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Crítica literaria por Ana Alejandre

En la orilla (novela)

En la orilla
Rafael Chirbes
Editorial Anagrama
Barcelona, 2013

por Ana Alejandre

Esta novela de Rafael Chirbes vuelve a mostrar la maestría narrativa de su autor que reflexiona en ella sobre la crisis económica y sus dramáticas consecuencias para la vida de millones de seres humanos, y uno de ellos lo encarna el protagonista de la novela, Esteban, dueño de una carpintería que ha tenido que cerrar y dejar en el paro a sus trabajadores.

La novela comienza con la aparición de un cadáver en el pantano de Olba, lo que le hace reflexionar, entre la culpa que siente por haber dejado sin trabajo a quienes fueron los trabajadores de su empresa, pero sintiéndose a la vez, víctima y culpable de una situación que no ha buscado y de la que todos son receptores de sus terribles consecuencias, mientras reflexiona sobre los valores que han sido los pilares de esta sociedad durante muchos años.

No sólo reflexiona el propio autor, sino que obliga a los lectores a hacerlo y a ver la sucia realidad que se escondía en una supuesta bonanza económica, debajo de la que subyacía la corrupción y la más feroz especulación económica, que han dejado millones de víctimas en sus más dolorosas consecuencias: el paro, la marginación, la pobreza subyacente, la desaparición de la clase media y la más absoluta indignidad moral de quienes motivaron y propiciaron la situación, esa burbuja económica que estalló un día en el rostro de víctimas y culpables, pero dejando a estos sin responsabilidad moral y legal, como si todo fuera efecto del más atroz azar.

El estilo narrativo es del más puro realismo, con un lenguaje directo y siempre en clave obsesiva por parte del protagonista que se siente atrapado por la ruina económica y por la angustiosa situación provocada por la enfermedad terminal de su padre al que cuida con abnegación, lo que provoca en el lector una gran complicidad hacia la narración.

Esta novela es como un friso que ofrece el drama de vidas fracasadas, de sueños no cumplidos, de excelente narración que ofrece una visión desde la más pura y mejor literatura de la que el lector no sale indemne, porque ve en ella la mejor visión sobre ese inmenso estercolero, ese pantano de aguas profundas y negras que ocultaba durante años la cruel realidad de la que surgió la espantosa crisis económica, como lo hizo el cadáver encontrado en el pantano, una víctima más de la sociedad en bancarrota económica y moral.

El narrador habla en primera y tercera persona, además de usar el monólogo y el diálogo directo, nos va perfilando un mosaico de voces, de personajes que reflejan la sociedad actual con la falta de valores éticos y la crisis como telón de fondo en el que se van proyectando los personajes que conforman esta epopeya actual, en la que se pueden encontrar imágenes literarias que podrían ser el trasunto de las obras pictóricas de El Bosco, o de las obras teatrales de Brecht, porque retrata a esta sociedad nuestra sin un atisbo de esperanza y sí con pasión y desaliento..

En esta novela aparecen los grandes dioses modernos: la corrupción política y financiera, los seres ansiosos de poder, de dinero, capaces de todo para conseguir sus fines, las víctimas que ven sus ilusiones personales truncadas y sus sueños colectivos fracasados. Es decir, refleja la condición humana en la que hay depredadores y víctimas, porque siempre que hay un depredador social, busca a quien poder vampirizar que suelen ser los seres más indefensos.

En la orilla, es un ejemplo más del buen hacer narrativo de Rafael Chirves, pero también de su capacidad para mostrar con crudeza y excelente prosa una realidad que había permanecido oculta a la mayoría silenciosa que sólo la ha descubierto cuando ya era demasiado tarde, llevándose consigo sus proyectos de vida, su seguridad económica y vital y su propio futuro.

Excelente novela, sin duda, que nos ofrece Rafael Chirbes, como continuación a Crematorio, su obra anterior, que reflejaba la crisis económica inmobiliaria y sus terribles consecuencias que fueron preludio de la crisis total que surgió después y que convirtió los sueños personales y colectivos en una terrible pesadilla de la que parece no existir salida alguna.

 

Generación paréntesis (ensayo)

Generación paréntesis Joana Bonet Editorial: Planeta Barcelona, 2013, 256 páginas.

