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Leer o no leer, this is the question
Leer o no leer, this is the question
Empar Fernández
La Federación de Gremios de Editores de España hizo público hace unos años un Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros que tuve ocasión de consultar. El estudio incluía resultados relacionados con los diferentes soportes (libros, revistas, cómics...) Un 41 % de los españoles no leía nunca y alrededor de un 11 % solo lo hacía ocasionalmente. De entre los datos facilitados sobresalía uno archiconocido: las mujeres leían más que los hombres en todos los segmentos de edad a excepción del intervalo correspondiente a los mayores de 65 años. En este periodo, correspondiente a la jubilación laboral, los hombres superaban a las mujeres por un estrecho margen.
El perfil mayoritario correspondiente al “lector frecuente” era el de una mujer con estudios universitarios, joven y urbana, quense decantaba por la novela y que leía por placer. Eran muchos los jóvenes que al ser preguntados declaraban que la lectura no les gustaba o no les interesaba. Los adultos no lectores argumentaban, en general, falta de tiempo o, en las edades más avanzadas, falta de salud.
Los compradores de libros mostraron sus preferencias por la novela histórica, de aventuras o de acción, intriga/misterio, ciencia ficción y fantasía. Esta categorización presenta zonas oscuras, mal delimitadas. No permite conocer las cifras referidas, por ejemplo, a la novela negra que imagino incluidas en el apartado intriga/misterio o a la novela romántica, géneros que parecen vivir un buen momento.
Es conveniente destacar un dato especialmente significativo: casi la mitad de la población mayor de 14 años afirma leer habitualmente en formato digital (ordenador, teléfono móvil, tablet...) y que, utilizando el mismo soporte, consulta y participa en webs, blogs, fórums... Es necesario interpretar los datos con cierta cautela y tener en cuenta las advertencias que algunos expertos lanzan sobre este tipo de lecturas. Nicholas Carr, un buen conocedor de las nuevas tecnologías y estudioso de la “revolución digital”, afirma en su libro “Superficiales” que su experiencia personal como internauta le ha llevado a concluir que el mundo digital potencia la capacidad de distracción al ofrecer múltiples estímulos casi simultáneos y dificulta así la concentración del lector.
Aunque relacionadas tangencialmente con el tema que nos ocupa, conviene recordar las palabras de Woody Allen: “Hice un curso de lectura rápida, leí “Guerra y Paz” en veinte minutos. Creo que hablaba de Rusia”.
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