Edición nº 9 - Octubre/Diciembre de 2009

En memoria de Juan Aurelio Sánchez Tadeo

Obituario

por
Ana Alejandre

El pasado 15 de spetiembre de este año, ha fallecido el poeta,y h periodista Juan Aurelio Sánchez Tadeo. Poeta insigne de fina sensibilidad y profunda belleza lírica en su obra, ha dejado n quienes tuvimos el placer de conocerle un inmborrable recuerdo de bonhomía, iprofunda humanidad y talento poético del que queda buena muestra en la obra que ha dejado escrita.

todos los que hacemos Editanet mostramos nuestro sincero pesar por la pérdida irreparable de un hombre de bien que, además, de ser amigo, era una excepcional poeta.

En los últimos años, su obra giraba alrededor de la figura inolvidable y siempre añorada de su esposa, muerta años atras, gran amor de su vida, con la que, por fin, se ha reunido en el otro lado de esta orilla llamada vida.

Exponemos a continuación, su extensa biografía y algunos poemas de su última obra "Con un vidrio del cielo me he cortado" que ilustra sobradamente la altura poética de quien está ya más allá de toda palabra, de toda definición.

Descanse en paz.

Juan Aurelio Sánchez Tadeo

J. Aurelio Sánchez Tadeo

Biografía


Desde siempre en la calle Caballeros de esta Ciudad de los Caballeros y del Rey, es abulense de mucha antigüedad; oriundo de los pueblos de El Barraco y San Bartolomé de Pinares, muy cercanos a la Capital, en donde su familia paterna ya aparece en los registros parroquiales desde 1543 y a mediados de 1800 en la misma Ávila.

Al filo de los ochenta años, pues nació a mediados de 1928, tiene una larga trayectoria literaria. A partir de los doce escribe pequeños poemas, algunos de ellos editados en la imprenta de Emilio Martín, de la plazuela de la Fruta. En 1949 dirige y escribe la sección «Rincón Abulense», bajo el pseudónimo J. Sanauta, en «El Diario de Ávila».

A partir de ese momento y casi desde cero, irrumpe en los ambientes culturales abulenses con su prosa y sus versos. Funda, con otros nueve escritores abulenses -en 1953- la singularísima revista «El Cobaya», hoy vigente en su segunda época, de la que en la actualidad es Miembro del Consejo de Redacción y único superviviente fundacional.

En estos 55 últimos años ha publicado cerca de 2.000 artículos en revistas y periódicos de España e Hispanoamérica.

Como autor reconocido ha obtenido el Premio Nacional de Turismo en 1966, el segundo Premio Nacional de Bibliofilia en 2003 y fue finalista del Premio Nacional de la Crítica en el mismo año.

Es autor de los siguientes libros: «Al Amor de las Palabras», «El silencio de la piedra», «Del infinito delirio» -Soliloquio en clave de tí-, «El Ávila que viví», «Con un vidrio del cielo me he cortado» (que en esta obra se contiene) y una breve antología poética dentro de la revista «Estudios Abulenses» de la Institución Alonso de Madrigal.

Ha sido Redactor-Jefe del semanario «Almena» de Ávila.

Corresponsal de «La Estafeta Literaria» y «Poesía Española».

Creador y director de la Biblioteca de la Guerra Civil (1936-39), hoy integrada en la Casa de la Cultura de la Ciudad.

Delegado Provincial de Organizaciones (1963-67), desarrollando los Festivales de España, conciertos musicales, teatro y manifestaciones deportivas.

Dirigió y presentó en la antigua emisora Radio Ávila «Hontiveros» revista oral de la poesía, así como la Ronda Poética a la Muralla en su primera y segunda ediciones.

Creador y promotor de los Certámenes Internacionales de interpretación de música de órgano en la Catedral diocesana.

Pregonero de la Semana Santa abulense en el «Hogar de Ávila» en Madrid en dos ocasiones. En Valladolid -2003- y en la Ciudad de Ávila -2002-.