Generación paréntesis
Joana Bonet
Editorial: Planeta
Barcelona, 2013, 256 páginas.

por Ana Alejandre

Este ensayo, original en su estructura y planteamiento, dividido en tres niveles complementarios entre sí a los que titula El mundo desde fuera, El mundo desde dentro y El mundo que sentimos, y en los que se muestran la opinión de autores de gran calado intelectual, así como tratan temas, cuestiones, que van perfilando lo que siente el ciudadano medio en general, y la generación a la que llama paréntesis, en particular, sobre la situación que sufre la sociedad actual y su proyección en la vida cotidiana.

La autora, periodista y filóloga, ha escrito ya cuatro ensayos, y ha dirigido las revistas Woman y Marie Claire, además de ser articulista en La Vanguardia, y actual directora de Prisa Revistas, ofrece un buen ejemplo de su larga trayectoria como ensayista y buena conocedora del tinglado social en el que se desenvuelve el hombre actual, pero lo hace con agudeza, claridad expositiva y originalidad en el planteamiento, lo que pone en evidencia su conocimiento en tendencias sociales, que debe a su labor en el mundo de la moda y el consumo. Por ello, describe con conocimiento de causa la terrible situación del paro, las preferencias actuales en el consumo, pero también la frívola vaciedad de un mundo sólo reservado a unos pocos privilegiados como es el de la alta costura y su divorcio de la vida real, pero con cuya forma de vida han soñado y sueñan millones de personas anónimas que ven en ellos el ideal de vida que todos quisieran disfrutar y cuyos sueños se han visto rotos por la crisis económica, además de un presente que creían estable y seguro.

La autora de este ensayo retrata a niveles sociales que son los que marcan las tendencias futuras, pero también habla del desencanto, de la frustración de sueños no cumplidos, de una élite que después pasan el testigo de esa moda, de esas tendencias a clases menos favorecidas, a la gran masa de consumidores anónimos, que lo reciben cuando ya la crisis económica hace inviable el cumplimiento de esos sueños heredados que ven hecho trizas por una realidad que niega toda posibilidad de alcanzarlos, porque ya ni siquiera se puede asegurar la propia subsistencia para muchos millones de seres afectados por la penuria económica.

Esta obra pues refleja bien lo que se podría denominar una "autobiografía generacional", como la denomina la propia autora, aunque no sólo afecta a una generación, sino a todas las que conforman el tejido social que también sufren las consecuencias de la actual crisis. Sin embargo, la mirada de Bonet se ciñe más en la generación de los que llama "bollycaos", es decir los que tienen ahora entre veintitantos y cuarenta años, porque se criaron en plena bonanza económica y ahora se encuentran atrapados en unas circunstancias de las que se sienten víctimas, y que afrontan la dura realidad pensando que podrán dar más de sí mismos, pero aceptando recibir menos, en este gran mercado laboral profesional y vital en el que todo se compra se vende, incluso las conciencias, al mejor postor, aunque haya que renunciar a valorar a personas y bienes por su intrínseco valor y sí por el precio del mercado que lo fijan factores independientes a quienes sufren sus consecuencias, como son la situación económica, política, social y las fluctuaciones que de estos factores se derivan para los ciudadanos.

El título de esta obra se refiere a que la generación de la que trata mayoritariamente, es la generación paréntesis entre la generación de la transición y la del cambio, además de ser los primeros en utilizar los medios tecnológicos y audiovisuales como el ordenador, el móvil, internet y todas las por entonces novedades tecnológicas que ahora son de consumo normal y forman parte de la vida de cualquier ciudadano, independientemente de su estatus social y económico.

Cuenta como valor añadido este ensayo una acertada prosa para los fines de divulgación de esta obra, en la que se encuentran frases muy actuales en las que cualquier lector podrá reconocerse y sentirse cómplice de su autora, de lo que puede servir de ejemplo y que parece resumir todo el significado de la obra, cuando dice: “Todo parecía posible hasta que la gran crisis nos devolvió el principio de la incertidumbre”.

Ahora ya todo eso que era posible como un gran sueño colectivo e individual se ha venido abajo, dejando sepultados bajos los cascotes las esperanzas, ilusiones, sueños y proyectos de muchos seres humanos que viven entre la incertidumbre, la desesperanza, la desilusión y el miedo, sobre todo, el miedo a no poder remontar la crisis y salir indemne de ella.

