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Dulce María Loynaz
Introducción
Continuamos ofreciendo las figuras de los poetas que han sido galardonados con el Premio "Miguel de Cervantes", el más importante galardón de las letras españolas.
En esta ocasión, se trata de Dulce María Loynaz, poetisa y escritora cubana de renombre universal que recibió el Premio Cervantes en 1992
Dulce María Loynaz
por Ana Alejandre
María de las Mercedes Loynaz Muñoz (Dulce María Loynaz Muñoz)
porAna Alejandre
Nació en La Habana (Cuba), el 10 de diciembre de 1902, y está considerada como una de las más importantes figuras poéticas cubana de resonancia universal.
Hija del poeta y General del Ejército, Ignacio Agramonte y Loynaz, descendiente de una rica familia de rancio abolengo, los Lóynaz del Castillo, entre sus antepasados cuenta con personajes como Ignacio Agramonte y Loynaz, la destacada poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda y Martín de la Ascensión, uno de los 26 mártires de Japón, al que le dedicó un extenso poema en prosa.
A partir de 1919 publica sus primeros poemas en varios periódicos de La Habana, el primero de ellos el diario La Razón, en el que, en 1920, publica Invierno de almas y Vesperal.
Realiza el doctorado en Derecho Civil en 1927 en la universidad de dicha ciudad y empieza a ejercer la abogacía, profesión que ejerce hasta 1961, aunque sin abandonar en ningún momento a la literatura.
En 1928 inicia la escritura de su novela Jardín, obra que no finaliza hasta ocho años después. y que fue publicada en 1951 en España.
Su casa de La Habana se convirtió, en la década de los 30, en un centro de reunión de escritores y artistas, entre los que destacan escritores como Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Alejo Carpentier o Gabriela Mistral, entre otros muchos, quienes asistían a las reuniones llamadas "juevinas", por ser celebradas en dicho día de la semana.
Publica el poema Canto a la mujer estéril en la Revista Bimestre Cubana, en 1937, y al año siguiente su poemario Versos, que había comenzado a escribir en 1920.
Fue una incasable viajera por casi todo el mundo y uno de sus viajes que la llevó a visitar Turquía, Túnez, Siria, Libia, Palestina y Egipto, le inspiró su obra Carta de amor al Rey Rey Tut-Ank-Amen, que es una carta poética de profundo significado romántico.
Viaje por Sudamérica y Europa, participando en diversos congresos y también como corresponsal de algunos diarios cubanos como son El País y Excelsior,
Su obra empieza a ser conocida en España y en 1947 publica Juegos de agua, y posteriormente Poemas sin nombre (1953), Últimos días de una casa y Un verano en Tenerife (ambas en 1958). Al mismo tiempo, también escribe una serie de artículos con los títulos de Crónicas de ayer y Entre dos primaveras.
Es elegida miembro de la Academia Nacional de Artes y Letras de Cuba, en 1951, y ese mismo año es nombrada Hija Adoptiva por el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz (Canarias). En 1960 es elegida miembro de la Real Academia Española.
Después de un largo período de retiro, publicó otras obras como son Poesías escogidas (1984),Bestiarium (1991) y Fe de vida (1994).
A lo largo de su carrera literaria recibió muchos e importantes premios: Le otorgaron el Premio Nacional de Literatura en 1986. Recibe el Premio Miguel de Cervantes en 1992 y la Orden Isabel La Católica y el Premio Federico García Lorca, ambos en 1993.
En su obra poética existen títulos como Versos, 1938; Juegos de agua, 1947; Obra lírica, (1965) y los poemas en prosa Poemas sin nombre (1953) y crónicas de viajes como Un verano en Tenerife (1958).
Su obra se ha traducido al inglés, francés, italiano, noruego y serbio.
A su obra se le puede considerar como una muestra de la tradición de un modernismo tardío, en el que destacan el cuidado exquisito de la escritura y el léxico, además de apreciar en su obra en prosa un lirismo constante y la utilización de las impresiones que encuentra en su inmediato entorno como tema de sus creaciones, una vez que las dota de un profundo lirismo.
Su figura es una muestra imprescindible de la poesía intimista femenina de América del Sur.
Falleció el 27 de abril de 1997 en La Habana.
