Edición nš 8 Julio/Septiembre de 2009

Hoy, Júpiter

Hoy,Júpiter Luís Landero Tusquets Editores Barcelona, 2007,



Hoy,Júpiter
Luís Landero
Tusquets Editores
Barcelona, 2007,

por Ana Alejandre



Esta nueva novela, tan esperada, por cierto, de Luis Landero tiene como protagonistas a dos personajes que vienen a ser como las dos caras de una misma persona, representadas en la dualidad de dos vidas distintas: Dámaso Méndez y Tomás Montejo que corren paralelas, pero sin más relación entre ambos que el hilo conductor que supone la similitud de temas compartidos, ya que Dámaso a lo largo de esta novela vive el odio más feroz hacia el otro personaje, que en la época de la adolescencia representó para él quien le arrebató su propia estimación y su lugar en su familia, usurpado por Tomás Montejo, lo que provoco su enfrentamiento con la figura paterna y su alejamiento del núcleo familiar. En la figura del padre aparece reflejado la personalidad de un hombre que se siente fracasado en su vida personal y quiere compensar su derrota vital a través de su propio hijo y los éxitos que éste deberá alcanzar como ineludible objetivo existencial. Por ello, Dámaso entrega su vida a la causa doble y contrapuesta que son el odio y el afán de venganza. Tomás por el contrario, profesor y escritor, es un joven amante de la soledad y cuya pasión excluyente son los libros y la búsqueda incansable de conocimientos. A partir del momento de enamorarse y empezar a experimentar la pasión excluyente del amor y el caos que ello conlleva, su vida toma un rumbo inesperado y tormentoso.

En este doble retrato de los dos principales personajes, Landero construye magistralmente el hilo argumental en el que prima el intento de la construcción, por parte de ambos, de ese yo imaginario que cada uno quisiera poseer y en el que se reconocen más que en el real, porque a través de ese yo deseado e imaginario intentan vivir los propios sueños en los que cada ser se siente realizado como tal y en el que se reconoce, y todo ello a través de la magnífica prosa de profunda belleza narrativa y con un magistral uso de la comicidad y el dramatismo que conmueve al lector porque en sus páginas encuentra reflejada la vida, la de todos, en unos personajes de carne y hueso aunque estén hechos de la materia sutil de toda obra de ficción.

Los destino de Dámaso y Tomás, a través de ese paralelismo que era el punto de unión narrativa, se terminan cruzando por diversas peripecias y transcurren unidos hasta el desenlace compartido en el que confluyen ambas historias.Landero ofrece en esta obra su peculiar estilo en el que se mezclan en una perfecta simbiosis el humor y la tragedia de toda vida y que en Hoy, Húpiter. alcanza el cenit de su talento creador después de esos largos cinco años de silencio, porque nos ofrece en esta novela singular la maestría tantas veces puesta de manifiesto, entremezclando una historia con tintes de fábula y de narración apasionada que sabe unir y matizar con la certera prosa y el ajustado tono narrativo que sólo creadores de la talla de Landero pueden conseguir, otorgándole la ligereza veloz a su escritura que le proporciona esa frescura al lector que le permite desear leerla de un tirón, atrapado en el mágico mundo landeriano, haciendo un difícil equilibrio en su continua búsqueda de la respuesta de qué es realidad y qué es sólo imaginación y que dejará al lector sumido en una honda reflexión sobre la naturaleza de la propia vida, la de cada uno, en la que siempre ambos conceptos antagónicos van unidos al compás de la propia existencia en la que todos somos soñantes y soñados, personas reales con multitud de facetas y rostros, desconocidos para uno mismo, en los que nos cuesta muchas veces reconocernos.Excelente novela es ésta en la que Landero, a través de una historia, nos cuenta la sempiterna lucha de cada ser humano por alcanzar sus sueños en los que reconocer su propio destino individual y a ese yo imaginado e imaginario en el que se depositan todas las esperanzas.













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