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Álvaro Pombo

 

 

Álvaro Pombo

Álvaro Pombo, escritor.

Ana Alejandre

Älvaro Pombo García de los Ríos, es el nombre completo de este escritor nacido en Santander, el 23 de junio de 1939.

Cursó estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Complutense, en la que obtuvo la correspondiente licenciatura. Posteriormente, marchó a Londres donde permaneció durante unos años, ciudad en la que estudió el Bachelor of Arts en Filosofía en el Birkbeck Collage.

Comenzó a publicar su primer poemario en 1973, con el título de Protocolos. a ese título le siguieron otros de poesía como son Variaciones (1977) que obtuvo el Premio El Bardo, Hacia una constitución poética del año en curso (1980) además de Protocolos para la rehabilitación del firmamento (1992) y Los enunciados protocolarios (2009).

También, comienza a escribir narrativa al mismo tiempo que poesía, aunque al principio se decantó por el género del relato, publicando Relatos sobre la falta de sustancia (1977), y dos años más tarde inicia con la novela El parecido (1979) una fructífera obra narrativa, alcanzando su primer éxito con El héroe de las mansardas de Mansard (Premio Herralde de Novela 1983), una novela en la que se mezcla inteligentemente la más fina ironía y el humor más soterrado, obra en la que hace una mordaz crítica de la burguesía en la España de posguerra.

Toda su obra se encuentra muy influenciada tanto por su larga estancia en Londres y los influjos literarios y artísticos que allí recibió, como del existencialismo y de la fenomenología -movimiento filosófico cuyas teorías, sustentadas por su creador, el filósofo alemán Edmund Husserl, describe las estructuras de la experiencia tal como se producen y presentan en la consciencia, pero sin recurrir a teoría alguna, deducción o suposiciones que tengan origen en otras disciplinas como pueden ser las ciencias naturales-, que le influye notablemente como el propio Pombo ha manifestado.

Publicó en años sucesivos obras como Los delitos insignificantes (1986); El metro de platino iridiado (1990, Premio de la Crítica 1991), novela en la que mezcla múltiples elementos simbólicos e imágenes líricas del Madrid de la década de los 70; Aparición del eterno femenino contada por S.M. El Rey (1993), obras en la que narra una etapa crucial en la existencia de dos niños durante la posguerra; Telepena de Celia Cecilia Villalobo (1995); Vida de san Francisco de Asís (1995), a modo de paráfrasis de la biografía del santo; y Donde las mujeres (1996, Premio Nacional de Narrativa y Premio Ciudad de Barcelona 1997). La novela La cuadratura del círculo (1999, premio Fastenrath 2001) está escrita a finales del siglo XX y desde la perspectiva del final de un siglo importantísimo en la historia mundial, además de ser el fin de un milenio. También obtuvo, en 2002, el Premio de Novela Fundación José Manuel Lara Hernández por El cielo raso, en su primera edición, premio que concede la fundación homónima junto a once editoriales a la mejor novela del año escrita en castellano. En 2004 publicó la novela Una ventana al norte.

Pombo es uno de los más importantes autores de la novelística psicológica, intimista o "edípica" española, pero con un estilo propio y singular que lo convierte en una especie de psicologismo sutilmente provocador, pero siempre dotado de innumerables formas y registros estilísticos personalísimos. Esto se pone de manifiesto en su novela El hijo adoptivo (1984) en la que intentó ofrecer una visión de la vida y la realidad, pero siempre desde la óptica de la literatura.

Pone en evidencia su manifiesta homosexualidad que nunca ha ocultado y que le inspiró su novela Contra natura (2005) que trata sobre dicho tema.A esa obra le siguieron títulos como La Fortuna de Matilda Turpin (2006) Premio Planeta, Virginia o el interior del mundo (2009) y El temblor del héroe (2012) Premio Nadal de dicho año.

El 20 de junio de 2004 ingresó en la Real Academia Española.

 

 

Bibliografía y premios de Julio Llamazares

BIBLIOGRAFÍA

Narrativa:

Los delitos insignificantes (1980)
El héroe de las mansardas de Mansard (1983) Premio Herralde de Novela
El hijo adoptivo (1984)
El parecido (1986)
El metro de platino iridiado (1990) Premio Nacional de la Crítica
Aparición del eterno femenino contada por S. M. el Rey (1993)
Telepena de Celia Cecilia Villalobo (1995)
Vida de San Francisco de Asís (1996)
Donde las mujeres (1996) Premio Nacional de Narrativa
Cuentos reciclados (1997)
La cuadratura del círculo (1999) Premio Fastenrath de la RAE
El cielo raso (2001) Premio Fundación José Manuel Lara
Una ventana al norte (2004)
Contra natura (2005)
La Fortuna de Matilda Turpin (2006) Premio Planeta
Virginia o el interior del mundo (2009)
El temblor del héroe (2012)

