Edición nº 23 Abril/Junio de 2013

El tango de la guardia vieja

El tango de la guardia vieja Arturo Pérez-Reverte Alfaguara Madrid, 2012

El tango de la guardia vieja
Arturo Pérez-Reverte
Alfaguara
Madrid, 2012

por Ana Alejandre

La última novela de Pérez-Reverte ofrece una historia de amor y pasión como fondo que transcurre en tres escenarios físicos y temporales: en el Beunos Aires de 1928, elprimero; en la Riviera francesa durante la guerra Civil Española y en la bella ciudad de Sorrento en la década de los sesenta. Todos estos periódoscronológicos, separados el primero y el último por más de treinta años, son los mismos que separan una época ya perdida para siempre y anterior a la II Guerra Mundial, en la que el lujo, el glamur, la búsqueda del placer y la diversión de la clase dominante eran coetáneas de la crisis económica, las convulsiones políticas de una sociedad que había salido de la I Guerra Mundial y se disponía a entrar a otra causada por la inestabilidad social, económica y política y por las ansias patológicas de un dictador que pretendió poner al mundo de rodillas ante su insaciable deseo de poder. La segunda etapa de esta novela, la época de los 60 del pasado siglo, sitúa la acción en Sorrento, escenario de un importante campeonato de ajedrez, cuando ya los tambores de guerra se habían acallado y el mundo vivía sumergido en la guerra fría entre las dos potencias mundiales.

La historia que transcurre en un constante ir atrás y adelante en el tiempo, va tejiendo la trama argumental en la que un bailarín profesional, acompañante de ricas señoras en hoteles y cruceros de lujo, cruza su vida con la de un famoso músico y su bella esposa que se sienten atraídos por la personalidad de quien les puede introducir en los ambientes de arrabal de Buenos Aires para poder llegar a oír y ver cómo se toca y baila el tango auténtico y originario, tan distinto del que se conoce en los salones, el llamado tango "de la guardia vieja" que da título a esta novela. Todo ello, ignorando el distinguido matrimonio que su nuevo amigo, además de bailarín profesional, tiene otra identidad oculta de ladrón de guante blanco que no se conforma con la modesta situación de subalterno constante en la que se desenvuelve y aspira a una mayor fortuna.

Por ello, la novela es también una lección musical en la que el tango es el protagonista, y sirve para hacer una reflexión del paso del tiempo, del cambio no sólo en la música, sino también en la mentalidad de los pueblos, de las costumbres sociales y de la inevitable carga de melancolía por todo aquello que una vez fue y ya no es, ni volverá a ser nunca igual.

Los dos protagonistas vuelven a encontrarse treinta años después y se dan cuenta que no es posible volver atrás, porque ya no se es el mismo, ni los sentimientos ni las vidas de cada uno, siendo la nostalgia de lo vivido lo único que une a quienes una vez se amaron.

Hay ciertos matices en esta obra que recuerdan a la famosa novela El gran gatsby, de Francis Scott Fitzgerald, y con la que se pueden establecer ciertos paralelismos: el ambiente refinado en el que se mueven ambos protagonistas de las dos novelas, los apasionados y apasionantes años 20 y 30 del pasado siglo en los que transcurren ambas narraciones; la condición de ambos protagonistas de pertenecer a clases no privilegiadas que tienen que luchar para alcanzar una posición respetable dentro del mundo social de los millonarios, aunque sea de distinta forma cada uno de ellos y diferente consecución; la sensación siempre frustrante de estar siempre en una posición subordinada entre los que los tratan como iguales, pero sabiendo que siempre estarán en un escalón inferior. En una palabra: el deseo siempre insatisfecho de ser uno más, un igual entre los desiguales y la imposibilidad de alcanzar a la mujer amada para más tiempo del que puede durar una corta y simple relación carnal.

La novela es, de nuevo, la reflexión lúcida del autor de que el mundo de hoy ya no es ni por asomo el mundo de unas décadas atrás, como si no sólo hubieran pasados unos pocos años, sino un cambio total que ha configurado completamente el mapa social y mental de forma irreversible.

El tango de la guardia vieja
, no es más que el símbolo de la nostalgia de una época ya perdida para siempre, en la que el mundo no era peor ni mejor que éste, sino distinto, y en el que era más fácil soñar, aún posible vivir aventuras -posibilidad que ya hace imposible el turismo de masas-, en el que los roles estaban muy bien definidos, inamovibles las fronteras entre las clases sociales, marcados los límites entre los caballeros y los rufianes, separadas las damas de las busconas, y los ciudadanos honrados se distinguían de los delincuentes. Ahora estos matices están desdibujados, se entremezclan unos con otros, y ya nadie sabe bien quién es quién y qué es, en una confusión como la que provocan los espejos deformantes de las barracas de feria.

