Ediición nº 17- Ocubtre/Diciembre de 2011

El mapa y el territorio

El mapa y el territorio Michel HouellebecqTraducción: Jaime Zulaika. Anagrama. 384 pp.

El mapa y el territorio
Michel Houellebecq
Traducción: Jaime Zulaika.
Anagrama. 384 pp.

por Ana Alejandre

La nueva obra de Houllebecq, El mapa y el territorio, obra que ha obtenido el Premio Goncourt, se puede definir como clásica, o más bien convencional dentro de toda su producción literaria en la que, precisamente, lo que menos existe es el deseo de ser convencional, porque en ella subsiste el tono y talante provocador, haciendo algo que es aparentemente sencillo, pero que no lo es tanto: decir la verdad, esa verdad que se intuye por todo el mundo, pero que muy pocos están dispuestos asumir; aunque este escritor, escéptico y pesimista, no quiere denunciar esa verdad para conseguir un determinado fin catártico, sino simplemente para realizar un análisis sociológico, un experimento en el que poder volcar su capacidad lógica y deductiva para encontrar las claves de una sociedad caótica y confundida.

El estilo de esta nueva obra es más calmado y el enfoque psicológico de los personajes está realizado desde perspectivas más tradicionales, consiguiendo con ello un resultado en el que, por primera vez, el perfil literario predomina sobre el sociológico, lo cual sorprende a los lectores de este escritor que nos ha ofrecido anteriormente obras como Plataforma y La posibilidad de una isla, títulos que muestran una arquitectura en la que predomina el ingenio, el guiño cómplice al lector, en unas historias que parecen querer jugar, casi a modo de bromas, en las que brilla, a ratos, el ingenio y la emoción, pero sin dejar de ser eso mismo: juguetes literarios puestos al servicio de la expresión de la idea que subyace en su entramado, pero siempre desde la provocación..

Sin embargo, en El mapa y el territorio hay un deseo evidente de anteponer lo literario por encima de lo sociológico, como se apuntaba antes, a pesar de que en este autor y, como él mismo escribió refiriéndose a Lovecraft, hay algo que “no es del todo literario”, y eso era precisamente lo que le convertía en un autor distinto al resto de los escritores. Aunque no es un autor extraordinario, si se le puede considerar como un referente obligado para entender el mundo actual, a través de su visión apocalíptica de que estamos en el final de los tiempos, de la inutilidad de todo, de la ausencia total de esperanza y en cuanto al arte en general, de la negación absoluta de toda posibilidad de estilo en el mundo de hoy. Este cambio de enfoque y el paso de la visión sociológica a la literaria, reduce la manifestación de su profundo nihilismo que muchas veces despertaba la hilaridad de sus lectores que no son, precisamente, conservadores ni convencionales, lo que les hará pensar con la lectura de este nuevo libro que han perdido algo, algo sutil, pero muy importante y que hacía ser a este autor un escritor singular con un estilo personal y distinto a todos.

Este giro literario puede hacer surgir especulaciones sobre cuál ha sido la causa, aunque podría ser simplemente el deseo de sorprender a sus lectores y también como una mera autocrítica, viéndose desde fuera, ya que interviene en la obra como personaje. En el fondo, un experimento más, dentro de la convencionalidad de este nuevo giro estilístico, que también le confería a la obra más posibilidades de ganar el Goncourt, lo que también podría justificar dicho cambio. Caben otras posibilidades que se encuentran en la propia trama argumental, como es el hecho de que existe una cierta semejanza entre el protagonista y el escritor, en cuanto que ambos se dedican a la creación artística: el personaje central de la obra es un artista que es lanzado a la fama en una exposición de fotografías de los mapas Michelin (¿de ahí el título de la obra en cuanto a la contraposición del mapa como recreación de un territorio que equivale a la obra de una artista como expresión genuina de la realidad?) y así se convierte en una celebridad por su etapa figurativa, que viene a ser un trasunto de la nueva etapa literaria de Houllebecq que gana en convencionalidad y un estilo más clásico, se podría afirmar.