 

El castillo de la princiesa (relatos)

“El Castillo de la princesa y del príncipe alquimista” Cuentos Julia Sáez-Angulo Editorial Liber Factory Madrid,

El castillo de la princesa y del príncipe alquimista
(Cuentos del Castillo)
Julia Sáez-Angulo
radución al inglés:María Tecla Portela Carreiro
Ilustraciones: Juan Jiménez
Liber Factory
Madrid, 2013, 149 pp.

por Ana Alejandre


Esta colección de relatos brevísimos o microrrelatos, 35 en total, tienen como nexo en común que narran la vida en el castillo de la princesa Lothilde de Somont y su marido, el príncipe alquimista, aunque, como dice su autora, "sus vidas se desenvuelven con holgura y con sabor medieval, renacentista, ilustrado o del siglo XXI". Es decir, aunque tiene resonancias del pasado, no por ello resultan anacrónicos, sino que pueden ser muy actuales porque hablan de la vida de unos personajes que podrían haber existido en el pasado o ser coetáneos nuestros.

Cada cuento, siendo independiente, es una mirada a un momento determinado de la historia de ficción que cuenta y presenta a los personajes que la protagonizan, incidiendo en un determinado aspecto de la historia narrada, o bien fija la entrada en escena de un personaje nuevo. Todo ello con un texto preciso y conciso, utilizado ´terminos arcaicos o en desuso para adecuarla a la época en la que, supuestamente transcurre; lenguaje en el que se advierte el largo oficio de periodista de su autora en cuanto a la concreción de un texto periodístico, con el que se plantea una determinada escena y los hechos de quienes la protagonizan, pero siempre con un final abierto o inconcluso que deja al lector la posibilidad de entresacar sus conclusiones o buscarle un sentido al discurso narrativo planteado que le haga comprender el sentido oculto, a primera vista, de cada relato y su significado global dentro de la obra.

Esta obra es bilingüe, y su traducción al inglés está realizada por María Tecla Portela Carreiro, además de ofrecer unas ilustraciones de Juan Jiménez que acompañan visualmente cada escena que representa cada relato, dándole una expresión visual que complementa al texto y lo enriquece.

A los lectores podría extrañar que su autora haya elegido un tema, unos personajes y una época anacrónicos -idea que refuerzan las ilustraciones que le acompañan y que están basadas en un tiempo histórico ya pasado-, no por ello deja de tener actualidad lo narrado, porque un lector avezado podría encontrar sugerencias actuales y personajes de la realidad más cercana que están matizados u ocultos en la narración bajo ropajes y costumbres de tiempos pretéritos, pero que narran una historia subyacente y oculta bajo la narrada que explica hechos, situaciones y personajes que cuentan "otra historia", aunque no menos enigmática en su planteamiento para quienes no saben los registros usados por la autora, que la que se narra en esta colección de relatos, y que el lector tendrá que desgranar -si tiene las claves adecuadas-, para poder entenderla, dando con ello sentido a la historia primera o explícita en estos relatos.

No esperen los lectores encontrar en estos cuentos una muestra de los relatos artúricos sacados de la Historia Regum Britanniae, del escritor inglés Godofredo de Monmouth, del siglo XII, con sus personajes el Rey Arturo, su caballero Lancelot du Lac, y Ginebra; entre otros, que dieron pie a la saga artúrica; ni tampoco una muestra de relatos como los que componen el Decamerón de Boccaccio, del siglo XIV, que en sus cien relatos que lo componen hace un mosaico ingenioso y mordaz de su época. Tampoco está inspirada en Los cuentos de Canterbury, del escritor inglés Geoffrey Chaucer, que hace una aguda exposición de la sociedad inglesa del siglo XIV. No, no existen resonancias de ninguna de ellas, porque todas estas obras literarias fueron escritas en las épocas que reflejan por quienes vivieron en ellas. El Castillo de la princesa y del príncipe alquimista es una obra intemporal, que figuradamente transcurre siglos atrás, pero no deja de tener su propio reflejo en la sociedad actual, porque su autora no quiere reflejar, juzgar o criticar una época, en la que se sitúa la acción aparentemente, ya que no es ninguna concreta y pueden ser todas, como afirma ella misma en el prólogo.