Obra de Dulce María Loynaz
Poesía
Versos (1950)Juegos de agua (1951)
Poemas sin nombre (1953)
Últimos días de una casa (1958)
Poemas escogidos (1985)
Poemas náufragos (1991)
Bestiarium (1991)
Finas redes (1993)
La novia de Lázaro (1993)
Poesía completa (1993)
Melancolía de otoño (1997)
La voz del silencio (2000)
El áspero sendero (2001)
Otros géneros
ardín (1951) -novela-Un verano en Tenerife (1958) -libro de viajes-
Yo fui (feliz) en Cuba (1993) -crónicas-
Canto a la mujer. Tomo I y II (1993) -ensayo-
Confesiones de Dulce María Loynaz (1993) -entrevistas-
Fe de vida (1994) -ensayo-
Cartas a Julio Orlando (1994) -epistolario-
Un encuentro con Dulce María Loynaz (1994) -entrevistas-
Alas en la sombra (1995) -texto autobiográfico-
Cartas que no se extraviaron (1997) -epistolario-
Cartas de Egipto (2000) -epistolario-
La palabra en el aire (2000) -ensayo-
Premios y distinciones de Dulce María Loynaz
Orden González Lanuza, otorgada por el Colegio Nacional de Abogados, 1944
Cruz de Alfonso X El Sabio, entregada en España, 1947
Orden Nacional de Mérito Carlos Manuel de Céspedes, 1947
Miembro de Honor del Instituto de Cultura Hispánica, 1950
Miembro de la Academia Nacional de Artes y Letras, 1951
Hija Adoptiva del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, 1951
Orden Mariana Grajales, 1952
Académica Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, en Málaga, 1955
Recibe el Diploma de Académico de Número por la Academia Nacional de Artes y Letras, para ocupar un lugar de honor en la sección de Literatura, 1955
Orden Pro Ecclesia-et-Pontifice, otorgada por el Papa Pío XII a Dulce María y su esposo Pablo Ávarez de Cañas por sus contribuciones con las Escuelas Pías de San Juan Bosco, 1955
Orden León XIII entregada al matrimonio por sus valiosos aportes a la Iglesia, 1955
Miembro de Número de la Academia Cubana de la Lengua, 1959
Miembro Correspondiente de la Real Academia de la Lengua Española, 1968
Distinción por la Cultura Nacional, 1981
Medalla Alejo Carpentier, 1982
Premio Nacional de Literatura de Cuba (Ministerio de Cultura de Cuba), 1987
Orden Félix Varela de Primer Grado, 1988
Miembro Emérito de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), 1988
Escudo Pinareño, en la ciudad de Pinar el Río, 1990
Orden Jovellanos de la Federación de Asociaciones del Centro Asturiano de La Habana, 1990
Miembro de Honor de la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba, 1991
Doctor Honoris Causa en Letras por la Universidad de La Habana, 1991
Premio de Literatura en Lengua Castellana "Miguel de Cervantes" (Ministerio de Cultura de España), 1992
La Giraldilla de la Habana por el 473 aniversario de la fundación de la ciudad, 1992
Premio de la Crítica (Cuba), 1992
Orden Isabel La Católica, 1993
Premio Federico García Lorca, 1993
Orden Gabriela Mistral de la Embajada de Chile, 1996
Profesora de Mérito del Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Río, 1996
Medalla XV Aniversario de su fundación de la Unión Árabe de Cuba, 1996
Hija Ilustre de la ciudad de Camagüey, 1996
Bibliografía sobre Dulce María Loynaz
Aldaya, Alicia G.R. Tres poetas hispanoamericanos: Dulce María Loynaz, Jaime
Torres Bodet, José Martí... Madrid: Playor, 1978
Barquet, Jesús J. Escrituras poéticas de una nación: Dulce María Loynaz, Juana
Rosa Pita y Carlota Caulfield. La Habana: Unión, 2000 Instituto Cervantes. Departamento de Bibliotecas y Documentación. Página 7
Bernal Castellanos, Rafael A. Fe de poesía. Guantánamo: Editorial El Mar y la
Montaña, 2005
Brito de Donoso, Tílda. Poetisas de América...: Santiago de Chile: Nascimento
1929
Bueno, Salvador. Ensayos sobre literatura cubana. Boulder: Society of Spanish
and Spanish-American Studies, 2003
Caballero, Rufo. Hongo fino: la modernidad en Jardín de Dulce María Loynaz,
imantación y delirio. Santiago de Cuba: Editorial Oriente, 2005
