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El rincón del gato
POEMAS
¿DÓNDE ESTABAS?
Dónde estabas cuando a Hipatia de Alejandría
golpearon hasta morir por impartir cultura y libertad?
Dónde estabas cuando a Manuela Malasaña
los franceses asesinaron por ser la costura su oficio?
Dónde estabas cuando a Mariana Pineda
los absolutistas ejecutaron a garrote vil, por tener una bandera.
Dónde estabas cuando a Malala Yousatzai
los talibanes la dispararon a la cabeza por querer estudiar?
Dónde estabas cuando a Jyoti Singh Pandey
seis salvajes torturaron y mataron
por sus hermosos veintitrés años?
¿Por qué has permitido que mueran y sufran
tantas mujeres?
¡Dios! ¿Dónde estabas?
Antonio Machada Sanz
(10-01-2013)
CASTILLA DE PAN Y PENAS
Los pueblos de trigo y cebada
Miguel Delibes. 13-03-10
Castilla de pan y penas
guardiana de sentimientos
silo de versos y trigo
cuna de genios, guerreros.
Sobriedad de secarral
y a la vez hermoso carmen.
Yergue bien alto el pendón
de color rojo ciclamen
y grita muy orgullosa
lo que fuiste, aglutinante
embrión de nuestra España.
¡Protesta!, ¡Exige lo tuyo!
¡Líbrate de las cadenas
que te tienen amarrada!
por ese amor a una tierra
dura, como es tu carácter,
y además es cicatera
para entregarte sus frutos
costándote tantas penas.
Haz que los demás no olviden,
que los diste de cenar
en la oscura y triste noche,
cuando no tenían pan.
Antonio Machado Sanz
Julio 2010
NO TRATES DE CAMBIARME
Porque eres tan hermosa
que has logrado
que nazcan hojas nuevas,
este invernal otoño,
en el árbol de mi vida.
Porque eres ese amante
que jamás se olvida
y has conseguido que escriba
nuevas y divertidas líneas
en el libro de mi existencia.
Porque has cogido mi mano
y me regalaste la ilusión
de una nueva e infantil
mañana de Reyes
en el mes de septiembre.
Y aunque hayas modificado
mis acentos, mi gramática,
y mi idea sobre la vida,
e insuflaste en mi alma
la ilusión de un futuro feliz.
No trates de cambiarme,
hace ya muchos años,
que me gusto tal y como soy.
Antonio Machado Sanz
25-10-2012(San Crisanto)
Cerveza y recuerdos
Antonio Machado Sanz
Paseando en una cálida mañana del otoño madrileño me encontré, en lugar de un muro de ladrillo rojo, un paredón de hierro oxidado en la calle de Amaniel número 29.
Tres banderas y un cartel en el que rezaba “Registro Territorial de la Propiedad Intelectual”.
Recordé cuando, hacía ya muchos años, me acercaba hasta la “Mahou” para tomar unos “barros” con su ritual, el fieltro, su golpecito, y observar como la espuma llegaba hasta el mismo borde.
Llevaba la fábrica instalada allí desde el último decenio del siglo XIX, la primera cocción fue en 1891, y hasta su cierre en 1964, mantuvo en su edificio central el despacho al público de sus cervezas en un amplio salón.
Antes de la guerra, según me contaron, abría su terraza con mesas y bancos corridos en la azotea y en plena canícula, era visitada por los vecinos de la zona, para acompañar la frugal cena con unas jarras de cerveza.
En ese punto de meditación, asolé toda edificación próxima y creí encontrarme en los mismos lugares citados por D. Carlos Arniches en su sainete Los neutrales,
“Desde la calle Magallanes después de atravesar por frente a los antiguos cementerios clausurados, bajan por los desmontes del tercer Depósito, camino de la dehesa de Amaniel”.
Lugares que se encontraban poblados de merenderos y, como continuación de éstos, la Fábrica de Cervezas “Hijos de Casimiro Mahou”.
A través de sus ventanales pude ver que en el salón de Mahou estaban todos los personajes, El señor Severino, Antolín “el Peroles” y Marceliano, delante de unas cervezas mientras discutían.
Al fondo, junto a una ventana que daba a la calle del Limón, creí ver mis padres y mis abuelos, que observaban a aquellos peculiares tipos.
Y me alejé sonriendo con mi nieto de la mano...
Madrid 5-11-05
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