Usted está aquí:  >>> Escrito en el tiempo 

A sangre fría, de Truman Capote

A sangre fría, de Truman Capote

haga clic aquí para abrir la galería

 

A sangre fría, de Truman Capote

A sangre fría, de Truman Capote, puesta en tela de juicio

Ana Alejandre

El 25 de agosto de 2014 se cumplieron 30 años de la muerte de Truman Capote, pero este polémico autor sigue siendo noticia constantemente.

En este caso, viene provocada por Ronald Nye, ciudadano norteamericano que vive en Oklahoma y que es hijo de Harold Nye, sheriff, detective, agente y finalmente director del KBI (Kansas Bureau of Investigation) en la época en que sucedieron los hechos espeluznantes que relató Capote en su excelente novela A sangre fría.

Pues bien, fue en 1959 cuando le asignaron la investigación de un homicidio múltiple, el de Herb Clutter, su mujer Bonnie y sus dos hijos adolescentes, Nancy y Kenyon en Holcomb, Kansas, crimen horrendo en el que se basó Capote para escribir la mencionada novela. Esta obra convirtió al agente de la ley en un personaje de la famosa novela, aunque podría ser calificada como obra de no ficción, y Nye fue interpretado por un actor tanto en la película homónima, de 1967, como en la más reciente titulada Capote, de 2005.

La polémica que ha suscitado la noticia es que cuando falleció Nye padre, dejó un amplio y documentado archivo, pertenecente al KBI, que contienen todos los datos y documentación sobre los asesinatos de los miembros de la familia Clutter, que fueron atribuidos a Richard Hickock y Perry Smith, por los que fueron juzgados y sentenciados a muerte, ejecución que se llevó a cabo en 1965, el año anterior a que Capote publicara el reportaje-novela que tardó nada menos que seis años en escribir y del que dijo en una entrevista en el New York Times que estaba ajustado a los hechos con total objetividad.

Ronald Nye, el hijo del investigador se ha visto implicado en un juicio contra el Estado de Kansas por toda la documentación que su padre dejó a su madre antes de morir, ue se asoció a Fary McAvoy, comerciante junto al que pensaba subastar todos los documentos recibidos en herencia.

Todo ello porque dichos documentos en poder de Ronald Nye son una prueba de los muchos errores veritos en la famosa novela, a pesar de que en el inicio de dicha obra el propio Truman Capote decía: "Todo el material de este libro no derivado de mis propias observaciones está tomado de documentos oficiales o es el resultado de entrevistas con las personas directamente afectadas".

Fue poco menos de un año después de la publicación de A Sangre fría, obra a la que Capote llamaba "reportaje creativo", cuando en junio de 1966, Philip K. Thompkins publicó un artículo en Esquire, en el que ponía en duda la veracidad de los datos ofrecidos por Capote, después de viajar a Kansas y hablar con algunos de los personajes reales que fueron testigos o estuvieron implicados en los hechos de una forma u otra. Algunos datos inexactos eran de importancia menor, pero otros, sin embargo, eran de gran importancia como las declaraciones supuestamente textuales de los acusados en las que Capote vertió muchas inexactitudes de gran relevancia.

Aunque en la época en la que escribió Capote dicha obra no existían las exigencias de ahora, en cuanto al rigor a la hora de hacer una entrevista, como pueden ser el uso de grabadoras, los errores cometidos por Capote eran demasiado abundantes e injustificables. Ya había aceptado Gerald Clarke, en la biografía que escribió sobre Capote y que fue publicada en 1988, que la última escena de A sangre fría era completamente inventada.

Los documentos de Nye demuestran que las afirmaciones de Capote sobre la veracidad de los hechos que relata y que, según afirma, estaban basados en la propia documentación oficial existente, es muy cuestionable y dudosa. Por ejemplo, el detective Alvin Dewey no era tan inteligente en la realidad ni el KBI tampoco actuó con eficacia, según los relata Capote, personajes reales éstos que sí mostraron una gran cordialidad hacia Capote y le dieron múltiples datos fidedignos de lo ocurrido.

Dichos documentos oficiales demuestran que el KBI no envió a un detective la misma noche de los asesinatos, sino que lo hizo cinco días más tarde, dato que contradice lo expresado por Capote en su famosa obra.

El juicio pendiente entre el Estado y el hijo de Nye aún no ha finalizado, y el juez Larry Hendricks tomó las medidas cautelares de prohibir la venta o publicación de dichos archivos, lo que hizo anunciar a Ronald Nye que iba a publicar su propio libro, nueva versión de A sangre Fría, pero usando los datos contenidos y las notas existentes en la documentación dejada por su padre. El pasado 21 de agosto, dicho juez ordenó al Estado de Kansas desclasificar más documentos obrantes en su poder y que Ronald Nye solicita para poder elaborar su defensa, entre ellos todos aquellos documentos que estén clasificados del KBI sobre los asesinatos de los Clutter.

Todo este asunto pone en tela de juicio la verosimilitud de Truman Capote en los relatos los hechos, en esa magnífica novela a la que el propio autor denominó "de no ficción", aunque su talento narrativo justifica que de los hechos narrados haya dado su propia versión en algunos momentos, lo que no desmerece la extraordinaria obra que escribió y que marcó un hito en los años sesenta en la novelística mundial y se sigue poniendo de ejemplo en las clases de periodismo.

(para más información en:

http://online.wsj.com/news/articles/SB10000872396390444554704577643401871201044

y http://www.thepassivevoice.com/09/2012/in-cold-blood-an-auction/)

 

Los textos, videos y audios de esta web están protegidos por el Copyright. Queda totalmente prohibida su reproducción en cualquier tipo de medio o soporte, sin la expresa autorización de sus titulares.
Editanet © Copyright 2013. Reservados todos los derechos