Mantenedor de los XVI Juegos Florales de la Ciudad en 1982.

Es: Miembro de Número de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles desde 1958.

Miembro Colaborador -1960- y de Número -1985- de la Institución «Gran Duque de Alba» del C.S.I.C y también Miembro Titular del Instituto Municipal de la Música y la Cultura.

Por su obra poética fue galardonado con el Premio Nacional del Año Cordimariano de 1954 y también con dieciséis flores naturales en Juegos Florales y tres primeros premios en certámenes institucionales.

Cronista Oficial de la Ciudad de Ávila, -febrero de 2000-, por acuerdo del Pleno de la Corporación Municipal, en concurso público.

Jefe de Relaciones Públicas de su Ayuntamiento y Concejal elegido por Representación Familiar. Asimismo Delegado Municipal de Turismo y Director de las Oficinas de Información Turísticas. (1964-68) Intérprete e Informador Oficial de Turismo, -inglés y francés-.

Secretario Particular del Presidente del Gobierno D. Adolfo Suárez. (1976-81)

Jefe de la Secretaría de Despacho del Ministro Secretario General en el primer Gobierno de la Monarquía y de dos Subsecretarios. (1973-75)

Funcionario de Carrera del Cuerpo Técnico de la Seguridad Social y también del de Titulados Superiores del Inserso, en los que fue, durante diez años y en periodos alternativos, Subdirector General.

Jefe del Gabinete del Director General de la Seguridad Social y del Coordinador General del Plan Nacional para el Síndrome Tóxico.

Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

Titulado Superior en Relaciones Públicas, inscrito en el Reg. Prof. con Nivel Directivo. Diplomado en Ciencias de la Empresa -Universidad de Sevilla-.

Comendador de la Orden de Cisneros, nombrado por S.M. El Rey en 1976.

Placa de Plata al Mérito Turístico y Medallas de Oro y Plata de la Previsión Popular. En 1967 fue proclamado por el «Hogar de Ávila» en Madrid, Primer Popular y en 1995 Socio de Honor.

Con un vidrio del cielo me he cortado

con un vidrio del cielo me he cortado (Soliloquio II, en clave de mi)

Con un vidrio del cielo me he cortado (SoliloquioII, en clave de mi), portada.


A continuación, se exponen varios poemas y sonetos que están comprendidos en el poemario de J. Aurelio Sánchez Tadeo, Con un vidrio del cielo me he cortado (Soliloquio II, en clave de mí), en los que se puede apreciar la belleza poética e intimista de sus versos.

Darwin


Con mi huella dactilar
te dí mis señas
mi nombre y mis apellidos
con firma y rúbrica incluidas.

En esa huella carnal
que me delata de cuanto soy
y represento,
están bien detallados
los siglos que vivió
toda mi estirpe;
en cada tiempo y circunstancia.

Pues en ese laberinto inconfundible
de mi dedo pulgar,
entre sus curvas intrincadas
y misteriosas,
aparecen radiografiados
mis remotos orígenes
por cientos de generaciones.

Seguro que en Babel
ya estaban mis parientes
y en el Arca de Noé
también estaban.

Yo soy el novísimo
muestrario mimético,
en el que puedes escogerme
y mostrarme
como hipotético ejemplo
de la evolución de Darwin.


Nuestra Cita

Es imposible vernos esta tarde
a pesar de haber quedado.


Nuestra cita se ha ido alargando
en la distancia del tiempo y el paisaje.

Tú no puede regresar
y yo no puedo salir a buscarte
porque no sé
en qué lugar del silencio
te encuentras ahora.
Las entradas del cine las tengo todavía
en mi chaqueta de pana
esa que tanto te gustaba.

Esperándote estoy en la esquina del tiempo
junto al Mercado Chico,
muy cerca de la casa de mis padres
y a un paso del Gran Cinema.

Yo no sé qué ha sucedido,
sólo sé que te amo
y tú no estás
pero te espero
a pesar de los años transcurridos
y no quiero despertar de este buen sueño.

