Edición nº 23 Abril/Junio de 2013
Presentación
Este nuevo espacio está dedicado a las obras singulares de la literatura universal de todos los tiempos y a sus autores que son noticia en la actualidad.
Paul Verlaine
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Carcelariamente, de Paul Verlaine
por Ana Alejandre
Carcelariamente, la colección de 32 poemas que el poeta francés Paul Verlaine (1844-1896), escribió en prisión, entre 1873 y 1875 -período en el que estuvo encarcelado en una prisión de Mons (Bélgica) por haber disparado a su amante, el poeta Arthur Rimbaud, estando embriagado y en pleno ataque de celos- han sido expuestas por primera vez en el Museo de Letras y Manuscritos de París, colección a la que el país galo considera un tesoro nacional.
El valioso manuscrito original, de 67 páginas, fue comprado por 299.200 euros por la sociedad francesa Aristophi en una subasta, siendo la pieza principal de la exposición "Verlaine emprisonné" (Verlaine encarcelado) que se mantendrá hasta el próximo 5 de mayo. En él se contienen los 32 poemas que están considerados los más bellos de su creación, y en ellos expresa su desesperación, sus sueños de poeta, sus remordimientos, frustraciones, esperanzas, sus fugas mentales a través de la poesía, sus teorías y fantasías.
Verlaine, considerado un poeta "maldito" (junto a Rimbaud y Beaudelaire), tuvo una existencia marcada por la soledad, el alcohol, los efebos, las prostitutas y su lacerante sensación de falta de amor. Fue víctima de la neurosis de su madre y también de su físico poco agraciado, además de la situación política y social de su época. Por todo ello, la exposición alude a las "jaulas" de las que se sentía prisionero el poeta: la cárcel real, en Bélgica, y la"jaula" vital, sentimental, familiar y política, además de su adicción al alcohol.
Al salir de prisión se convirtió al catolicismo, lo que parece ser la manifestación de un deseo de evasión, además de sus otras vías: el alcohol (la absenta), el sexo, a las que sumó la religión y la fe. Al vivir en una época en la que no era posible otro tipo de revolución, quiso romper todos los límites, los moldes en el arte: poesía, pintura, escultura, en una expresión de rebeldía ante lo que le constreñía, lo que le "enjaulaba" y coartaba su propia libertad ante una realidad que no le gustaba, de la que sentía prisionero y víctima. De esta etapa de fe es su obra Sabiduría (1881).
En la cárcel también escribió Romanzas sin palabras (1874) que dedica a su relación con Rimbaud. Con la publicación de la publicación de Los poetas malditos (1884), una obra crítica, y Antonio y ahora (1884), que es una colección de poemas, Verlaine se transformó en poeta simbolista -está considerado uno de los más importes poetas del simbolismo-, por su constante preocupación e interés por los sueños y la ilusión. Sus poemas son más interesantes por su sonido que por lo que dicen y escribió las más hermosas poesías heterosexuales, al igual que homosexuales, porque Verlaine parecía querer encontrar en los hombres el amor que le negaban las mujeres, quizás por su poco agraciado físico.
Fue autor de obras en prosa como Memorias de un viudo (1886), Mis hospitales (1891) y Confesiones (1895).
Falleció el 8 de enero de 1896 en París, a causa de la cirrosis y la diabetes.