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Hombres y libros

 

Umberto Eco al "otro" terrorismo occidental

Andrés Sorel

Tras el atentado de las Torres Gemelas, Umberto Eco, en su obra Los pasos del cangrejo, escribió:

En los últimos tiempos se habían producido avances tecnológicos que constituían un auténtico paso hacia atrás... Se vio claramente que avanzábamos hacia atrás después de la caída del muro de Berlín, cuando la geografía política de Europa y de Asia cambió de forma radical... Nos ofrecen un nuevo episodio de las Cruzadas en el choque entre el Islam y la Cristiandad, incluidos los asesinos suicidas del Viejo de la Montaña, regresando a las gestas de Lepanto... Han reaparecido los fundamentalismos cristianos... se han reanudado las grandes migraciones de pueblos bárbaros, como en los primeros siglos después de Jesucristo... tenemos a los fascistas (bastante después, aunque algunos son lo mismo) en el gobierno...
Los tiempos son oscuros, las costumbres corruptas y hasta el derecho a la crítica, cuando no lo ahogan las medidas de censura, esta expuesto al furor popular...
El terrorismo sobrepasa territorios y fronteras. se encuentra sobre todo en el interior de los países occidentales. En este caso y con toda propiedad, si podemos decir que el enemigo está en la retaguardia...
¿Cual era, por tanto, el objetivo de
Bin Laden al atacar las Torres Gemelas? Ofrecer "el mayor espectáculo del mundo" jamás imaginado ni siquiera en las películas de catástrofes, transmitir la impresión visual del ataque a los símbolos mismos del poder occidental y demostrar que los mayores santuarios de ese poder pueden ser violados... Los medios de comunicación regalaron a Bin Laden miles de millones de dólares de publicidad gratuita... al mismo tiempo que lo reprobaban se convertían en los mejores aliados de Bin Laden, que ganó así el primer asalto...
Hoy día, nuestra tecnología más avanzada vive del petróleo, y el petróleo lo tienen ellos, al menos la mayor parte... No me sorprendería que las compañías petrolíferas occidentales estuvieran dispuestas a aceptar un mundo islamizado con tal de seguir obteniendo los beneficios...

Sería la primera guerra en que el enemigo no sólo está instalado en casa sino que además es atendido por la seguridad social...
Bin Laden logró desestabilizar el mundo occidental tras el 11 de septiembre, evocando algunos fantasmas de lucha entre civilizaciones, guerras de religión, choques de continentes..

Y añadimos a estas certeras palabras de Umberto Eco. Las grandes potencias occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, pugnan por apoderarse del petróleo de los países árabes u obtener los mejores precios posibles. Al tiempo también procuran establecer bases militares y alianzas estratégicas con ellos para sus intereses bélicos y de dominio económico. No han dudado en desencadenar bombardeos salvajes que causaron millares de víctimas y establecer alianzas con fuerzas islamistas, en Afganistán, Irak, Libia, Siria, otros países, además de apoyar a las más retrógradas y corrompidas monarquías del Golfo Pérsico y otros territorios de estructuras medievales en los que el asesinato de disidentes, la esclavitud de la mujer y cualquier idea de libertad están prohibidas y castigadas con torturas y asesinatos.
A veces surgen atentados que causan un puñado de víctimas en los países aliados de Estados Unidos. En 2015 los más sonados han sido los de París. Y llegan las reacciones. Hollande, Cameron, el nombre del máximo responsable belga escapa a la memoria, no deja de ser un segundo en la fuerza del Imperio, aprovechan la circunstancia para continuar su deslizamiento hacia el caos con tal de mantenerse en el poder y de paso cercenar los derechos de sus ciudadanos, controlarlos y atemorizarlos. Algunos aviones para que suelten bombas en Siria y otros territorios -son muertos sin importancia para ellos aunque sumen centenares y millares-, y además les permiten crear estados de excepción para sus súbditos. Nada de diálogo, nada de impedir a sus grandes empresas que sigan obteniendo beneficios con el beneficio que les proporciona el petróleo que a bajo coste les venden los propios islamistas, al tiempo que ellos les suministran las armas que emplean en sus atentados o guerras de unos y otros territorios, y menos preocuparse por las condiciones de "!gobierno" que establecen sobre sus propios pueblos, víctimas de su intolerancia radical. Y nada de atacar las religiones, unas y otras, culpables de los genocidios ayer y hoy, las alienaciones nacionalistas fomentadoras de los terrorismos, nada de impulsar desde la infancia unas culturas que impongan el culto a la libertad, el respeto a las diferencias, que no comercialicen con el sexo, que no provoquen la miseria de los pueblos explotados, que saquen a la mujer de su esclavitud -allí-, de su conversión en objeto sexual -aquí-.
Grandilocuentes palabras de mediocres farsantes como Hollande o Cameron, mientras el terrorismo de uno y otro lado nos va destruyendo.
Al fin pasa lo mismo que con la lenta agonía del propio mundo por el envenenamiento provocado por las grandes industrias y modos de vida a su servicio: eso si, no faltarán grandes congresos y burócratas que vivan de ellos y con sus falaces palabras persigan el embrutecimiento colectivo.

