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Vías romanas en las Galias. Treveris

Los Romanos en las Galias. Treveris

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Vías romanas en las Galias. Treveris

M. DOLORES GALLARDO LÓPEZ


Algunas importantes vías romanas en las Galias conducían y siguen conduciendo a Augusta Treverorum (Tréveris para nosotros, Trier es su actual nombre alemán). La ciudad, llamada a veces “Segunda Roma”, fue residencia de emperadores en los últimos siglos del imperio romano de occidente.

Trier/Tréveris está ubicada en la orilla derecha del río Mosela, pertenece a la región alemana Renania-Palatinado. Es la ciudad alemana más antigua.

El período más esplendoroso de la historia de la hermosa ciudad está ligado a su pasado romano imperial.

La vinculación de los romanos al río Mosela se inició cuando en el año 56 a.C. cuando Julio César atacó el país de los tréveres.

A las orillas del Mosela floreció, entre otros lugares, Tréveris, independientemente de que desde mucho antes en ese mismo lugar hubiera habido o no otra ciudad.

Cerca de un campamento romano del año 30 a.C. -que había sido abandonado- en el año 17 a.C. (época de Augusto) los romanos fundaron Augusta Treverorum, llamada así en honor del César. Se convirtió en capital de la provincia de la Galia belga.

Rápidamente creció, a la vez se construyó un puente de madera sobre el río Mosela (antecesor del de pilastras de basalto gris construido entre los años 144 y aproximadamente el 157 d.C., pilastras que se conservan en la actualidad y que hacen de este puente el más antiguo de Alemania) y se convirtió en importante cruce de vías militares.

Llego a tener casi 80.000 habitantes y fue la ciudad romana más grande e importante al norte de los Alpes.

Dotada de magníficas construcciones civiles, se convirtió en centro administrativo del inmenso territorio que abarcaba desde el río Rin al océano Atlántico y en residencia imperial en los últimos siglos del Imperio romano de occidente. Conservó estas funciones hasta finales del s. IV.

El proyecto de transformar Tréveris en residencia imperial comenzó con Maximiano, que en el año285 d.C fue César, algo así como príncipe heredero, y después (desde el 286 a 305)Augusto y cosoberano con Diocleciano, encargándose de las provincias occidentales del Imperio, en tanyo que diocleciano se ocupaba especialmente de la parte oriental del Imperio. En Tréveris Maximiano estableció su residencia, aunque en realidad pasó la mayor parte de su tiempo guerreando. Así comenzó la acensión imperial de la ciudad.

Cuando los bárbaros constituyeron un peligro para el Imperio de occidente, la administración fue trasladada de Tréveris a Arlés y a Milán. La ciudad perdió su importancia política y su poder.

Desde que el cristianismo se impuso en el Imperio, el obispado de Tréveris tuvo gran importancia. Sus obispos se mezclaron en las controversias teológicas del s. IV. En Tréveris nació S. Ambrosio, celebérrimo obispo de Milán.

A finales del s. IV y principios del V Treveris fue varias veces destruida por los germanos, finalmente a finales del s. V cayó bajo el dominio de los francos merovingios. La Edad Media daba comienzo. Tréveris jamás ha recuperado su antaño esplendor.

El arzobispo de Tréveris fue principe elector del Sacro Imperio Romano Germánico hasta la ocupacion francesa en 1794, que incorporó la ciudad a Francia. La caída de Napoleón hizo que Tréveris pasara a la provincia renana de Prusia.
El 5 de mayo de 1818 nació en Tréveris Karl Marx, su casa natal se conserva.

Hoy día pertenece a Alemania (Renania Palatinado). Tiene unos 100.000 habitantes. Es una tranquila, bonita y agradable ciudad de unos 100.000 habitantes. Está sólo a tres kilómetros del territorio luxemburgés y 35 de Francia.

Cada año se celebra en la ciudad el festival romano mas grande de Alemania, conocido como “Brot und Spiele”, denominación alemana para el término latino Panem et circenses (“Pan y juegos”, feliz expresión debida al poeta satírico Juvenal).

El pasado verano (2016) fue sede de la magna exposición dedicada al emperador Nerón, que describimos en esta revista en su momento.

Testimonios de la importancia que en el pasado romano tuvo la ciudad son los que desde 1986 forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en el apartado “Monumentos romanos”: el puente romano, el anfiteatro, la Puerta Negra, las termas imperiales y la Basílica de Constantino.