Es por ello que el lector, los lectores, tendrán que leer los Cuentos del Castillo -segundo título de esta colección de relatos-, para poder conocer la vida de la Princesa Lothilde y su marido, el príncipe alquimista, pero también para llegar a comprender qué tienen de actuales, de relatos del siglo XXI, porque sólo cuando se comprende una obra, se puede disfrutar de ella y juzgarla con el siempre inapelable juicio de todo lector a quien le compete darle sentido, valor y coherencia.

Una colección de relatos de lectura imprescindible para llegar a conocer todo el caudal creativo y talento narrativo de su autora de lo que es una válida muestra.

 

Estación de regreso (poesía)

Estación de regreso Antonio Machado Sanz Ediciones Vitrubio Madrid, 2013

Estación de regreso
Antonio Machado Sanz
Ediciones Vitrubio
Madrid, 2013

por Ana Alejandre


Este poemario, sencillo en su planteamiento e intencionalidad, pues expresa todas las emociones, ideas, recuerdos, temores y esperanzas de su autor, carente de todo artificio literario, es la expresión de las vivencias personales del poeta, de la expresión íntima de su propia vida en la que los sentimientos juegan un importante papel como hilo conductor del poemario, y los recuerdos forman parte también de estos poemas -confesión -sin que haya sido idea de su autor la de integrarse en el movimiento poético llamado "confesionismo", que comenzó en los años 60 y tuvo sus seguidores en la década de los 70 en España-, pues han sido escritos para el propio poeta y para quienes gusten de esta poesía en la que lo social y lo personal se unen para formar la expresión de una concepción personal del mundo y sus males, pero sin pretensiones de llegar a ser ejemplo de la llamada "poesía social", de décadas atrás, comprometida intelectual y políticamente.

El poeta, expresa lo que vive, piensa y siente, como la misma sencillez que demuestra en su vida cotidiana. En este poemario habla del amor y el desamor, el paso del tiempo, los amigos desaparecidos ya, los primeros recuerdos de la infancia, su rechazo a la religión, a los llamados "poderes fácticos" como son la banca, la Iglesia, el Ejército, todos aquellos lugares comunes que sirven para achacarles los males del mundo, de la sociedad competitiva y materialista en la que estamos inmersos (pero a la que nadie renuncia ni siquiera el poeta, por las comodidades, oportunidades y placeres que ofrece) y para lavar las conciencias personal y colectiva, dividiendo a los seres humanos según sus creencias o ideologías, y a los estamentos sociales, políticos, religiosos o económicos, en "buenos" y "malos", siendo la ideología personal de cada uno la que señala quiénes son unos y quiénes son los otros, en ese maniqueísmo ramplón que separa a los justos de los injustos, según en el bando ideológico en el que se encuentre quien juzga con la omnipotencia de un demiurgo que dan bendiciones y castigos porque sabe siempre cuál es la solución a los problemas que han creado los culpables de todos los males que son siempre los que piensan de forma diferente.

Quien lea esta poesía personal e intimista, no se encontrará con mayores dificultades estilísticas o poéticas porque no están en este poemario sencillo y diáfano que muestra las confesiones, en forma de poemas, de un hombre que siente que está ya en la estación de regreso, y las vías serán los recuerdos de años ya vividos y seres que los habitan o habitaron.Es un poemario escito para él mismo y para quien le guste esta poesía sencilla en la que se encuentra reflejado el poeta a través de sus propias vivencias, recuerdos y sensaciones.

Para ejemplo puede servir este poema que sigue a continuación y que habla del desamor con emoción desolada y cruda sinceridad.

Desolación
Ventanas rotas
Desvencijadas puertas
Lámparas sin luz
Grifos secos


Infartos sin corazones
Pulmones que no respiran
Brazos desfallecidos
Pies anclados al ayer
Eso, de nuestro amor,
es lo que queda.

Estación de regreso es, pues, la estación de salida hacia el pasado en forma de recuerdos y nostalgias, de un poeta que quiere expresarse como ser humano, a través de la poesía, para poder comprender mejor la vida, la complejidad del mundo y sus criaturas.

 

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