Cabrera Vivanco, Ana. La voz del silencio. La Orotava (Tenerife): Ayuntamiento de
la villa de La Orotava, 2002
Cabrera Vivanco, Ana. La voz del silencio. La Habana: Editorial de Ciencias
Sociales, 2000
Capote Cruz, Zaida. Contra el silencio: otra lectura de la obra de Dulce María
Loynaz. La Habana: Letras Cubanas, 2005
Confesiones de Dulce María Loynaz / Aldo Martínez Malo [entrevistador]. Pinar
del Río: Ediciones Hermanos Loynaz, 1993
Cuba, una literatura sin fronteras = Cuba, a literature beyond boundaries /
Susanna Regazzoni, ed. Frankfurt am Main: Vervuert; Madrid: Iberoamericana,
2001
Cuerpo(s) de mujer: representación simbólica y crítica cultural / Zulma Palermo,
coordinadora. Córdoba: Ferreyra Editor; [Salta, Argentina]: Universidad Nacional
de Salta, 2006
Díaz Monterrey, Madelyn. Estudio de condecoraciones recibidas por Dulce María
Loynaz. Pinar del Río: Ediciones Loynaz, 2005
Dulce María Loynaz, La Habana, 1902-1997: Cuba y Canarias en el centenario del
natalicio. Santa Cruz de Tenerife: CajaCanarias, 2001
Dulce María Loynaz: cien años después. Madrid: Editorial Hispano Cubana, 2004
Dulce María Loynaz: valoración múltiple / [recopilado] por Pedro Simón. La
Habana: Centro de Investigaciones Literarias, cop. 1991
Dulce María Loynaz: premio Cervantes, 1992. Madrid: Ministerio de Educación y
Cultura, 1993
Poemas de Dulce María Loynaz
LA HIJA PRÓDIGA
¿Qué me queda por dar, dada mi vida?
Si semilla, aventada a otro surco,
si linfa, derramada en todo suelo,
si llama, en todo tenebrario ardida.
¿Qué me queda por dar, dada mi muerte
también? En cada sueño, en cada día;
mi muerte vertical, mi sorda muerte
que nadie me la sabe todavía.
¡Que me queda por dar, si por dar doy
—y porque es cosa mía, y desde ahora
si Dios no me sujeta o no me corta
las manos torpes — mi resurrección...!
Poemas dispersos (1955-1958)
POEMA CXIV
El mundo entero se me ha quedado vacío, dejado por los
hombres que se olvidaron de llevarme.
Sola estoy en esta vasta tierra, sin más compañía que los
animales que tampoco los hombres necesitan, que los árboles
que no creen necesitar.
Y mañana, cuando les falte el canto de la alondra o el perfume
de la rosa, se acordarán de que hubo una flor y que hubo un
pájaro. Y pensarán acaso que era bueno tenerlos.
Pero cuando les falte mi verso tímido, nadie sabrá que alguna
vez yo anduve entre ellos.
Poemas sin nombre (1953)
JUEGOS DE AGUA
Los juegos de agua brillan a la luz de la luna
como si fueran largos collares de diamantes:
Los juegos de agua ríen en la sombra...Y se enlazan
y cruzan y cintilan dibujando radiantes
garabatos de estrellas...
Hay que apretar el agua
para que suba fina y alta...Un temblor de espumas
la deshace en el aire; la vuelve a unir...desciende
luego, abriéndose en lentos abanicos de plumas...
Pero no irá muy lejos...Esta es agua sonámbula
que baila y que camina por el filo de un sueño,
transida de horizontes en fuga, de paisajes
que no existen...Soplada por un grifo pequeño.
¡Agua de siete velos desnudándote y nunca
desnuda! ¡Cuándo un chorro tendrás que rompa el broche
de mármol que te ciñe, y al fin por un instante
alcance a traspasar como espada, la Noche!
Juegos de agua (1947)
EL ESPEJO
Este espejo colgado a la pared,
donde a veces me miro de pasada...
es un estanque muerto que han traído
a la casa.
Cadáver de un estanque es el espejo:
Agua inmóvil y rígida que guarda
dentro de ella colores todavía,
remembranzas
de sol, de sombra... —filos de horizontes
movibles, de la vida que arde y pasa
en derredor y vuelve y no se quema
nunca... —Vaga
reminiscencia que cuajó en el vidrio
y no puede volverse a la lejana
tierra donde arrancaron el estanque,
aún blancas
de luna y de jazmín, aún temblorosas
de lluvias y de pájaros, sus aguas...
Esta es agua amansada por la muerte:
Es fantasma
de un agua viva que brillara un día,
libre en el mundo, tibia, soleada...