En esta novela, la trama argumental sirve para que el autor pueda reflexionar sobre una época -que por edad no conoció-, pero de la que se tienen vestigios, noticias e imágenes, además de servir de pretexto para decir que no sólo han cambiado las modas, los usos y costumbres, sino también una forma de ver y vivir en el mundo, y lo mismo que no se puede volver atrás, a los años ya vividos, ese mundo ya es tan irrecuperable, con todo lo bueno y malo que tuviera, como lo es volver a vivir la vida ya vivida, el pasado que se aleja veloz en este túnel en el que las experiencias, los sentimientos, las emociones y hasta lo que un día fue cada ser humano se va alejando de forma inexorable, empujados por la gran máquina que es el tiempo que siempre devora todo y a todos.

El tango de la guardia vieja es la novela de la nostalgia de la jueventud perdida, de la época dorada donde todo es posible y tiene un sentido de plenitud, aunque el autor la define como una novela de amor maduro. Sin embargo, en esta hermosa novela suena todo el tiempo la música de fondo nostálgica de lo que fue y ya no es y de la irreversible pátina del tiempo que lo desdibuja todo en un presente en el que se sobrevive de lo que una vez, de verdad, se vivió, y que, sólo por eso, merece la pena haber vivido. Pues como dice la letra del tango que da título a la novela:

Guardia vieja
Tango
Música: Julio De Caro
Letra: José De Grandis

Con mi bagayo de penas
voy rumbo p'al olvido,
con mil recuerdos queridos
que nunca olvidaré.

Y se cruzan por mi mente
las farras y las orgías
de aquellos alegres días
que ya para mi no hay de volver.

¡Decirle adiós
a dichas que viví,
qué triste es!
Felicidad
que nunca más
conmigo tendré.
¿Quién calmará
las penas que dejó
el tiempo al pasar?

Fugitivas horas plácidas
de mi juventud consuelo,
¡hoy que tanto las anhelo,
qué lejos están de mí!
Y en su ausencia, horas trágicas
debo vivir.

Fui bacán y hoy soy pato
mas llevo alta la frente
para el amigo insolente
que el saludo me negó.

Bien lo sé que soy don nadie
no tengo ni pan ni techo
pero guardo en mi pecho
el dolor que el amigo me dejó.















Sólo fue un post

Sólo fue un post Prólogo de Ramón Alcaraz Noemí Trujillo Playa de Äkaba, Editorial, 2012.

Sólo fue un post
Prólogo de Ramón Alcaraz
Noemí Trujillo
Playa de Äkaba, Editorial, 2012.

por Ana Alejandre

Este poemario, corto en extensión pero largo en intensidad expresiva, reúne los poemas que fueron publicados en internet como post, lo que indica la brevedad concisa, el deseo de comprimir en una sola estrofa todo el significado intenso y apasionado de una idea que brilla con el fulgor que le da su propia y desnuda verdad que es su único adorno, sin mácula de artificio. El material que sirve de base para la expresión poética es la cotidianidad, la experiencia vital de su autora o del personaje que habla en primera persona, carne viva y doliente, con la que crea unos versos en los que la propia humanidad, el dolor, el desamor y el abandono son los temas en los que se arraiga la escritura poética que ofrece un cariz que la hace especialmente subyugante: la autenticidad sin máscara ni disfraz que intenta plasmar las dolorosas experiencias. Un ejemplo de ello puede ser las dos siguientes estrofas de un verso de esta obra:

LA LLAVE EN LA CERRADURA,
QUITARSE LOS TACONES,
entrar descalza en la casa vacía,
llamar al sueño sin que venga a arroparte,
escuchar caracolas en el sofá de casa,
ver la tristeza del mar en tu vaso de agua.

En un mes solo uno aprende a estar solo
pues no hay mujer más sola
que la que elige amar a un hombre libre.

Por ese motivo, se puede encuadrar esta obra dentro de la llamada "poesía de la experiencia", aunque en este movimiento se encuentran enmarcadas varias tendencias poéticas y autores muy distintos entre sí, pero tienen un nexo común que es el carácter o temática realista, intimismo tenue, pero siempre presente, además del evidente interés por lo cotidiano, por lo prosaico, aunque ese prosaísmo no resta un ápice a la significación poética. Algunos autores que se pueden enumerar dentro de esta tendencia son Julio Llamazares, Justo Navarro o Felipe Benítez Reyes, entre otros.