El puente romano. Al tiempo que se fundaba la ciudad se construyó un puente de madera sobre el río Mosela. El puente fue totalmente de madera hasta que entre los años 144 d.C. y aproximadamente el 157 d.C. se sustituyó por otro sostenido por grandes pilares de basalto gris, construidos directamente en el lecho del río. Sobre esos pilares iba la calzada del puente, en madera.
Esos mismos pilares de basalto siguen soportanto el tremendo tráfico actual: el conocido como “puente romano de Tréveris” está construido sobre ellos, eso es lo que queda del antiguo puente romano. Como hemos dicho, es Patrimonio de la Humanidad

El anfiteatro. Lugar destinado a luchas de animales contra animales o de gladiatores contra gladiadores o contra animales. Tenía capacidad para 20.000 espectadores. En la actualidad sirve de marco a manifestaciones culturales como conciertos y representaciones varias.

La famosa Puerta Negra. A partir de la segunda mitad del s. II d.C. la ciudad fue rodeada por una muralla, que al menos tenía cinco puertas. La Puerta Negra era la puerta norte o puerta seteptrional. Es la única que ha sobrevivido, por un motivo muy especial, como veremos más abajo.
El nombre latino de “ Porta Nigra/Puerta Negra”, como el de las otras cuatro que hubo, proviene de la Edad Media, puesto que en época romana cada puerta era denominada según el nombre de la vía que de ella salía y según el lugar de destino al que esa vía se dirigía.

La puerta y las dos torres gemelas, redondeadas por el lado exterior, que la flanquean fueron construidas, al igual que en otros monumentos romanos, con sillares o bloques de piedra arenisca (en este caso de color blanco) unidos sin mortero y engarzados con una especie de grapas de hierro. El paso del tiempo y las condiciones atmosféricas han transformado el color original de los sillares casi en negro. De ahí el nombre con el que se conoce popularmente a esta construcción.
Las excavaciones han comprobado que se erigió sobre un antiguo cementerio abandonado en el año 160 d.C. para construir esta puerta. De las restantes puertas solo se conoce el lugar exacto en el que estuvo la Puerta Sur que, probablemente, tenía una estructura y unos materiales similares a la Puerta Norte o Puerta Negra, pero sus dos torres eran rectas, no redondeadas por el lado exterior, como las de la Puerte Negra.

La Puerta Negra, que aún hoy impresiona a quien la ve por vez primera, es una de las puertas mejor conservadas de la Antigüedad. Sin embargo no es cierto que, como con frecuencia se dice, sea una de las más grandes. Su tamaño (36 m por 21,50m) era normal, habitual para las puertas de acceso a las ciudades romanas. Parece que no llegó a finalizarse totalmente. La torre oeste nos ha llegado casi completamente conservada.

El hecho de que haya sobrevivido a la demolición de la muralla y de las otras puertas se debe a que esta puerta cambió de función en la Edad Media: entre 1036 y 1042 comenzó la transfomación de la Puerta Negra en una Iglesia de dos plantas, la Iglesia de S. Simeón. Por ese motivo sobrevivió.

El aspecto que tenía como iglesia lo conocemos por una dibujo de 1670 -cuya foto mostramos al lector- puesto que en la época de la dominación francesa sobre Tréveris, Napoleón, tras una visita a la ciudad en 1804, ordenó retirar las transformaciones externas realizadas después de la Antigüedad, pues pensaba que esta Puerta debía testimoniar la grandeza de la civilización galo-romana. A ello se debe su aspecto actual.

Las Termas. Las mejor conservadas son las aún llamadas Termas imperiales, aunque nunca funcionaron como tales. Fueron las últimas en iniciarse, a principios del siglo IV, en época de Constantino I.

Aunque el complejo originario fue concebido por Constantino el Grande como termas para la población de Tréveris y sus alrededores, no fue acabado como tal. Las necesarias instalaciones de agua nunca fueron construidas.

La construcción se suspendió, quizás porque a partir del año 312 los intereses políticos del emperador Constantino variaron, el emperador llevó se volcó en otros proyectos, entre ellos Cosntantinopla, y no tenía medios o interés suficiente para finalizar las estas termas que había uniciado en Tréveris. Lo construido comenzó a aruinarse.

A mediados de siglo se retomó la edificación pero con otro cometido, aunque al lado de la la sala de baño caliente (caldarium) se edificaron unos baños similares a los que hay en otros asentamientos militares. El caldarium en sí mismo fue reconvertido en sala de ejercicios. La nueva construcción se pensó para asentar a 800/1000 soldados y los caballos correspondientes, es decir el efectivo habitual de un pelotón de la época.