La obra de este escritor siempre ha tenido dos ejes fundamentales: el dinero y el sexo, que son los dos dioses modernos a los que los ciudadanos rinden culto y son inseparables del bagaje del hombre contemporáneo.En este nuevo título, se encuentran los mismos recursos de su autor: las citas de Comte y Agatha Christie, una alusión satírica a a Robbe-Grillet, las descripciones de insectos, la cursiva como recurso literario, etc. Los temas también son varios y se intercalan entre sí y que son siempre recurrentes en este escritor desde la crisis económica, el futuro de Europa, el turismo masivo, el sexo, el dinero y el arte como forma de expresión y de manipulación.

El libro toca muchos temas pero el hilo conductor o tema principal es la expresión nuevamente del juicio demoledor de su autor que se podría resumir en la afirmación de la inevitable extinción de la especie humana. El final de la obra alude, precisamente, a esa idea recurrente al narrar el regreso de tres personajes a los lugares en donde están sus raíces, con una aceptación tácita y asumida en su cruda realidad del final de la propia vida, de cada existencia en particular cuya meta final siempre es la muerte, con toda la tragedia que ello encierra, pero con la verdad irrefutable de que es algo inevitable y necesario.

Todo esto hace que este libro, siendo distinto en su estilo a las obras anteriores, ofrezca de nuevo al mismo escritor de siempre, pero remozado en su técnica narrativa más acorde con lo convencional, pero buscando con ello, quizás, una nueva experimentación que, por tradicional, no deja de ser sorprendente en este autor que ya nos tiene acostumbrados a sus juegos malabares de provocación y de ruptura de todos los moldes. En este caso, sorprende de nuevo por su originalidad que busca, precisamente, ser convencional aunque sólo sea por esta vez.


Mobbing, Cómo sobrevivir al acoso psicologico

Mobbing Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo Iñaki Piñuel y Zabala Sal Terrae, 311 pp.

Mobbing
Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo
Iñaki Piñuel y Zabala
Sal Terrae, 311 pp.


por Ana Alejandre


Libro magnífico ésta sobre un tema que es sobrecogedor por la amplitud que está tomando las cifras de víctimas del acoso laboral o mobbing, término con el que se le conoce, que se está convirtiendo en una auténtica plaga en la sociedad occidental y capitalista, y por las secuelas psicológicas, físicas y laborales que provocan en la víctima de este tipo de asesinato psicológico, que tiene como principal fin acabar con la víctima psicológicamente, expulsándola del lugar de trabajo e incapacitándola para encontrar otro por el deterioro gravísimo que sufre en su equilibrio psicológico, en su capacidad laboral, en su salud y en su propia autoestima e integridad, cuando no en el suicidio de quien se ve acosado durante años en su propio entorno laboral.

En los años ochenta el profesor Leymann, de la Universidad de Estocolmo, afirmaba que un 3,5% de los trabajadores de cualquier empresa u organización sufren acoso laboral, pero esas cifras han aumentado espectacularmente, en los últimos veinte años. Kelly Dann, editor de la revista norteamericana Workforce, afirma rotundamente que el 25% de los trabajadores americanos han sufrido, sufren o sufrirán a lo largo de su vida laboral, acoso en el trabajo. En España, según informe de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones del Trabajo, publicado por el periódico El País el 13 de abril de 2001, estimaba la cifra de 800.000 personas que están sufriendo acoso laboran en sus puestos de trabajo, cifra que ha aumentado desde la fecha de realización de dicho informe, ya que el problema se está agudizando de una manera exponencial en todos los países.

