Usted está aquí:  >>> Tiempo y luz 

Tiempo y luz

 

ntroducción

Alberto Infante, escritor y médico, inicia su colaboración en Editanet, ofreciendo como primicia tres poemas de su nuevo poemario, Carta de ajuste (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2013) presentado en Madrid, el 24 de marzo pasado con gran éxito.

 

Carta de ajuste (poemario)

Carta de Ajuste, Alberto Infante, (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2013.

BUENAVISTA

Bañarse en el cálido y último sol del otoño.
No mencionar por su nombre verbo alguno.
Recordar la luna creciente, los álamos de las orillas
donde, según se dice, hubo nutrias hasta hace poco
o ese acontecimiento carente de historia
y, sin embargo, pleno de significación.

Sostener, pese a todo, el instante, la ráfaga,
el zureo de las palomas, el ladrido de los perros,
la voz amada reclamándonos algo:
tiempo y luz en cada tronco y cada hoja.
Luz de pequeña nube y de alto aeroplano
con la que nada requiere justificación:
ni las horas del día, ni el crujido de la madera,
ni el lejano sonido de los automóviles.
Tampoco esa “manía de vivir”,
empeñada en confundir la felicidad
con una irrefrenable sucesión de aspavientos.

Entonces, mientras contemplamos al sol
tiñendo de azul y rosa los pinos, los tejados, las rocas,
y alguien enciende la primera chimenea del otoño,
queremos hacer lo que nadie hizo,
que todo sea más simple y, también, más complejo,
prender la última brisa de la tarde,
agitar las hojas del granado,
y decirle adiós al día sintiendo
lo que tenemos que sentir: un lugar,
un sonido, una persona, un paisaje…
cuanto el amor trajo y se llevará con él,
un lugar desguarnecido, un fruto oscuro
hecho de corazón y de montañas.

Carta de Ajuste (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2013)

PARA QUE ALGUIEN SE LLAME

Para Ángel González, in memoriam
“Habla verdad quien habla sombra”

Paul Celan

Para que alguien se llame,
para que lo que queda quede,
hace falta pasar de mano en mano,
de roca en roca y, sin mudar de creencias
ni sonreír sin motivo,
tejer una cierta red de terquedades y gestos
provista de saludable continuidad.

“Qué importa que no sean estos ojos”,
siempre habrá un egoísmo, una envidia,
algo así como un no saber qué hacer
en cada seguir haciendo.

Pero el corazón que amó el instante postrero
- quevediano, machadiano, juan-ramoniano casi –
ese que lleva tu apellido y tu nombre,
descubrirá que le gusta
aunque ignore por qué.

Por eso lo innombrable corretea entre las mesas,
se baña en tinta invisible
fecunda, rompe, corta,
dice es otro día, verano tal vez,
indagación tal vez,

y nada es comparable al hecho mismo
de sentarse aquí, entre tantas
diferencias de gusto y también de opinión,
con la ironía puesta
y el descreimiento.

Ahora pido el aperitivo,
me recuesto en la silla,
atiendo como si en realidad importase.

“Nada es demasiado maravilloso para ser verdad”
Nada.
Y no es un sueño.

Carta de Ajuste
(Ediciones Vitruvio, Madrid, 2013).,

CAMILLE CLAUDEL SUEÑA CON SU AMANTE

Para mirarte necesito ojos
para tocarte necesito dedos

Aunque también puedo
tocarte con los ojos
y mirarte con los dedos

Por eso dame un gajo de naranja
déjame saber como
sabe

un gajo de naranja
un gajo de naranja a la sombra de tus dedos

Carta de Ajuste (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2013).,

 

Los textos, videos y audios de esta web están protegidos por el Copyright. Queda totalmente prohibida su reproducción en cualquier tipo de medio o soporte, sin la expresa autorización de sus titulares.
Editanet © Copyright 2013. Reservados todos los derechos