Edición nº 2 - AbrilLl Mayo de 2008
JOSE BONAPARTE, CONOCIDO COMO “PEPE
BOTELLA” FUE UN REY LIBERAL, REPUBLICANO Y ABSTEMIO A PESAR DEL APODO
La vida de José Bonaparte, el rey intruso, el
hermano que Napoleón colocó en el trono de España, no fue ninguno de
los apodos con los que fue conocido, como“Pepe Botella”, aunque era
abstemio, “Pepino” o “El rey plazuelas”, y si un rey constitucional en
opinión del profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de
Sevilla, Manuel Moreno Alonso, que acaba de publicar su biografía.
La realidad de este personaje, según el profesor Manuel Moreno, ha
quedado oculta por el peso de su leyenda negra creada por los
partidarios de Fernando VII cuando, en realidad, su vida “fascinó a
media Europa”.
El libro, publicado con el título “José Bonaparte” y el subtítulo de
“Un rey republicano en el trono de España”, lo muestra como el primer
rey “constitucional” de nuestra historia, un personaje que intentó
poner remedio a los “males” de la nación por medio de su fe en el
progreso y la libertad, pero cuya intención fracasó en parte por la
Guerra de la Independencia y en parte por el ansia de poder que tenían
los generales del Emperador.
Educado en Córcega por los jesuitas, José Bonaparte participó en la
Revolución francesa y se convirtió en diputado, senador, ministro y
embajador, primero de la República y más tarde del Imperio creado por
su hermano, quien le coronó primero como rey de Nápoles, donde fue
considerado un gran monarca, y en 1808 rey de España.
Tras ser expulsado de España, donde no le comprendió más que un
reducido grupo de intelectuales llamados despectivamente
“afrancesados”, marchó a Estados Unidos, donde permaneció quince años y
se convirtió en un admirador de la democracia que surgía en aquel país.
Entre los que le apoyaron en España figura la oligarquía económica y
buena parte del aparato burocrático ilustrado –funcionarios, oficiales
del ejército, amplio sector del alto clero- y la minoría ilustrada como
Menéndez Valdés, o José María Blanco Crespo “Blanco White”.
Los españoles llamados“afrancesados” soñaron con cambiar el pueblo pero
sin el pueblo, que los trató con dureza, y su labor resultó maldita y
condenada durante generaciones por ser considerados como la
“Antiespaña”.
Mención especial merece el caso de Goya que representa otra postura
pues, aunque por su ideología y amistad con los intelectuales estaba de
parte de José Bonaparte, por la crueldad que se alcanzó en la guerra
estaba con el pueblo.
Hasta algunas personalidades de la guerra como el guerrillero Espoz y
Mina llegó a expresarle su sentimiento por no haberle tenido de
soberano y dijo que había conquistado la simpatía de casi todos los
españoles de la insurrección española y que el Empecinado había estado
a punto de unirse a él
Moreno Alonso nos demuestra como, tras el abandono de la Junta Central,
José Bonaparte fue recibido en Sevilla en medio de gran pompa y
alegría, y nos cuenta que no es cierto que fuera un rey inepto y
apático, ya que había adquirido una experiencia destacada en la
dirección de los asuntos de Estado.
Considera Moreno Alonso que, de haber llevar a cabo sus ideas, José
Bonaparte hubiera cambiado la suerte de los españoles pues hubiera sido
el primer rey “constitucional” de la historia contemporánea de España,
y nos dice que se inclinó por una monarquía temperada y limitada frente
a una República revolucionaria o a una Monarquía pura o absoluta.
Ya en Estados Unidos, José Bonaparte comprendió que en el fondo que era
mucho más fácil ser republicano que monárquico y cuando volvió a Europa
tras la revolución de 1830, hasta se dio cuenta de que América podía
ser el porvenir de Europa.