Las Termas de Santa Bárbara. Quedan los cimientos del complejo termal. Se consideran del s. II d. C., en su momento fueron esplendorosas, se sabe que en 1611 aún quedaban bastantes restos, ricamente ornamentados, que fueron utilizados para construir el castillo que sirvio de mansión adlos señores von der Brücke y para la construción de una torre. Hoy día es visible escasamente 1/3 de los cimientos. Deben su nombre a un antiguo barrio suburbano que llevaba el nombre de “Santa Bárbara”.

En cuanto a lo que algunos llaman “Termas del Foro”: En 1987 con ocasión de construir un parking subterráneo en el Viehmarkt o “Mercado de los animales”, se encontraron vestigios de un viejo convento de monjes capuchinos y, por debajo de él, restos romanos de una construcción romana datada entre 130/140 d.C. cuyo cometido originario es, por ahora, desconocido, si bien se ha constatado que a finales del s. III o comienzos del IV se la proveyó de canalizaciones de agua, de calefacción y se las hizo funcionar como baños, no exactamente como termas. Hoy día el conjunto está cubierto por un gigantesco y moderno cubo de cristal, obra del arquitecto Oscar Mathias Unger.
La basílica del emperador Constantino. Que esta emorme construcción formó parte del más espléndido pasado imperial de la ciudad quedó claro desde las excavaciones de 1982/83.
Esta grandiosa sala de forma rectangular, construida en ladrillo en el año 310 d.C., formó parte del desaparecido palacio que fue residencia del emperador Constantino I.
Fue el salón del trono imperial y con esa función pervivió durante la época en que Tréveris fue residencia imperial.
Es la sala más extensa que nos ha llegado de la antigüedad. Las dimensiones son excepcionales para su época: tiene en el interior 67 metros de largo por 27,5 de ancho, 30 metros de altura.
Hoy día es una iglesia de culto protestante pero se permite el acceso al público.

El poeta Ausonio y el emperador Graciano

Entre los años 364 y 368 residió en Tréveris el poeta y rétor Décimo Magno Ausonio (Burdeos 310, Burdeos 395) pues el emperador Valentiniano lo hizo venir allí para que educara a su hijo, el futuro emperador Graciano.
Ausonio, además de un prolífico escritor, fue uno de los últimos grandes poetas latinos.
Entre otros muchos escritos de muy diverso tipo, compuso el precioso poema El Mosela en el que describe los hermosos paisajes que recorre este río, a orillas del cual está Tréveris.
Graciano, ya emperador, encumbró políticamente a su maestro e incluso lo promovió al consulado, que, aunque pálida sombra de lo que fue en época republicana, era ambicionadísima magistratura.

En cuanto Graciano -emperador de occidente entre el año 375 y el 383 d.C., Tréveris fue su residencia oficial- hay que recordar que dio el golpe de gracia a la religiosidad oficial romana: pese a las protestas de gran parte de los senadores, tomó la decisión retirar de la sala de sesiones del Senado el altar de la diosa Victoria, símbolo del imperio romano.

Octavio Augusto, tras el triunfo de la batalla de Acctium (en ella venció a Marco Antonio y Cleopatra y anexionó Egipto al imperio) ordenó poner en la sala de sesiones del Senado una imagen en oro de la diosa Victoria y a sus pies un altar. De alguna manera este altar fue durante siglos símbolo del Imperio. El emperador Constancio, hijo de Constantino, lo mandó quitar. El emperador Juliano lo repuso y así siguió. Hasta Graciano.

Posiblemente influido por S. Ambrosio, obispo de Milán, el joven emperador Graciano ordenó retirar estatua y altar, pese a la legación que le envió el Senado para que no tomara medida tan contaria al simbolismo del Imperio.

No hubo nada que hacer. Ordenó retirar estatua y altar y además, por considerarlo incompatible con su fe cristiana, suprimió de la nomenclatura oficial del emperador el título de Pontífice Máximo, que desde Augusto habían llevado todos los emperadores. También derogó los privilegios de los que gozaban las vírgenes vestales, etc. Finalizaba la religiosidad imperial tradicional.
Con el emperador Graciano el cristianismo fue por primera vez la religión dominante en el Imperio.

Graciano murió asesinado en el 383. Ausonio regresó a su Burdeos natal y se dedicó a escribir.

A quienes estén interesados en la ciudad de Tréveris recomiendo:

“Trèves. 2000 ans d´ histoire de la ville”. Ed. R. Günter Verlag. Dirigida por K. Peter Goeter, textos de profesores de la Universidad de Tréveris y centros oficiales de otras ciudades.

 

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