Una corte para Carlos III

Una corte para el Rey Carlos III

Exposición Carlos III. Un busto del monarca

UNA CORTE PARA EL REY CARLOS III Y LOS SITIOS REALES

M. DOLORES GALLARDO LÓPEZ0

Con motivo del tercer centenario de su nacimiento se rinde homenaje al rey Carlos III en la Real Academia de Bellas Artes de S. Fernando de Madrid con la exposición que lleva el título arriba mencionado.

La exposición ha sido organizada por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid. Se ha podido visitar desde el 20 de diciembre de 2016 hasta el 12 de marzo de este año.

Carlos de Borbón y Farnesio fue hijo del rey Felipe V y su segunda esposa, la princesa italiana Isabel de Farnesio. Fue el tercer hijo del rey.

Antes de ser Carlos III de España (1759-1788) fue Carlos VII de Nápoles y Sicilia (1734-1759). La muerte de sus dos hermanos mayores -Luis I y Fernando VI- lo convirtieron en rey de España, para lo cual debió abdicar del reino de Nápoles. Lo hizo en su tercer hijo, Fernando.

Gobernante poco habitual, siempre intento mejorar las condiciones de vida de sus súbditos. Nápoles primero y después Madrid, capitales de sus reinos, fueron modernizadas y embellecidas por el esfuerzo de este rey.

En Madrid la modernización urbanística se inició en la misma la entrada a la capital con la construcción de la Puerta de Alcalá, seguida por el magno proyecto del llamado “Salón del Prado” de Cibeles a Neptuno y su prolongación hasta Atocha. Sin embargo la exposición, cuando escribo estas líneas aún se exhibe en la Real Academia de San Fernando, no está dedicada a ese aspecto sino a mostrar las actuaciones urbanísticas del rey en el entorno de los Reales Sitios, labor poco conocida a nivel popular y que modificó profundamente y para bien en entorno que rodea a la capital de España.

La corte española itineraba a lo largo del año por los llamados Sitios Reales: el Pardo en invierno, Aranjuez en primavera, La Granja del S. Ildefonso en verano, el Escorial en invierno.

La itinerancia de la Corte y los palaciosreales ya existían pero el ilustrado rey Carlos creía que no sólo él, sino cuantos le rodeaban -incluyendo criados y servidores de todo tipo- debían alojarse dignamente. Por ello desarrollo las estructuras urbanas necesarias para tal fin.

En cada uno de esos Sitios Reales creo pequeñas y completas ciudades modernas pues cada una de ellas era por un tiempo centro del poder de la monarquía y debía ser reflejo de los ideales ilustrados de orden, racionalidad y buen gobierno.

Tal es el origen de las actuales poblaciones de Aranjuez, La Granja, El Escorial y el Pardo. Antes de Carlos III no existían poblaciones significativas en los Sitios Reales, aunque los reyes habitaban los palacios respectivos en las diversas estaciones del año, como hemos dicho más arriba.

Naturalmente el rey se ocupó de que mejorar ampliamente las comunicaciones: se construyeron calzadas, puentes, obras hidráulicas, puertos de montaña, etc. Igualmente mejoró el cuidado de los bosques y jardines.

En Madrid, la capital, el rey sólo pasaba unas siete semanas al año.

El palacio del Buen Retiro, en el límite oriental del Madrid de la época, fue su primer alojamiento en la capital del Reino y el que primero acondicionó.

Posteriormente se trasladó al llamando por entonces el “Palacio Nuevo”, el actual Palacio Real, cuya construcción había iniciado su padre Felipe V en el lugar donde estuvo el viejo Alcázar ocupado por de los reyes de la dinastía de los Austrias.

El viejo e incómodo Alcázar fue destruido parcialmente por un incendio en la Nochebuena de 1734 y demolido casi por completo después (se conservaron parte de los cimientos y algunas estructuras).

Carlos III, que no encontró muy de su agrado el Palacio, encargó a Sabatini una ampliación -que finalmente no acabo de ejecutarse totalmente- y la decoración de las habitaciones. Finalmente se traslaó a él. Fue el primer monarca en utilizarlo de forma habitual durante sus estancias en Madrid.









 

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