Como aspectos negativos, Moreno Alonso nos dice que “no se impuso a los
mandos militares franceses ni debió salir de Madrid tras la batalla de
Bailen” y nos recuerda que es cierto que no dejó de hablar con acento
italiano y que siempre mantuvo su amor por la pompa, la fiesta y las
mujeres, de las que nos da una exhaustiva lista de las que estuvieron a
su lado en las ausencias de su esposa Julia Clary, hermana de la que se
convirtió en reina de Suecia, y cita entre otras a Teresa Montalvo y su
hija Mercedes, la soprano Fineschi etc
La biografía de José Bonaparte ha sido publicada dentro del conjunto de
libros que La Esfera publicará con motivo del aniversario y que contará
entre otros con la biografía de Agustina de Aragón.
ESPAÑA, EL INFIERNO DE NAPOLEÓN
1808-1814 una historia de la Guerra de la Independencia
Entre los libros aparecidos recientemente sobre la Guerra de la
Independencia figura el de Emilio de Diego, profesor de la Universidad
Complutense de Madrid, que ofrece una visión novedosa del
enfrentamiento de hace dos siglos.
La entrada de los franceses en España en el invierno de 1807 figura
oficialmente como una expedición de un aliado para conquistar Portugal,
pero se convirtió en una ocupación militar en toda regla con el
nombramiento del hermano de Napoleón como Rey de España.
Los planes de Napoleón comenzaron a torcerse cuando el pueblo de Madrid
se sublevó el dos de mayo de 1808 y su revuelta se extendió como un
reguero de pólvora por todo el reino hasta que la Península se
convirtió en un infierno para los franceses.
Entre 1808 y 1814 se libraron grandes batallas, entre ellas Bailén, que
fue la primera derrota del ejército imperial, Somosierra, Uclés…..,
hubo sitios heroicos como los de Zaragoza o ,Gerona y se creó una nueva
forma de combatir, la guerrilla, en la que destacaron personajes de
leyenda como El Empecinado o El Cura Merino.
Emilio de Diego ve la Guerra de la Independencia como un conjunto
amplio de derrotas que puede sufrir un pueblo porque los españoles
perdieron muchas batallas, pero ganaron la guerra. Los españoles nos
hemos especializado en guerras de supervivencia, dijo, y frente a un
ejército francés evidentemente superior, el desarticulado ejército
español y la guerrilla siempre vuelven.
En cuanto al dos de mayo, puntualiza, es el paso de la insurrección
privada a otra insurrección política colectiva, lo que daría lugar a la
guerra nacional. En cierto modo es el desenlace de una serie de
fracasos de conspiraciones previas y por eso tiene tanta participación
ciudadana.
Para este profesor su el gran éxito de esta guerra es la repercusión
que tuvo a pesar de las pocas posibilidades de triunfo, aunque
puntualiza que el dinero para financiar la guerra vino de Inglaterra y
que fueron los ingleses los que ganaron las batallas más importantes.
Los ingleses se consideraban superiores, y cuando no se les pagaba,
eran peores que los franceses, una especie de marabunta, precisó Emilio
de Diego.
Definió a los afrancesados como “intelectuales que entienden que la
oferta de la Ilustración era magnífica” y dijo que “muchos de los
funcionarios se quedaron porque no tenían para comer”, pero al final
pasaron a ser afrancesados.
Explicó también que curiosamente en la historia se recuerda a unas
figuras pero no a otras y puso como ejemplo la fama del alcalde de
Móstoles que instó al levantamiento, pero casi nadie conoce que fue su
secretario Juan Pérez Villamil, el que lo redactó.
Recordó que en los años de la guerra civil vivió en España Víctor Hugo,
pues su padre era general, y curiosamente en el colegio al que asistió,
el San Antonio, había un jorobado que es el que pudo inspirar su
conocido personaje.
El libro, editado por La esfera, cuenta con fotografías de los
personajes que protagonizaron la Guerra de la Independencia y con una
amplia colección de mapas sobre las batallas que tuvieron lugar.