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El rincón del gato

 

 

ELLA REGRESÓ

Antonio Machado Sanz

Llevaba tres horas esperando.
Ayer se había despedido de su novio entre sollozos.
La noche había eternizado, desveladamente, cada uno de sus minutos.
Después de cinco años, aquella mañana no tenía prisa por llegar a su puesto de trabajo.
Ayer, con una liquidación, habían destruido sus sueños de bodavida.
En la larga fila, delante de ella, un hombre de piel curtida y perfil incaico, le había contestado con un serio “Buenos días”
“No podré aguantar más, le dijo, o encuentro pronto una labor o me tendré que volver a Perú con los míos, el subsidio de paro se ha terminado”
Ella, abatida, no le escuchaba. Sus pensamientos iban en otra dirección. La vida se había colapsado y caído sobre ella.
Sus padres no entenderían lo que pasaba.
El gobierno no permitía el aborto.
Su novio tampoco quería saber nada.
Y ella, lentamente, decidió volver a su inicio, cuando no era nada.
Compró un billete del Metro. Llegó al apiñado andén. Y esperó la llegada del primer convoy.
Cuando el tren efectuó su entrada, ella se dejó caer a la vía.
La prensa en su vespertina edición digital publicó una escueta noticia: La línea cinco del Metro ha permanecido interrumpida dos horas esta mañana, por un accidente en el que resultó muerta una joven de veintitrés años con iniciales M.C.G.S.
Sólo aquel, que meses después volvería a su país, conocía que aquella muerte era la liberación de una joven que durante tres horas le había acompañado en la fila de espera del INEM.

(03-05-2013 )


 

 

POEMAS

Botella de plástico

¡Qué pena! Tú olvidadita
en aquella carretera,
un lugar en donde el sol,
que aliviaste placentera,
va, te comprime y te estruja,
y tu plástico se altera
y la tierra contaminas
abatida en la rodera,
solita y sin tratamiento.

En vez de dejarte entera
donde debe ser, ¡caramba!,
en aquella papelera.

(Antonio Machado Sanz,
10-01-2013 )

Desilusión


Cuando el corazón, pobre tonto,
creía estar sereno,
confundió tranquilidad con amor,
amor con pasar los días
pasar los días, con vivir,
vivir, con estar ahí,
estar, con el poder ser,
y el poder ser, con notar
que no es igual que sentir.

Pobre iluso, durante su larga vida
procuró que todos sus amores
estuvieran cautivados, hechizados,
y así creyó librarse de problemas...
Sólo consiguió, el imbécil,
sufrir aún más en su relación
con las mujeres que amaba.

Estaba en estas incertidumbres
cuando se cansó y detuvo su errático vivir.

(Antonio Machado Sanz. 22 Abril 2009)

Adiós, hasta mañana o hasta nunca

Me voy, me marcho muy lejos.
Debí alejarme hace tiempo.

Hemos perdido nuestras sombras en el paseo,
y, ahora, ya no las encontraremos
al volver a casa,
acurrucadas la una junto a la otra, en el lecho.

Quizás sea mejor, así olvidaremos
el camino recorrido y los momentos.

(Antonio Machado Sanz, 28-7-2012)

Aquel vagón de tercera

En aquel país de grises,
los viajes eran eternos,
como el tiempo.

Después de una jornada en tren,
de sus bancos de listones,
en pocas horas,
los cuerpos rendidos
mostraban las marcas de la rejas

El espíritu seguía entre ellas,
entre los barrotes del miedo.

(Antonio Machado Sanz,
22-05-2013)

 

 

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