Edición nš 8 Julio/Septiembre de 2009

LUIS LANDERO,

luis landero
BIOGRAFÍA




por Ana Alejandre

Nacido en Alburquerque, Badajoz, el 25 de marzo de 1948, hijo de una familia campesina extremeña que emigró a Madrid en 1960 Desde muy temprana edad sintió vocación literaria que le llevó a los quince años a escribír poemas mientras trabajaba como mecánico en un taller de coches y recadero en una tienda de ultramarinos.

.Además, ejerció como guitarrista profesional (experiencia que le inspiró para escribir El guitarrista) y profesor de guitarra desde los dieciséis hasta los diecinueve. Todos estos variopintos trabajos le valieron poder costearse los estudios de Bachillerato y, a partir de los diecinueve, los de Filología Hispánica en la Universidad Complutense, en cuya universidad ejerció como profesor ayudante en la Sección de Filología Francesa. Cuando era ya licenciado dio clases de literatura en el Instituto Calderón de la Barca de Madrid. En 1995 es contratado como profesor en la Universidad de Yale par impartir un curso de literatura española y en la actualidad es profesor de literatura en la Escuela de Arte Dramático de Madrid. Está casado y tiene dos hijos.

A Landero se le considera uno de los grandes narradores de la literatura española contemporánea, a pesar de no ser un escritor muy prolífico. La publicación de su primera novela Juegos de la edad tardía, 1989, supuso todo un acontecimiento en el mundo literario y obtuvo una extraordinaria acogida por parte de la crítica y del público. Esta obra fue galardonada con el premio de la Crítica y el Nacional de Literatura, por lo que esta novela, Juegos de la edad tardía, situó a Landero en uno de los máximos puestos de la narrativa española y le otorgó un prestigio que la falta de sus publicaciones no ha menguado. Toda la obra de este autor hace gala de una maestría narrativa y de un universo literario que cautiva por su deslumbrante prosa y por sus personajes en los que destaca la pericia narrativa y psicológica para dotarlos de una autenticidad que cautiva al lector porque en su obra recrea un mundo en el que la materialización de los sueño sólo es posible cuando se asienta en la impostura; en la misma en la que se desenvuelven unos personajes creados con trazos magistrales, como ese Gregorio Elías o Augusto Faroni, al que el amor le concede la sabiduría que le permite descubrir en la mentira de su farsa vital la única arma para ganarle la partida a un destino en el que su triste suerte ya estaba anunciada..

Landero dota a su obra de la sinceridad e inocencia de toda gran literatura y refleja la imagen de esa clase de escritor de auténtica y profunda vocación literaria que goza de los dones de un talento creador sin fisuras. En sus novelas nos ofrece un trasunto de la vida cotidiana y vulgar de cada día, con personajes que tienen una parte de hombres vulgares y anodinos, con ciernas notas de ridiculez, pero al mismo tiempo entrañables y próximos al lector, y que, a pesar de todo, sueñan con conseguir el amor y esos minutos de gloria que todo ser humano anhela.

Este autor que admira a los autores del siglo XiX, desde Stendhal a los rusos, de Flaubert a Dickens, de Cervantes a Valle, otorga a su obra un estilo preciso y pleno de sugerencias que son hallazgos verbales y estilísticos que ponen en evidencia su maestría narrativa y su exquisito dominio del lenguaje. En él se encuentros ecos cervantinos y, especialmente en Caballero de fortuna, su segunda novela, se ponen de manifiesto la influencia del realismo mágico latinoamericano en la mejor versión española.

Su obra, a pesar de ser muy poca extensa, es suficiente para demostrar su talento de escritor de indudable vocación narrativa y estilo inconfundible que se ponen de manifiesto en su afán por la precisión del lenguaje al que dota de una innegable e imperecedera belleza.


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