Ediición nº 22 Enero/Marzo de 2013

Clara Campoamor

Clara Campoamor

CLARA CAMPOAMOR (1888-1972)

por Laura López ayllón

-CONSIGUIO EL VOTO PARA LA MUJER ESPAÑOLA
-PERTENECIO A LA LOGIA “REIVINDICACION DE LA FRANCMASONERIA”

Clara Campoamor, para algunos “La mujer olvidada”, fue la mujer que consiguió en las Cortes de la España Republicana que las mujeres tuvieran derecho a ejercer el voto. Nacida en Madrid de un modesto empleado y una modista, -su abuela era la portera de la casa en que vivían- hizo frente con el trabajo a la necesidad familiar ya que el padre murió cuando tenía trece años.
En 1921 ingresó en el Cuerpo de Correos y Telégrafos y tres años más tarde, con 36 años, se licenció en derecho por la Universidad de Madrid, donde impartió conferencias en la Academia de Jurisdicción e impulsó la Asociación Femenina Universitaria. Su primera causa fue un delito contra la honestidad.
En 1931 obtuvo un escaño por el Partido Radical y entró en la Comisión Constitucional que redactó la Carta Magna republicana, donde defendió la no discriminación por razón de sexo, la igualdad legal de los hijos habidos dentro y fuera del matrimonio, el divorcio y el sufragio universal, generalmente llamado voto femenino. Esta actividad y sus argumentos los recogería después en el libro “Mi pecado mortal. El voto femenino y yo”.
Lo consiguió todo menos el voto, que tuvo que debatirse en el Parlamento, y tuvo enfrente para conseguirlo al Partido Izquierda Republicana y a los diputados radical-socialistas, entre los que estaba Victoria Kent, partidaria de aplazar el derecho femenino al voto por oportunidad política, ya que se pensaba que la mujer votaría aconsejada por el marido o el sacerdote.
Es famosa su réplica a Victoria Kent, Campoamor dijo “Lejos yo de censurar ni de atacar las manifestaciones de mi colega, la señorita Kent; comprendo por el contrario la tortura de su espíritu al haberse visto hoy en el trance de negar la capacidad inicial de la mujer”.
El voto femenino (artículo 34) fue votado el uno de octubre de 1931 por 161 votos a favor y 121 en contra.
En “El voto femenino y yo, mi pecado mortal” Clara Campoamor explica porque fracasaron sus posteriores intentos de militancia política, atribuyéndolos a la debilidad de los ideales republicanos. En esta etapa contó con el apoyo de otra gran mujer, Carmen de Burgos, que lideraba “La Cruzada de Mujeres Españolas y organizó charlas en su defensa, en la que participaron numerosas intelectuales españolas del momento desde María de Maeztu a Hildegarda Rodriguez, que representaba al Lyceum Club.
A pesar de ello y tras muchos homenajes feministas perdió el escaño parlamentario cuando en 1933 las derechas ganaron las elecciones. Toda la izquierda le echó la culpa de su derrota a Clara Campoamor, por considerar que en su defensa del voto femenino entró en colisión con los intereses partidistas.
Hoy se considera que el mayor logro de Clara Campoamor fue conciliar los intereses republicanos con los derechos de la mujer y que su participación en la elaboración de la Constitución de 1931 se reveló decisiva no solo en el sufragio femenino, sino también en el reconocimiento del divorcio y del matrimonio civil y, en general, en todos los artículos que hacían referencia a la igualdad entre los sexos.
Respecto al divorcio, Clara Campoamor dedicó gran parte de su actividad a dos casos muy célebres, el de la escritora Concha Espina y el de Josefina Blanco, esposa del gran escritor Ramón María del Valle-Inclán.
Al estallar la guerra civil, Clara Campoamor permaneció dos meses en Madrid, donde observó las checas y los fusilamientos, y se trasladó a Alicante, desde donde embarcó.. No consiguió volver a España más que en dos breves momentos por estar fichada por el Tribunal de Represión de la Masonería. En la segunda ocasión el tribunal le ofreció elegir entre doce años de cárcel o proporcionar los nombres de antiguos hermanos de la masonería.
Entre sus obras destacan asimismo “El derecho femenino en España” y “La situación jurídica de la mujer española”, así como “El pensamiento de Concepción Arenal”.
Vivió en Argentina y en Suiza, país en el que murió en abril de 1972 de cáncer y de nostalgia. De su vida personal se sabe muy poco porque ella decidió no dejar nada escrito.Según la jurista María Tello, que mantuvo contacto con ella durante su exilio, el feminismo de Clara Campoamor “no tuvo que formarse en el feminismo, pues en ella era algo innato”.

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