 - Puertas al campo
1967 - Corriente alterna
1967 - Claude Levi-Strauss o el nuevo festín de Esopo
1968 - Marcel Duchamp o el castillo de la Pureza, con su reedición ampliada Apariencia desnuda (1973)
1969 - Conjunciones y disyunciones
1969 - Posdata, continuación de El laberinto de la soledad.
1973 - El signo y el garabato
1974 - Los hijos del limo
1974 - La búsqueda del comienzo (escritos sobre el surrealismo) (2a. edición: 1980)
1979 - El ogro filantrópico
1979 - In-mediaciones
1982 - Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe
1983 - Tiempo nublado
1983 - Sombras de obras
1984 - Hombres en su siglo
1985 - Pasión crítica, conversaciones con diversos interlocutores
1988 - Primeras letras, colección de sus prosas de juventud
1990 - Pequeña crónica de grandes días
1990 - La otra voz. Poesía y fin de siglo
1991 - Convergencias
1992 - Al paso
1993 - La llama doble
1994 - Itinerario
1995 - Vislumbres de la India

Traducciones:

Versiones y diversiones (1973; traducciones poéticas).
Sendas de Oku, de Matsuo Basho (1957).
Antología de Fernando Pessoa (1959)
Bibliografía Adolfo Castañón et al. Festejo: 80 años de Octavio Paz. México, 1994.
Enciso, Froylán. Andar fronteras. El servicio diplomático de Octavio Paz en Francia (1946-1951), 2008.
Fernández Cozman, Camilo. El cántaro y la ola: Una aproximación a la poética de Octavio Paz, 2004.
García Viera, Abelardo M. Tránsito poético e intelectual de Octavio Paz, 1999.
González, Javier. El cuerpo y la letra: La cosmología poética de Octavio Paz, 1988.
Herrera, Karla I. Dos grandes latinoamericanos, 1999.
Kwon Tae, Jung Kim. El elemento oriental en la poesía de Octavio Paz, 1989.
Mario Pinho. Volver al ser: Un acercamiento a la poética de Octavio Paz, 1997.
Medina, Rubén. Autor, autoridad y autorización: Escritura y poética de Octavio Paz, 1999.
Murillo González, Margarita. Polaridad-unidad: Caminos hacia Octavio Paz, 1987.
Ojeda, Jorge Arturo. La cabeza rota: La poética de Octavio Paz, 1983.
Perales Contreras, Jaime. Paz y Neruda: Historia de una amistad/Revista Américas (Organización de los Estados Americanos), julio de 2008.
Peralta, Braulio. El poeta en su tierra. Diálogos con Octavio Paz. México, 1996.
Elena Poniatowska. Octavio Paz: las palabras del árbol, Plaza Janés, México, 1998.
Santí, Enrico Mario . El acto de las palabras: Estudios y diálogos con Octavio Paz, 1997.* Ulacia, Manuel. El árbol milenario: Un recorrido por la obra de Octavio Paz, 1999.
Santi, Enrico Mario. Luz espejeante, 2009.
Salgado, Dante. Camino de ecos: Introducción a las ideas políticas de Octavio Paz, 2002.
Salgado, Dante. Espiral de luz: Tiempo y amor en 'Piedra de sol' de Octavio Paz, 2003.
Guillermo Sheridan. Poeta con paisaje: Ensayos sobre la vida de Octavio Paz, Ediciones ERA, México, 2004.
Guillermo Sheridan. El filo del ideal: Octavio Paz en la guerra civil, Editorial Visor, Madrid, 2008.
Guillermo Sheridan. "Octavio Paz, editor de revistas", revista Letras Libres, México, 2008.
Stanton, Anthony . Las primeras voces del poeta Octavio Paz, 1931-1938, 2001.
Vergara, Gloria. Visiones de Octavio Paz, 2008

PREMIOS Y DISTINCIONES:

Premio Xavier Villaurrutia 1957 por El arco y la lira.
Miembro de El Colegio Nacional a partir del 1 de agosto de 1967.
Premio Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura 1977.
Premio Jerusalem 1977
Doctorado Honoris Causa por la Universidad Nacional Autónoma de México 1978
Premio Ollin Yoliztli 1980
Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Harvard 1980
Premio Cervantes 1981
Premio Internacional Neustadt de Literatura 1982
Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán 1984
Premio Internacional Alfonso Reyes 1985
Premio Mazatlán de Literatura 1985 por Hombres en su siglo
Premio Internacional Menéndez Pelayo 1987
Premio Nobel de Literatura 1990
Gran Oficial de la Orden al Mérito de la República Italiana 1991
Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 1993 a su revista Vuelta
Miembro honorario de la Academia Mexicana de la Lengua a partir del 26 de agosto de 1997
Premio Nacional de Periodismo de México 1998 en reconocimiento a su trayectoria.[21]

 

 

Poemas de Octavio Paz

Octavio Paz, poeta, narrador y ensayista mexicano, Premio Cervantes 1981 y Premio Nobel de Literatura, 1990.