Poesía:
Protocolos (1973)
Variaciones (1977) Premio El Bardo
Hacia una constitución poética del año en curso (1980)
Protocolos para la rehabilitación del firmamento (1992)
Protocolos, 1973-2003 Poesías completas (2004)
Los enunciados protocolarios (2009)

Relatos y cuentos:
Alrededores (2002)

PREMIOS

Premio Herralde de novela (1983)
Premio Nacional de la Crítica (1990)
Premio Nacional de Narrativa (1997)
Premio Fastenrath de la RAE (1999)
Premio Fundación José Manuel Lara (2002)
Premio Fundación Germán Sánchez Ruipérez periodístico sobre lectura (2004)
Premio Planeta (2006)

ENLACES

http://www.apombo.blogspot.com/

http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000001.nsf/(voAnexos)/arch34E48EA1F3B7A6FAC12571480041DE75/$FILE/pombo.htm

http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2154

http://www.elpais.com/todo-sobre/persona/Alvaro/Pombo/1018/

http://www.elmundo.es/encuentros/invitados/2006/01/1856/

http://www.rtve.es/mediateca/audios/20091024/entrevista-alvaro-pombo-dia-cualquiera/613277.shtml

 

 

Sexagenerios

Álvaro Pombo

Estas decisivas elecciones están movilizando la ciudadanía a muchos niveles. Consideraré a los electores de mi edad (68), que incluye, con precisos matices, la siguiente década entera. Ahí, todos mis amigos: despiertos, fuertes, muchos aún corren la Media de Moratalaz. No somos los chicos-botellón, ni los chicos de la gasolina, ni los ancianos venerables de antaño. Ahora ya no somos venerables, ahora somos combativos. Y es falso que sólo nos preocupen las pensiones. Y es falso que necesitemos andaderas o cuidados paliativos. Y es falso que temamos la muerte. Mientras existimos nosotros no existe la muerte."Old men ought to be explorers (Los viejos hombres deben ser exploradores)" -decía Eliot-. Cuando Eliot escribió eso, era un imperativo imposible de cumplir. Ahora lo cumplimos cada día. Somos exploradores. Se acabó la petanca, el braguero y la cataplasma. Hoy las ciencias adelantan. La inmensa seriedad de estas elecciones nos saca a la calle.

El electoralismo huevón de los anticuados mítines nos saca de quicio. ¿Por qué no figuramos en las listas de ningún partido? Es falso que se nos compre con promesas electorales y viajecitos del Inserso. Hablando de comprar, ya dijo Shakespeare que no hay nada más fácil de comprar que la voluntad de un joven.

Somos la generación que padeció el franquismo, que vibró con la Transición. No queremos ser amados. Queremos ser tenidos políticamente en cuenta. Y estamos en todas partes: en los sindicatos, en las barriadas, en los pisos de alquiler cuidando nietos. ¿Por qué parecen más decisivos los niñatos PP/PSOE con sus lagartos de Lacoste, que cualquiera de nosotros? Somos los exploradores del nuevo voto útil: la tercera vía parlamentaria, la renovación democrática.

(El País, 4 de marzo de 2008)

 

De piñón fijo

Álvaro Pombo

Hacer referencia en un debate a un Libro Blanco donde viene todo, es equivalente a reconocer con Don Juan de Mairena que nadie sabe ya lo que se sabe, aunque todos sepamos que de todo hay quien sepa. ZP se refugió el lunes en ese recurso que vuelve inservibles a la vez la ironía y la mayéutica socrática.

En un debate serio todo está dentro y nada hay fuera. Lo que no se debate no existe. Dicho esto, quedó claro que Rajoy se deslegitimó, como mínimo, en dos ocasiones: al repetir, con machaconería de la Cope, que ZP miente siempre. Eso no es verdad. Y al enfatizar demasiado los problemas de la inmigración -muy serios pero inevitables- sin considerar ninguno de sus lados positivos. Lo que ocurre es que Rajoy sabe que la inmigración asusta sobre todo al electorado obrero, que vive la competencia en sus carnes y sabe que votarán a favor de quien tenga, con la inmigración, mano dura.

Es posible que Zapatero estuviera más ágil, aunque no más profundo que de costumbre. ZP es un comunicador superficial que quizá encante a una juventud-SMS, muy poco articulada. Es físicamente muy Mr Bean, con su cara relavada de pepona masculina, ¿es eso lo que gusta a las mujeres?

Rajoy, en cambio, tiene la ventaja de ser feo y parecer realista, cosa que nos gusta a los sexagenarios que estamos, sin embargo, desmovilizados. Ambos dieron la impresión de hallarse incómodos. Cuesta creer que ZP vaya ganando, aunque el lunes estuvo más flexible que Rajoy. Y cuesta creer que Rajoy llegue a superar a ZP por más de un par de puntos. Empate.

(El País, 6 de marzo de 2008)

 

 

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