Rosalía de Castro

Rosalía de Castro

Rosalía de Castro, escritora

 

Rosalía de Castro

ROSALIA DE CASTRO (1837-1885)

FIGURA CLAVE DE LA LITERATURA GALLEGA Y ESPAÑOLA S.XIX

NOVELISTA Y POETA QUE DEVOLVIO AL GALLEGO SU CARÁCTER DE LENGUA CULTA

Laura López-Ahyllón

Rosalia de Castro y Abadía nació en Santiago de Compostela en 1837, hija de una hidalga rural, Teresa de Castro y Abadía y el sacerdote de la iglesia de Santa María de Iria, José Martínez Viojo

Inscrita como nacida de padres desconocios, fue acogida en principio por sus tías paternas en la aldea paterna de Castro de Oñoro, pero años más tarde vivió con su madre en Padrón y Santiago.

Niña enfermiza y delicada, Rosalia tuvo una infancia triste, en la que pasó horas contemplando la naturaleza y la vida de su Galicia natal, y comenzó a escribir a los once años. A los quince sufrió una transformación anímica, causa de un “dolor de vivir” que acompañaría toda su vida y obra.

Estudió piano, guitarra, dibujo y lengua francesa en la Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago de Compostela y contactó con la juventud romántica del momento.

Rosalia tuvo también tuberculosis que le acompañó durante gran parte de su vida, y tras una frustrada historia de amor, se casó en 1958 con Manuel Murguía, 18 años más mayor que ella, y con él tuvo siete hijos, de los que perdió dos. Por el trabajo del marido viajó por España pero siempre con la nostalgia de su tierra gallega.

Un cáncer de útero la recluyó en Padron, donde había pasado parte de su infancia, rodeada de su familia y su poesía, y allí murió a los 48 años. Hoy está enterrada en el Panteón de Gallegos Ilustres, donde está enterrado también el padre del nacionalismo gallego Alfonso Castelao y los autores Curros Enriquez y Eduardo Ponbal.

Su vida no fue fácil y, a falta de infor maciones más precisas porque el matrimonio decidió destruir sus papeles personales, hoy las interpretaciones sicológicas nos hablan de que Rosalia estuvo marcada toda su vida por la presión social del entorno, la ausencia de su padre, la mala salud, las estrecheces económicas y las ausencias del marido como consecuencia del trabajo.

En sus escritos rebosantes a veces de tristeza, destaca en Rosalia también su visión sobre la pobreza de las gentes de su tierra y los problemas de la mujer gallega, intentando defender que la mujer debía tener un lugar en el panorama literario español.

Su poesía, precursora del resurgimiento cultural gallego, junto a Curros Enriquez y Eduardo Pondal, le llevó a una amistad con Becquer y su métrica, a veces innovadora y admirada por Azorín o Juan Ramón Jiménez, anuncia el Modernismo.

Su primera obra fue “La flor”, y posteriormente “Cantares gallegos” y “Follas Novas”, ambas en gallego, y “En las orillas del Sar”, en castellano. Escribió también novelas originales y fantásticas como “La hija del mar”, “Flavio”, “Ruinas”, que es realismo costumbrista , y ”Cuentos extraños” o “El primer loco”, de gran fantasía.

 

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