BAJO TU CLARA SOMBRA

Un cuerpo, un cuerpo solo, un sólo cuerpo
un cuerpo como día derramado
y noche devorada;
la luz de unos cabellos
que no apaciguan nunca
la sombra de mi tacto;
una garganta, un vientre que amanece
como el mar que se enciende
cuando toca la frente de la aurora;
unos tobillos, puentes del verano;
unos muslos nocturnos que se hunden
en la música verde de la tarde;
un pecho que se alza y arrasa las espumas;
un cuello, sólo un cuello, unas manos tan sólo,
unas palabras lentas que descienden
como arena caída en otra arena….

Esto que se me escapa,
agua y delicia obscura,
mar naciendo o muriendo;
estos labios y dientes,
estos ojos hambrientos,
me desnudan de mí
y su furiosa gracia me levanta
hasta los quietos cielos
donde vibra el instante;
la cima de los besos,
la plenitud del mundo y de sus formas.


A TRAVÉS

Doblo la página del día,
escribo lo que me dicta
el movimiento de tus pestañas.
*
Mis manos
abren las cortinas de tu ser
te visten con otra desnudez
descubren los cuerpos de tu cuerpo
Mis manos
inventan otro cuerpo a tu cuerpo.
*
Entro en ti,
veracidad de la tiniebla.
Quiero las evidencias de lo oscuro,
beber el vino negro:
toma mis ojos y reviéntalos.
*
Una gota de noche
sobre la punta de tus senos:
enigmas del clavel.
*
Al cerrar los ojos
los abro dentro de tus ojos.
*
En su lecho granate
siempre está despierta
y húmeda tu lengua.
*
Hay fuentes
en el jardín de tus arterias.
*
Con una máscara de sangre
atravieso tu pensamiento en blanco:
desmemoria me guía
hacia el reverso de la vida.

ACABAR CON TODO

Dame, llama invisible, espada fría,
tu persistente cólera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,
oh mundo desangrado,
para acabar con todo.
Arde, sombrío, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.
Arde en el vasto cielo, laja y nube,
bajo la ciega luz que se desploma
entre estériles peñas.
Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente,
de raíces heladas y sedientas.
Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
arde dentro del aire hueco,
horno invisible y puro;
arde como arde el tiempo,
como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento;
arde como la soledad que te devora,
arde en ti mismo, ardor sin llama,
soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
oh mundo seco,
para acabar con todo.


ÁRBOL QUIETO ENTRE NUBES

Aquel joven soldado
era sonriente y tímido y erguido
como un joven durazno.
El vello de su rostro se doraba
con el rubor de los duraznos
al amarillo sol de mediodía.
Sus ademanes eran
como los ademanes del durazno
cuando el viento lo mueve, en la colina.
Si sonreía era su sonrisa
un imprevisto florecer durazno.
Una ráfaga a veces lo nublaba
y entonces, serio, ensimismado,
era un durazno al aire, deshojado.
Jugaba con los niños, en la tarde,
con un fervor nostálgico, lejano,
con la misma ternura de la ola
que se aleja volviendo la cabeza.
Un viento melancólico barría
nubes en flor, apenas nubes,
y en el jardín volaban hojas
¡oh despeinada primavera!
Árbol quieto entre nubes, hojas, niños,
se preguntaba aquel soldado:
¿Es nube todo, todo es hoja, viento?
¿Los familiares árboles son nubes?
¿Esta rama que toco, esta corteza,
estos niños, son nubes? ¿Nube el sueño
y la muchacha aquella y su perfume,
fantasma de la carne, nube, espuma
apenas sostenida por el viento?
Y se alejó, callada nube negra.


COMO QUIEN OYE LLOVER

Óyeme como quien oye llover,
ni atenta ni distraída,
pasos leves, llovizna,
agua que es aire, aire que es tiempo,
el día no acaba de irse,
la noche no llega todavía,
figuraciones de la niebla
al doblar la esquina,
figuraciones del tiempo
en el recodo de esta pausa,
óyeme como quien oye llover,
sin oírme, oyendo lo que digo
con los ojos abiertos hacia adentro,
dormida con los cinco sentidos despiertos,
llueve, pasos leves, rumor de sílabas,
aire y agua, palabras que no pesan:
lo que fuimos y somos,
los días y los años, este instante,
tiempo sin peso, pesadumbre enorme,
óyeme como quien oye llover,
relumbra el asfalto húmedo,
el vaho se levanta y camina,
la noche se abre y me mira,
eres tú y tu talle de vaho,
tú y tu cara de noche,
tú y tu pelo, lento relámpago,
cruzas la calle y entras en mi frente,
pasos de agua sobre mis párpados,
óyeme como quien oye llover,
el asfalto relumbra, tú cruzas la calle,
es la niebla errante en la noche,
como quien oye llover
es la noche dormida en tu cama,
es el oleaje de tu respiración,
tus dedos de agua mojan mi frente,
tus dedos de llama queman mis ojos,
tus dedos de aire abren los párpados del tiempo,