La brevedad buscada por Noemí Trujillo al escribir estos poemas, redunda en la intensidad que aporta al significado de la idea, porque ésta salta a la atenta mirada del lector como si viera una imagen, una escena que se representa ante él, sin más ayuda que las propias palabras que crean la atmósfera reconvertida en imagen con la fugacidad que tiene ésta, pero con igual contundencia en su definición.

La autora escribe de su experiencia vital, y hace o dibuja un mapa sentimental en el que la soledad parece la verdadera protagonista, pero aún siendo una soledad desengañada, desesperanzada, la brevedad de sus versos parecen estar escritos con la afilada pluma del rencor, pero también de la frialdad que subyace a todo desencanto, a todo desamor. Reflexiona, además, sobre el amor vivido por la mujer, por las mujeres, en un poema que ilustra lo que tiene este sentimiento siempre de carga de desilusión, sufrimiento y tristeza para toda mujer, aludiendo a personajes famosos de la literatura y la pintura como fueron Silvye Plath, Anne Sexton (ambas son exponentes del moviemiento poético "confesionalismo") o Frida Kalho :

DECÍAN QUE SE LLAMABA AMOR

lo que hizo que Sylvia metiera la cabeza
en el horno,
Frida se pintara con clavos en la cara y el cuerpo
y Anne se cansara de ser mujer;
esto que día a día te vuelve débil
y puede matarte mientras duerme contigo.

Decían que se llamaba amor,
este cuenco de uvas violeta,
este exiliarse de uno mismo y ser otro,
este silencio que deja huella,
te rompe la columna,
y te obliga a nacer dos veces.

Este breve poemario en extensión, demuestra que la brevedad de un post, es también una técnica literaria para escribir poemas que muestran, bajo la levedad de su humilde apariencia minimalista, la gran carga poética de quien, el personaje escrito y descrito en los poemas, por darlo todo, sólo le quedan las palabras justas para expresar su amargura, su desengaño y su vulnerabilidad de ser humano, de mujer, y de amante abandonada.

Estos poemas no siguen la métrica clásica, ni los cánones poéticos en cuanto a la utilización de ricas metáforas literarias, pero expresan con humildad, autenticidad y belleza que emocionan, que la poesía no está en la construcción perfecta de un endecasílabo, sino en la capacidad de transmitir la emoción de un sentimiento, la belleza triste de un momento o la amarga soledad del desengaño, desde la brevedad y la concisión en el lenguaje, pero rico en matices sugeridores de un profundo sentido poético.


















Sonaron gritos y golpes a la puerta Pío Moa La Esfera de los Libros Madrid, 2012, 651 pps.

Sonaron gritos y golpes a la puerta
Pío Moa
La Esfera de los Libros
Madrid, 2012, 651 pps.

por Ana Alejandre

En esta obra Pío Moa recrea, en tres momentos distintos de la novela, tres escenarios de guerra: el primero, en el ambiente de Barcelona de 1936, es decir, en plena Guerra Civil, donde transcurren las andanzas de su protagonista, que ha presenciado, entre el horror y la impotencia, el asesinato de su padre en el domicilio familiar, lo que le marca profundamente y le impele a una militancia política, a pesar de su corta edad e inexperiencia, para intentar contribuir a que venzan las fuerzas de derechas y pueda así vengarse de la muerte de su progenitor a manos de los milicianos. Por ello, se ve envuelto en la conspiración catalanista para asesinar al presidente de la Generalitat, Luís Companys. El segundo, en la División Azul, durante la II Guerra Mundial, en la que se enrola también el protagonista, y vive el horror en Posad, al norte de Moscú; y en tercer lugar, se vé de nuevo envuelto en la lucha contra los maquis, ya en plena etapa franquista.

En esta novela de corte realista con los tres elementos que tiene toda obra según la teoría literaria clásica: planteamiento, nudo y desenlace, el tiempo transcurre de forma lineal, sin saltos, lo que hace la lectura fácil y amena a quienes quieran leer una novela de acción, en la que la protagonista principal, además del personaje central, es la política y, especialmente, las ideologías de izquierdas y derechas, que aparecen retratadas según el personaje en cuestión que centre en cada momento la acción. Todos tienen razón en defender su causa, menos para los contrarios, en un planteamiento que es real como la vida misma en el que todos son "buenos" o "malos", según si son aliados o enemigos, en un maniqueísmo que se ve continuamente reflejado en la vida real, del pasado y del presente, en el que las opiniones políticas son siempre "verdades incuestionables" que no admiten matices, dudas o cuestionamiento alguno.