Así que seguiré esperándote,
aunque los fríos de Enero
me congelen los huesos
y el fuego de agosto me abrase las entrañas..


Iris

¿Será verdad
que volveré yo a verte?

Con un vidrio del cielo me he cortado.

La sangre me fluye
a borbotones
por la herida del recuerdo.

Y no pienso nada más
que en tus ojos
y mil veces en tus ojos
de transparentes pupilas
maravillosos y límpidos,
unas veces verdiazules
y otras grisazulados.

Espejos de la mañana
donde el amor se miraba
encendiéndose de gozo
dentro de mi yo,
pues eran el cielo mismo.





Tu nombre

Voy a romper la palabra
en mil pequeños pedazos
hasta que sílaba a sílaba
pueda pronunciar tu nombre.

Pero, dime:
¿Qué porvenir me aguarda
en tan dura lejanía,
si solo con tu hoguera
en mi memoria
ya es bastante?...

¡Y para qué más
incendio!


Ironías de la vida


Dicen que soy de tungsteno
y no se dan cuenta
de que hasta el metal
se fatiga.

He llegado hasta aquí
y estoy pidiendo calma
a mis arterias,
a mi corazón,
a los músculos que me quedan,
a la glucosa
y al colesterol.

En fin,
a todo lo que me compone,
pues no se dan cuenta
de que estoy viviendo
con un crédito,
que vence
quizás la semana próxima.

Así que voy a poner un mensaje
-por el móvil-
a ese amigo del alma
que domina la pala y el azadón,
para que me espere allí
en una muy larga espera,

en la calle veintiuno
de mi parcela final,
en la que
durmiendo están
mis padres y mis abuelos,
en el Camposanto Nuevo
de la vieja carretera
de Ávila a Mingorría.


Nuestra casa

No es la soledad
ni el silencio
los que sostienen la casa
y sus cristales intactos;
inamovible a los golpes,
a la incuria y a los vientos,
a los pedriscos de junio
y al dolor de los recuerdos.

Es la soledad de tí
la que la sostiene toda
y solo tu ausencia misma
la que apuntala
sus muros
y el sufrir de mi memoria.


Tres sonetos místicos
2004
I
La corriente que nos lleva

En donde te escondiste compañera
que mi otro yo te busca en su locura
te veré quizás de otra manera
o dentro del temblor de mi tortura.

Subiendo estoy la rampa y la escalera
que ascienden al jardín de la espesura,
entre lirios y rosas tu figura
se me hace más real y verdadera.


El tú y el yo bebiendo de la fuente
que mana de lo puro de la roca,
lo triste nos parece sonriente

y lo amargo más dulce en nuestra boca,
cuando se funde el agua en la corriente
del amor que a la gloria nos convoca.

II


Mi alma y yo

Dímelo amor, en qué rugiente hoguera
se ha encendido tu luz que tanto brilla.

¿Ha sido más allá de nuestra orilla
o en nuestra intimidad de primavera?

Ese tú y ese yo que en la pradera
criamos en ardiente maravilla,
hoy apura la hierba que se humilla
de tanto que violamos su frontera.

Por eso sin tristeza ni locura
el alma incandescente es viva brasa
tan fiero es el amor que me traspasa
que grita en el gozar de esta tortura,

volviéndome de nuevo criatura
para a solas amarte en nuestra casa.


Poema de catorce versos
2006

Escrita la verdad en mi palabra,
frase a frase con sílaba infinita,
muy alto está el acento de mi cita
de esa luz que reclama que se abra,

que se abra la puerta ¡abracadabra!
pues no importan tapones a mi espita,
que el agua va hacia abajo, mientras labra
caminos de una glosa nunca escrita.

Así llegué al final de mi dilema,
letra a letra por siempre encadenadas
formando endecasílabos, fonema
del verso que revive en muchas nadas,

catorce de once en once, entre paradas,
haciéndose soneto en mi poema.


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