manar de apariciones y resurrecciones,
óyeme como quien oye llover,
pasan los años, regresan los instantes,
¿oyes tus pasos en el cuarto vecino?
no aquí ni allá: los oyes
en otro tiempo que es ahora mismo,
oye los pasos del tiempo
inventor de lugares sin peso ni sitio,
oye la lluvia correr por la terraza,
la noche ya es más noche en la arboleda,
en los follajes ha anidado el rayo,
vago jardín a la deriva
entra, tu sombra cubre esta página.


CONTRA LA NOCHE SIN CUERPO

Contra la noche sin cuerpo
se desgarra y se abraza
la pena sola.
Negro pensar y encendida semilla
pena de fuego amargo y agua dulce
la pena en guerra.
Claridad de latidos secretos
planta de talle transparente
vela la pena.
Calla en el día canta en la noche
habla conmigo y habla sola
alegre pena.
Ojos de sed pechos de sal
entra en mi cama y entra en mi sueño
amarga pena.
Bebe mi sangre la pena pájaro
puebla la espera mata la noche
la pena viva.
Sortija de la ausencia
girasol de la espera y amor en vela
torre de pena.
Contra la noche la sed y la ausencia
gran puñado de vida
fuente de pena.


CUERPO A LA VISTA

Y las sombras se abrieron otra vez
y mostraron su cuerpo:
tu pelo, otoño espeso, caída de agua solar,
tu boca y la blanca disciplina
de tus dientes caníbales,
prisioneros en llamas,
tu piel de pan apenas dorado
y tus ojos de azúcar quemada,
sitios en donde el tiempo no transcurre,
valles que sólo mis labios conocen,
desfiladero de la una que asciende
a tu garganta entre tus senos,
cascada petrificada de la nuca,
alta meseta de tu vientre,
playa sin fin de tu costado.
Tus ojos son los ojos fijos del tigre
y un minutos después
son los ojos húmedos del perro.
Siempre hay abejas en tu pelo.
Tu espalda fluye tranquila bajo mis ojos
como las espalda del río a la luz del incendio.
Aguas dormidas golpean día y noche
tu cintura de arcilla
y en tus costas,
inmensas como los arenales de la luna,
el viento sopla por mi boca
y un largo quejido cubre con sus dos alas grises
la noche de los cuerpos,
como la sombra del águila la soledad del páramo.
Las uñas de los dedos de tus pies
están hechas del cristal del verano.
Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,
bahía donde el mar de noche se aquieta,
negro caballo de espuma,
cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,
boca de horno donde se hacen las hostias,
sonrientes labios entreabiertos y atroces,
nupcias de a luz y a sombra,
de lo visible y lo invisible
(allí espera a la carne su resurrección
y el día de la vida perdurable)
Patria de sangre,
única tierra que conozco y me conoce,
única patria en a que creo,
única puerta al infinito.


DAME, LLAMA INVISIBLE, ESPADA FRÍA

Dame, llama invisible, espada fría,
tu persistente cólera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,
oh mundo desangrado,
para acabar con todo.
Arde, sombrío, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.
Arde en el vasto cielo, laja y nube,
bajo la ciega luz que se desploma
entre estériles peñas.
Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente,
de raíces heladas y sedientas.
Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
arde dentro del aire hueco,
horno invisible y puro;
arde como arde el tiempo,
como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento;
arde como la soledad que te devora,
arde en ti mismo, ardor sin llama,
soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
oh mundo seco,
para acabar con todo.


DECIR, HACER

Entre lo que veo y digo,
Entre lo que digo y callo,
Entre lo que callo y sueño,
Entre lo que sueño y olvido
La poesía.
Se desliza entre el sí y el no:
dice
lo que callo,
calla
lo que digo,
sueña
lo que olvido.
No es un decir:
es un hacer.
Es un hacer
que es un decir.
La poesía
se dice y se oye:
es real.
Y apenas digo
es real,
se disipa.
¿Así es más real?
Idea palpable,
palabra
impalpable:
la poesía
va y viene
entre lo que es
y lo que no es.
Teje reflejos
y los desteje.
La poesía
siembra ojos en las páginas
siembra palabras en los ojos.
Los ojos hablan
las palabras miran,

las miradas piensan.
Oír
los pensamientos,
ver
lo que decimos
tocar
el cuerpo
de la idea.
Los ojos
se cierran
Las palabras se abren.


DOS CUERPOS

dos cuerposDos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.

 

 

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