El acoso puede producirse de forma activa o por comisión; o bien de forma pasiva o por omisión. La primera de ellas consiste en insultos, gritos, humillaciones en público o en privado, falsas acusaciones, intromisiones en su trabajo lo que merma su eficacia y calidad; y en la modalidad pasiva o por omisión, los hechos se traducen en ocultación de información necesaria para la realización del trabajo, negación de medios o útiles necesarios para llevarlo a cabo, negación de realización de cursos, seminarios o cualquier otra forma de actualización de conocimientos o capacitación laboral, evitación de toda comunicación o trato del trabajador con los compañeros o jefes, negación de saludos, no dirigirle la palabra, en una palabra, ningunearlo y convertirle en alguien invisible en el entorno laboral.

Por otra parte, esta monstruosidad psicológica que se produce contra una persona indefensa e inmersa en un medio hostil o rodeada, simplemente, de quienes por “no meterse en problemas”, con su silencio y pasividad se convierten así en cómplices del autor o autores del mobbing. Ell autor del acoso suele ser el jefe, en el 46% de los casos, y los propios compañeros en el 44%, cuando no son jefes y compañeros quienes son coautores del mobbing y actúan conjuntamente.

En las cuatro partes de este libro, se encuentran perfectamente expuestas las características del acoso en la primera parte, las del acosador y la víctima, en la segunda, las estrategias para defenderse el acosado para sobrevivir a tan dura prueba del acoso y, por último a la inmunización contra el acoso de quien ha sobrevivido a esa dura prueba para encontrar recursos y defensas en hipotéticos ataques en el futuro.

Esta lacra social y laboral lleva a la destrucción psicológica a una gran parte de las víctimas del mobbing por sufrir serios problemas psicológicos y personales y, en algunos casos, con el resultado fatal del suicidio, fase ésta última que cierra como siniestro broche final la perversa maquinación del acosador para destruir a su víctima, es una amenaza creciente que se cierne sobre los trabajadores del mundo de hoy contra la que es conveniente estar prevenido y contar con recursos psicológicos que puedan evitar que el acosador pueda aniquilar a la víctima con sus maniobras que ponen al descubierto la personalidad psicopática del autor de dicho crimen moral y reforzar así la capacidad defensiva de quien puede ser elegido como chivo expiatorio de la personalidad enfermiza, patológica y agresiva de quien no puede soportar ver en otros ciertas características, cualidades, virtudes, talento o capacidades que, por envidiarlas en su propia mediocridad inoperante, trata por ello de destruirlas en quien las posee sobremanera y hacer más patente así la inferioridad intelectual, moral y laboral de todo acosador.

Libro importantísimo y de necesaria lectura para todo trabajador que, aunque no haya entrado en la dura espiral del acoso, por el hecho de estar incardinado en un medio laboral puede legar a ser el destinatario de tan macabra práctica que pone en evidencia la enfermedad moral de quien la lleva a cabo sin ninguna clase de escrúpulos. Los datos fidedignos ponen de manifiesto en esta obra la magnitud del problema del que se están concienciando todas las autoridades laborales del mundo occidental por la gran incidencia que tiene en los propios trabajadores que la sufren, tanto en su salud física como mental, como en los grandes costes que tienen las empresas que permiten, por ignorancia o por incapacidad de enfrentarse a él , que este problema se arraigue en el seno de su organización y se extienda como una mancha de aceite que va contaminando a trabajadores, jefes, empresarios y organizaciones gubernamentales que empiezan a darse cuenta de que esa práctica indeseable afecta a todos, víctimas y culpables, empresarios y trabajadores y, por ello, al propio tejido empresarial, laboral y económico de cada país.

Recomendabilísimo, sin duda alguna, este excelente libro escrito por el profesor Iñaki Piñuel, profesor en la Universidad de Alcalá de Henares y una autoridad en la materia.