La obra tiene un lenguaje ágil y cuidado, en el que se ven reflejadas las distintas formas de hablar de los personajes, según su condición o nivel cultural, haciendo así hincapié en el realismo antes señalado, pero omitiendo cualquier exceso, tanto en el lenguaje como en la descripción de los hechos, que pueda llegar a ser extremadamente cruda o soez, a pesar de reflejar unos tiempos convulsos a lo largo de la narración, en los que se desarrollaban distintos conflictos bélicos con lo que eso significa de horror y muerte.

Esta novela ofrece muchos y detallados datos históricos que reflejan en su veracidad los distintos momentos vividos en los diferentes frentes, pero que, aunque novelados, están inspirados en hechos reales de los que tuvo conocimiento directo el propio autor y que dieron pie a la novela, según su propia afirmación en el apartado de agradecimientos. Es decir, esta obra mezcla ficción y realidad a partes iguales, matizadas con datos históricos fidedignos que la convierten en una obra que despertará polémica para muchos, según qué ideología tenga, pero que no deja de reflejar una realidad vivida por seres hace decenas de años, a pesar de que para muchos "la otra verdad", la que no es políticamente correcta, deba ser ignorada, callada y negada.

Recomendable su lectura para quienes quieran leer una novela histórica vista desde el "otro lado", que sigue siendo una parte de la realidad incustionable, se quiera o no conocer.



























Camino de Ákaba

Camino de Ákaba Thomas Edward Lawrence Cartas, enero-agosto 1917 Traducción y prólogo de Lorenzo Silva Playa de Ákaba. Editorial por Ana Alejandre

Camino de Ákaba
Cartas, enero-agosto 1917
Traducción de Lorenzo Silva
Thomas Edward Lawrence
Edit. Playa de Ákaba

por Ana Alejandre

Esta obra podría ser encuadrada dentro del género epistolar, pues a través de las cartas que escribió el oficial inglés Thomas Edward Lawrence (conocido como Lawrence de Arabia) desde enero de1917 hasta agosto del mismo año, se va configurando y desarrollando la historia que narra y, a la vez, se van perfilando las claves de la época en la que se desarrolla la narración y su significado más profundo: la posibilidad de alcanzar cualquier meta considerada como "imposible".

La historia fue llevada al cine, dirigida por el británico David Lean, en 1961, e inspirada en la obra, también de Thomas Edward Lawrence, Los siete pilares de la sabiduría, que es menos cercana a la verdad de los hechos acaecidos que la obra que ahora reseñamos, por lo que adolece la película de esa licencia literaria que se permitió su autor, basada en el deseo de "retocar" los hechos según le conviniere a la historia para dotarla de un mayor cariz épico; pero que sirvió para que conociera el gran público la proeza que vivió el autor durante la travesía del impenetrable desierto del Nefud hasta llegar a la playa de Ákaba -antigua Elath; posteriormente Aelana, ciudad del suroeste de Jordania, situada a la entrada del golfo de Aqaba, un brazo del Mar rojo-, hazaña que ha perdurado hasta nuestros días y que cambió el mapa político de Oriente Medio, permitiendo que el imperio otomano perdiera su dominación sobre Arabia.

En estas cartas no solamente se perfila los acontecimientos vividos por el propio autor, relatado en primera persona, sino que sirve de mapa emocional e intelectual de un hombre que fue oficial del ejército, espía, estratega, escritor, arqueólogo y un experto conocedor del arte y la cultura árabe, además de su lengua. Las cartas dirigidas a sus mandos y a su propia familia, retratan a un hombre sensible y apasionado de la cultura, pero que tiene impresionantes dotes de estratega y explorador. En ellas va describiendo no sólo el paisaje por el que avanza, sino sus impresiones de hombre que, por encima de todo y de los intereses políticos que le han llevado hasta allí, es un escritor y un perfecto observador que sabe transmitir la emoción que le despierta un lugar, un paisaje, y las reflexiones que los avatares vividos en cada momento de su campaña le sugieren. Todo ello trufado con los conocimientos que, como espía, va desgranando a lo largo de la extensa correspondencia, entre las que se intercalan opiniones expertas como las que expresa en veintisiete puntos que, según su opinión, se deben poseer para poder ganarse la confianza de los árabes, pueblo muy hospitalario, pero sumamente desconfiado hacia todo lo que sea occidental y cristiano.

Esta obra resume a la perfección los dos aspectos fundamentales de la fascinante personalidad de Thomas Edward Lawrence: el de hombre aventurero y de acción, el primero y el de insigne escritor, apasionado del arte y la cultura, el segundo. Ambas facetas de su personalidad se combinan a la perfección para crear el mítico personaje, pero real en su existencia, como fue el de Lawrence de Arabia, contradictorio y muchas veces misterioso y enigmático, que ha hecho soñar a muchas generaciones.






























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