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El rincón del gato
Poemas de Antonio Machado
MAÑANA EN EL RETIRO
Han pasado sólo cincuenta años.
Los enamorados siguen paseando, se ahojan
/con la misma ternura.
Continúan amanados por temor al abandono.
Unos ancianos se acompañan en los bastones
/de su existencia.
Miran los mismos ojos idénticos paisajes.
La algarabía de los niños sigue siendo la misma.
En los árboles continúa cantando la misma sombra.
Un músico da la murga con su saxofón, igual que
/ aquel viejo violinista.
Y las rosas siguen saludando a los enamorados.
Pero ya no hay veladores de la moral
/en apardados uniformes.
Hoy acechan los municipales o la policía,
/algunos a caballo.
Por cierto, ¿Les cobrarán por practicar la equitación?
Ahora las parejas se adanecen sobre la hierba.
¡Amor! Esto no ocurría hace cincuenta años.
Antonio Machado Sanz
18-4-2014
AQUELLA VIEJA FOTOGRAFÍA
Descubro aquel momento,
junto al mar,
la arena gritaba
nuestros pasos,
el sol nos recibió
cargado de futuro.
Nos mirábamos pensando
que no habría jamás mayor felicidad,
juntos los dos…,
en aquel primer amor, casi infantil.
El tiempo ha cambiado la textura del papel
/y los colores.
Y no reconozco ni las caras,
ni las ropas, ni el mar,
ni la arena y…, ni tan siquiera el sol.
Antonio Machado Sanz
11-04-2011
POETICA Y CIRCO
El poeta se considera director de pista en un circo.
El poeta enseña sus ideas, su espíritu, en las palabras,
como un presentador, exhibe su programa y sus artistas.
Ambos acomodan su afán a mayor gloria del espectáculo.
Se vale de pensamientos que, como leones o tigres,
/desgarran el alma.
Los muestra equilibrados, temblorosos como hojas aventadas.
Otros como clowns, coloridos y tristes.
También singulares como los augustos.
Como vagabundos, frágiles y sensibles.
… O con voces albas, de vestimenta glacial y lunar.
El libro es el coliseo, donde el poeta muestra sus versos/función.
Algunas veces consigue epatar al lector con sus poemas.
Sólo así, cuando le han despojado de su ánima,
el poeta logra el esplendor de la poesía.
Antonio Machado Sanz
16-2-2014
DE NADA VALEN
De nada valen, las pistolas,
los cuchillos o las mentiras
del mundo miserable que me asalta.
Siempre estás tú,
mi defensa, mi refugio,
mi protección y mi abrigo.
Antonio Machado Sanz
16-05-2011
¿Que le pasa, Don Ambrosio?
Antonio Machado Sanz
En la elegante y distinguida Residencia de Ancianos “Los Cuatro Tilos”, Don Ambrosio había conocido a Doña. Rosario, señora de indeterminada edad, culta, elegante, rubia y con una dulzura en sus ojos azules que la hacían sobresalir sobre el resto de las residentes.
Juntos les veía pasear al atardecer, conversando animadamente, por los jardines.
Hace un mes, observé que el enamorado D. Ambrosio puso sus ojos en Dª. Magdalena, belleza morena de rompe y rasga, antigua vedette de revista; una nueva compañera de residencia.
Desde su llegada se les vio buscando las zonas poco iluminadas del parque, donde se acariciaban y besaban apasionadamente como dos jóvenes enamorados.
El jueves por la tarde se celebró su boda civil en el salón principal.
Por la noche se recogieron en su dormitorio. Toda la residencia estaba pendiente de los ruidos que salieran de la estancia.
A las dos de la madrugada, realizando mi ronda por los pasillos, se abrió, de improviso, la puerta de los recién casados.
Pude observar como D. Ambrosio Gómez de la Nopaleda, Comandante Retirado de Caballería, elegante caballero de ochenta y siete años, salía huyendo, espantado, de su nueva esposa.
¿Qué le pasa Don Ambrosio? pregunté.
Esa mujer- me contestó-¡me quiere matar!
A la mañana siguiente, el Director dio la orden de busca del residente que había abandonado el edificio aquella madrugada.
Fue localizado en la casa de sus hijos.
Desde aquella noche, en los bellos ojos azules de Dª. Rosario fulgura una colosal sonrisa.
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