Edición nº 23 Abril/Junio de 2013

Margarita de Parma

Margarita de Parma

MARGARITA DE PARMA

HIJA DE CARLOS V Y MADRE DE ALEJANDRO FARNESIO

HOY SE PIENSA QUE PUDO SER LA FAMOSA ISABEL DE CASTILLA, HIJA DE CARLOS V y GERMANA DE FOIX, A LA QUE LEGÓ EL FAMOSO COLLAR DE 133 PERLAS CON EL QUE APARECE EN SU RETRATO MÁS CONOCIDO.

Margarita de Austria y Parma, hasta ahora considerada hija de Carlos V y de una joven flamenca llamada Juana María van der Gheynst, nació el 28 de diciembre de 1522. Margarita fue desde el principio aceptada por la familia Habsburgo y fue educada por su tía-abuela Margarita, archiduquesa de Austria, hermana de Felipe el Hermoso. Tras enviudar dos veces (del príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos, y de Filiberto II de Saboya), Margarita de Austria se dedicó por encargo de la familia a gobernar los Países Bajos y a criar a los sobrinos que no habían ido a España.

De las hijas ilegítimas que tuvo El Emperador antes de casarse, únicamente Margarita recibió una esmerada educación y fue casada de acuerdo con la política matrimonial de los Austrias, que respondía al lema “Alu Bella Gerant. Tu, felix Austria nube”, según el cual la dinastía austriaca conseguiría por medio del matrimonio más reinos que otras haciendo la guerra.

Tras morir su tia-abuela, Margarita fue encomendada a su otra tía, la hermana de Carlos V, viuda sin hijos de Luis II de Hungria. María fue una de las coleccionistas más importantes de Europa en la primera mitad del siglo XVI, le inculcará el valor de la cultura en la vida.

Hoy y tras la aparición del texto de Germana de Foix en el que donaba su famoso collar de perlas a Isabel de Castilla, ya se piensa que ambas personas pudieron ser una sola, lo que explicaría el trato superior que se dio a Margarita. Nuestra Margarita lleva además puesto el famoso collar en su retrato más conocido.

Margarita fue casada por el Emperador en 1536, a los diez años, con Alejandro de Medici, duque de Penne y de Florencia, entonces de veintidós años. Este personaje, llamado el “Nerón del Renacimiento” era considerado “ignorante, perverso y vicioso” y contaba con una amante llamada Tadea Malaspina, de la que tenía hijos. El matrimonio respondía a su relación con el pontífice Clemente VII. Con ella Alejandro se portó bien, fue correcto y no mantuvieron relaciones matrimoniales. Poco más tarde Alejandro fue asesinado y Margarita volvió a estar libre.

Margarita volvió a casarse en 1538 siguiendo los intereses del Emperador con Octavio Farnesio, de trece años, nieto del Papa Pablo III. Este acuerdo se enmarcaba en una paz de diez años firmada en Niza entre Carlos V y Francisco I, de la que se derivaron dos compromisos matrimoniales, una nieta del Papa se casaría con un príncipe francés y la hija del Emperador con un hijo del Papa.

Octavio era entonces un ser insignificante, con una cara sin expresión, anodina, pero Margarita, aunque se sintió halagada en la boda, decidió no tener durante un tiempo relación con su marido. Margarita se revelará con los años como una mujer mandona, pero con mucha fuerza y capacidad y la no consumación de su matrimonio llegó a ser la comidilla de toda Europa. El propio Papa, que le llamó siempre Madama, encargará al jesuita Giovanni Codure, miembro de los que han solicitado su aprobación para fundar una orden nueva. Así comenzó la relación de Margarita con Ignacio de Loyola.

Con los años y al madurar experimentó la hija del Emperador un gran cambio de personalidad y quiso que su matrimonio fuera anulado hasta el punto de que su actitud provocó reproches de su padre.

Al cabo del tiempo la pareja se arregló y Margarita tuvo un parto de gemelos, uno de los cuales falleció pronto y el otro fue el que sería reclamado por Felipe II y se educaría con Juan de Austria. Alejandro Farnesio sería uno de los generales más importantes del Imperio Español.

En 1559 Margarita es encargada del gobierno de los Paises Bajos
por su hermanastro Felipe II, que la recibe en Gante acompañado de su hijo Alejandro Farnesio, que casaría con una infanta portuguesa, María de Avis y Braganza.

En 1566 Felipe II le dice que suavice las medidas represoras, pero ya es tarde porque 400 iglesias y conventos habían sido saqueados y destruidos. Margarita llama al Consejo para exigir fidelidad a los nobles, pero poco puede hacer y Felipe II se muestra partidario de la intervención armada y manda al duque de Alba.

A finales de 1567 abandona los Paises Bajos y vuelve a Italia. En Italia conocerá a Juan de Austria, que le pide que se ocupe de la educación de una de sus hijas. Tiempo después Margarita volvió a Flandes por indicación de Felipe II y allí chocó con su hijo Alejandro, lo que la obligó a volver poco tiempo después.

En su monumento fúnebre puede leerse entre otras cosas “rarísimo ejemplo de mujer”.



























Los textos, videos y audios de esta web están protegidos por el Copyright. Queda totalmente prohibida su reproducción en cualquier tipo de medio o soporte, sin la expresa autorización de sus titulares.
Editanet © Copyright 2013. Reservados todos los derechos