Malamud: Cuentos reunidos

Malamud: Cuentos reunidos Bernard Malamud Traducción de Damià Alou. El Aleph. 792 pp

Malamud: Cuentos reunidos
Bernard Malamud
Traducción de Damià Alou.
El Aleph. 792 pp


por Ana Alejandre


Esta colección de relatos, vuelve a mostrar el mundo de personajes desarraigados, débiles, problemáticos y con dificultades de integración en un mundo hostil, pero en esta ocasión las historias personales añaden un plus de complicación, porque los personajes actúan fuera del orden establecido de valores morales y tradicionales, como si fueran ciudadanos de un mundo personal y propio en el que las reglas del juego las marcan ellos sin tener que ver con las que rigen en la sociedad en la que están inmersos.

Los cuentos reunidos en este volumen pertenecen a las dos últimas décadas y ofrece títulos como el que encabeza la colección de relatos Armisticio que parece indicar el tono y la intencionalidad de toda la obra que no es otra que mostrar a unos personajes que viven y deambulan en un mundo en el que no existe la empatía, la fraternidad, ni la consideración al prójimo En este primer relato, su protagonista, Morris Lieberman, inmigrante de Rusia, recuerda horrorizado la escena siniestra en la que un herrero aplasta con una rueda a un desdichado judío y cuyo recuerdo le acompaña hasta treinta años después al escuchar las noticias del avance de los nazis en toda Europa, lo que despierta en el protagonista auténtico pavor ante las posibles violencias que ejercerán en la población más indefensa y débiles.

No hay que olvidar que Malamud pertenece a esa ya larga tradición americana de escritores americanos y que comenzó en la década de los 50 y 60 del pasado siglo, por haber en EE.UU. una extraordinaria acogida de novelas y relatos por parte de los lectores que no existe en nuestro país ni en otros del ámbito europeo y que se desarrolló a través de las revistas que ofrecían pequeños textos de escritores como Malamud, Philip Roth y Saul Bellow. Escribían sobre temas cotidianos, pero especialmente la problemática judía en los EE.UU., después de finalizada la II Guerra Mundial, cuando tanto en los barrios residenciales y las universidades americanas se reservaban el derecho de admisión tanto a negros como a judíos, para que estos pudieran integrarse en unos y otras como vecinos o estudiantes. Esta paradoja producida por la declaración de principios de que todos los ciudadanos tenían iguales derechos ante la Ley y la cruda realidad que le negaba dichos derechos promovió a este grupo de escritores, que a su vez procedían de la inmigración, a tocar temas tan importantes para los grupos marginados y conseguir con este motivo escribir textos de una indudable calidad literaria.

Este primer relato marca la tónica de los siguientes que se debaten en la indiferencia de los seres humanos por sus semejantes, con una gran incapacidad se sentir el menor afecto o solidaridad ante los problemas que le son ajenos.

Esta obra es la de un escritor que ha vivido las dos grandes guerras y es hijo de inmigrantes en la tierra de la promisión como es Norteamérica. Su visión pesimista y negadora de toda esperanza en la bondad de las relaciones humanas parece ser el eje central de toda su obra. Sin embargo, considera que el sufrimiento es la única vía para la autoafirmación del ser humano en el difícil camino de la vida, lo que es producto de la experiencia vital de un hombre que ha sido testigo de la segregación judía por haber vivido toda su infancia en Broklyn, el barrio pobre de de Nueva York por entonces.

Interesante obra es esta colección de relatos de Malamud, ganador del Premio Pulitzer, por su obra El hombre de Kiev (1966), que trata sobre la injusta condena a prisión de un trabajador judío ruso que es también una alegoría del Holocausto y que, como sus muchas novelas, intenta hacer hincapié en la dificultad de las relaciones humanas y, sobre todo, en la indiferencia y la falta de generosidad y empatía que para la mayoría de la gente despierta el sufrimiento ajeno, quizás porque no lo han vivido en primera persona.