¡Abierta al viento alegre que la hacía
bailar...! No baila
más el agua; no copiará los soles
de cada día. Apenas si la alcanza
el rayo mustio que se filtra por
la ventana.
¿En qué frío te helaron tanto tiempo
estanque vertical, que no derramas
tu chorro por la alfombra, que no vuelcas
en la sala
tus paisajes remotos y tu luz
espectral? Agua gris cristalizada,
espejo mío donde algunas veces
tan lejana
me vi, que tuve miedo de quedarme
allí dentro por siempre...Despegada
de mí misma, perdida en ese légamo
de ceniza de estrellas apagadas...
Juegos de agua (1947)
NAUFRAGIO
¡Ay qué nadar de alma es este mar!
¡Qué bracear de náufrago y qué hundirse
y hacerse a flote y otra vez hundirse!
¡Ay qué mar sin riberas ni horizonte,
ni barco que esperar! Y qué agarrarse
a esta blanda tiniebla, a este vacío
que da vueltas y vueltas... A esta agua
negra que se resbala entre los dedos...
¡Qué tragar sal y muerte en esta ausencia
infinita de ti!
Juegos de agua (1947)
ETERNIDAD
No quiero, si es posible
que mi beneficio desaparezca,
sino que viva y dure toda la vida de mi amigo.
Séneca
En mi jardín hay rosas:
Yo no te quiero dar
las rosas que mañana...
Mañana no tendrás.
En mi jardín hay pájaros
con cantos de cristal:
No te los doy, que tienen
alas para volar...
En mi jardín abejas
labran fino panal:
¡Dulzura de un minuto...
no te la quiero dar!
Para ti lo infinito
o nada; lo inmortal
o esta muda tristeza
que no comprenderás...
La tristeza sin nombre
de no tener que dar
a quien lleva en la frente
algo de eternidad...
Deja, deja el jardín...
no toques el rosal:
Las cosas que se mueren
no se deben tocar.
Versos (1920-1938)
HOJA SECA
A mis pies la hoja seca viene y va
con el viento;
hace tiempo que la miro,
hecho un hilo, de fino, el pensamiento...
Es una sola hoja pequeñita,
la misma que antes vino
junto a mi pie y se fue y volvió temblando...
¿Me enseñará un camino?
Versos (1920-1938)
LA EXTRANJERA
No era bueno quererla; por los ojos
le pasaban a veces como nieblas
de otros paisajes: No tenían
color sus ojos; eran
fríos y turbios como ventisqueros...
No era bueno quererla...
Adormecía con su voz lejana,
con sus palabras quietas
que caían sin ruido, semejantes
a escarcha ligera
de marzo en las primeras
rosas, sin deshojar
los pétalos...
Alguien por retenerla
quiso hacer de toda su vida
un lazo...Un solo lazo fuerte y duro...
Ella
con sus frágiles manos rompió el lazo
que era lazo de vida...
(A veces, nieblas
de otro país pasaban por sus ojos...)
No era bueno quererla.
Versos (1920-1938)
TIEMPO
1
El beso que no te di
se me ha vuelto estrella dentro...
¡Quién lo pudiera tornar
—y en tu boca...—otra vez beso!
2
Quién pudiera como el río
ser fugitivo y eterno:
Partir, llegar, pasar siempre
y ser siempre el río fresco...
3
Es tarde para la rosa.
Es pronto para el invierno.
Mi hora no está en el reloj...
¡Me quedé fuera del tiempo!...
4
Tarde, pronto, ayer perdido...
mañana inlogrado, incierto
hoy... ¡Medidas que no pueden
fijar, sujetar un beso!...
5
Un kilómetro de luz,
un gramo de pensamiento...
(De noche el reloj que late
es el corazón del tiempo...)
6
Voy a medirme el amor
con una cinta de acero:
Una punta en la montaña
La otra... ¡clávala en el viento!
Versos (1920-1938)
BALADA DEL AMOR TARDÍO
Amor que llegas tarde,
tráeme al menos la paz:
Amor de atardecer, ¿por qué extraviado
camino llegas a mi soledad?
Amor que me has buscado sin buscarte,
no sé qué vale más:
la palabra que vas a decirme
o la que yo no digo ya...
Amor... ¿No sientes frío? Soy la luna:
Tengo la muerte blanca y la verdad
lejana... —No me des tus rosas frescas;
soy grave para rosas. Dame el mar...
Amor que llegas tarde, no me viste
ayer cuando cantaba en el trigal...
Amor de mi silencio y mi cansancio,
hoy no me hagas llorar.
Versos (1920-1938)
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