 

 

Tiempo de Elecciones

Karl Krauss

Andrés Sorel

La verdad es una antorcha, pero gigantesca; de ahí que todos intentemos pasar a su lado con los ojos entornados, temiendo incluso quemarnos.
GOETHE

En esta Antorcha -heredera en su nombre de la de Karl Kraus-, ya que hemos entrado en periodo electoral, uno prefiere quemarse en sus llamaradas, con los ojos bien abiertos y sobre todo el pensamiento dispuesto a no ser abatido por el repulsivo espectáculo circense que ofrecen los candidatos, llamado a ser alguno de ellos ganador de la farsa democrática en que vivimos, sin duda el que más haya conseguido alienar a los ciudadanos con el empleo de los medios económicos y mediáticos más poderosos de los que se manejan. Pugnando la mayoría de ellos por acudir a los programas de TV más aberrantes, necios... paremos, que faltan adjetivos para describirlos o necesitaríamos decenas de páginas para encadenarlos. ¿Y el papel jugado por los espectadores, televidentes, ciudadanos de esta burda, esperpéntica y deleznable comedia que a todas horas se nos ofrece? ¡Cómo vamos después a extrañarnos del nivel mental y las palabras de la mayor parte de los tertulianos -vaya oficio que han descubierto, lucrativo y tan fácil como estornudar, rebuznar, gritar, fingir- que intervienen en esos u otros programas de radio y televisión para mayor "gloria" de sus conductores, que tampoco necesitan hurgar en sus parcos conocimientos para alentarlos a jugar con la basura -.sea política, sexual, costumbrista, de vida o muerte, de violencia individual o colectiva, terrorista de uno u otro signo-, ejercida sobre los pacientes y sufridores seres humanos que los ven y escuchan.
Ah, si miles de antorchas pudieran, ya que no los cuerpos, que no somos asesinos, extinguir las palabras, que en eso si somos exterminadores, de unos y otros, devolvernos al silencio que en la civilización actual es la mejor música que puede escucharse en el Universo.
Eran las primeras décadas del siglo XX cuando ya Karl Kraus escribía las siguientes palabras:

La distorsión de la realidad en la información es la información más fidedigna de la realidad.
La democracia significa poder ser esclavo de cualquiera.
El parlamentarismo es el acuartelamiento de la prostitución política.

¿Qué escribiría en España en estos días aciagos que vivimos?
Casi un siglo ha pasado desde que Walter Benjamínescribiera:

Capitalismo, celebración de un culto sin sueño y sin piedad.

Esta frase deberían llevarla grabada en sus camisas o corbatas esos escribidores que a veces evocan su nombre en medio de sus juicios o vidas cotidianas de él: de Vargas Llosa al difunto Duque consorte. Y lo mismo ocurre con los poetas que hablan de César Vallejo o Rimbaud, o los -y éstos no hacen falta que sean escribidores- los miles de necios que citan en hora o deshora a Kafka.
Mas al fin, pues a uno le gusta nadar en los ríos silenciosos de quienes escribían porque eran capaces de pensar, este espectáculo electoral va dirigido a los súbditos que contribuyen al "estado del bienestar" de un puñado de grandes terroristas de cuello blanco y corbata nunca reconocidos como tales. EsMarcuse quién ahora habla;

Los hombres no viven sus propias vidas, sino que realizan funciones preestablecidas. Mientras trabajan no satisfacen sus propias necesidades y facultades, sino que viven enajenados... La técnica de la manipulación en masa ha tenido que desarrollar una industria de la diversión que controla directamente el tiempo del ocio, el Estado ha tomado directamente la tarea de reforzar todos los controles.

Venga, candidatos, a mover el esqueleto, cantar, cocinar, montar en bicicleta o patinete, jugar al futbolín, contar chistes, soltar frases con vacuas y tópicas, mostraros algo ternuristas o violentos... Esa es vuestra reflexión política, sociológica, cultural,, y sobre todo ofrecer vuestra imagen, risa o ceño fruncido, rostro bien maquillado y vestimenta correcta o cuidadosamente desaliñada. ¡Y pensar que hablan de que faltan quince días hasta el 20, cuando a algunos nos parecerán siglos!..

 

 

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