Pequeños monstruos

Pequeños monstruos Francisco Pérez Abellán Ediciones B Barcelona, 2006

Pequeños monstruos
Francisco Pérez Abellán
Ediciones B
Barcelona, 2006

por Ana Alejandre

Aunque este libro fue editado en 2006, no pierde por ello actualidad, ya que su autor, el acreditado periodista de investigación criminal, Francisco Pérez Abellán, realiza en esta excelente obra una exposición detallada y rigurosa, pero siempre amena, de todos los casos de asesinato y violencia extrema de los que han sido autores y coautores menores de edad, incluso niños de ocho o diez años en muchos países europeos y EE.UU, pero dedicando una mayor atención a los asesinatos y violaciones ocurridas en España, lo que hace más terrible el hecho criminal en sí por la corta edad de los asesinos que muestran en su comportamiento que no son, precisamente, unos seres inocentes, sino que presentan algunos de ellos auténticas psicopatologías y, en otros casos, problemas graves de inadaptación que se ponen de manifiesto en la comisión de hechos terribles e inimaginables en una inocente criatura de corta edad.

Esta obra incide en la necesidad, en cuanto a nuestro país se refiere, de reformar la Ley del Menor que es, a todas luces, completamente insuficiente para castigar adecuadamente a los menores asesinos, autores de crímenes atroces, como son los casos de Sandra Palo, el asesino de la catana o las adolescentes asesinas de San Fernando. Todos ellos están narrados con auténtica pericia y datos fehacientes, propios de la experiencia de un profesional del periodismo de investigación, y con una prosa clara y amena, por la que los hechos narrados cobran toda su intensidad dramática de unos actos terribles que la sociedad prefiere muchas veces ignorar para no tener que enfrentarse a ellos, en un deseo escapista de aceptar que ni todas las mentes infantiles o adolescentes son puras e inocentes y que la solución tiene que llegar de manera conjunta de los jueces, policías, psicólogo, maestros y profesores, además de la familia, núcleo principal e importante en la que se gestan y crecen la semilla de la maldad, la inadaptación, la agresividad y la violencia que estallan de forma trágica e inesperada en actos contra otros seres humanos igualmente niños o adolescentes indefensos ante la furia homicida de amigos, compañeros o desconocidos de su misma edad.

Este libro es una llamada de atención hacia una sociedad permisiva que no quiere ver la realidad de que algunos niños y adolescentes son asesinos y violadores con la misma saña y crueldad de muchos adultos, por lo que la corrección, la pena impuesta no puede ser pasar unos años en un centro correccional por la muerte de un ser humano víctima de todo tipo de vejaciones y sadismo, sino que la pena tiene que ser proporcional al delito. La ley actual sólo intenta “proteger” y “comprender” al menor, olvidando a la víctima, único inocente que se ve desamparado, y a su familia que llora la muerte de su hijo, nieto o hermano, además de comprobar que la Justicia, siempre lenta y protectora con los culpables, deja olvidada a la víctima y a sus derechos inalienables, el primero de ellos es el derecho a la vida.

Obra como ésta son un aldabonazo en las conciencias, aunque muchos posibles lectores prefieren obviar este tipo de lecturas porque les enfrenta a una realidad que no quieren ver, instalados en esa idea falsa de que vivimos en un mundo, en una país, en el que ·esas cosas terribles no pasan y, cuando suceden son casos aislados que por su excepcionalidad no merecen más atención que por parte de las fuerzas de seguridad y la justicia, sin que los ciudadanos normales y pacíficos tengamos nada que ver con ellos y, por lo tanto, nada que hacer al respecto.

Craso error de una sociedad que crea sus pequeños monstruos y cuando se da cuenta siempre es después de que éstos se hayan cobrado su primera víctima, su tributo de sangre inocente, como manifestación incuestionable de que ni son tan niños o inofensivos adolescentes, pero si unos auténticos psicópatas que han vivido una vida aparentemente normal que ha ocultado su anormalidad psicológica y su patología hasta que ha estallado como una granada ante la cara atónita y horrorizada de padres, maestros, amigos y compañeros, pero dejando víctimas como señal inequívoca de que no son menores inocentes, sino monstruos aunque pequeños en edad y tamaño, pero inmensos en maldad, agresividad y sinrazón.









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