Crítica literaria por Julia Sáez-Angulo

 

“Tres prólogos y siete preámbulos... (ensayo)

“Tres prólogos y siete preámbulos en torno a Ramón Gómez de la Serna” Ioana Zlotescu Albert Editor Madrid, 2013 (207 pags.

“Tres prólogos y siete preámbulos en torno a
Ramón Gómez de la Serna”
Ioana Zlotescu
Albert Editor
Madrid, 2013 (207 pags.)

Ioana Zlotescu, autora de “Tres prólogos y siete preámbulos en torno a Ramón Gómez de la Serna”


Julia Sáez-Angulo

Responsable de las Obras Completas de Ramón Gómez de la Serna, la hispanista Ioana Zlotescu (Bucarest, Rumanía, 1948) ha recopilado sus estudios sobre el escritor madrileño en un libro titulado Tres prólogos y siete preámbulos en torno a Ramón Gómez de la Serna, publicado por Albert Editor.

La hispanista, de nacionalidad española y residente en Madrid acaba de presentar el volumen número VII de la obra de Ramón, que recoge las Greguerías del autor, en edición de Pura Fernández. El acto tuvo lugar en el Centro de Arte Contemporáneo de Madrid, museo de los escritores, donde se conserva el espejo redondo que aparece en numerosos retratos de Ramón.

En la presentación de Greguerías intervinieron junto a Zlotescu y Fernández el profesor de literatura Jaime Olmedo Ramos y el editor literario Ignacio Echevarría. El volumen ha sido editado por Galaxia Gutemberg.

Ramón Gómez de la Serna (Madrid, 1888- Buenos Aires, 1963) es uno de los escritores españoles más singulares del siglo XX. Grafómano empedernido, su obra es un continuo fluir de su mirada y pensamiento automático, con la metáfora y greguería como elemento clave en su obra. Entrevistado por Papini en su libro Gog, y citado por Francisco Umbral, como su verdadero maestro, Ramón mereció también la admiración de muchos de sus colegas en el extranjero. El catedrático de Periodismo en la UCM Enrique de Aguinaga también ha escrito sobre el periodo de Ramón en España después de la guerra civil.

“Los textos de Ramón en su totalidad son móviles, dinámicos, inapetentes de orden, rebeldes a toda forma, sea ella referida a la ordenación en páginas o bien al lenguaje, saturado de palabras “orgánicas”, audaces, inventadas o reinventadas, sensuales, salidas de una nueva rueca fervorosamente enloquecida, imparable”, escribe Zlotescu en el prólogo general del libro “Tres prólogos…”.

“La magia de Ramón Gómez de la Serna brota precisamente de este conjunto, gran Libro único de su escritura, interrumpido por las fronteras formales de un libro y otro más y otro más y así hasta llegar a decenas”, continua diciendo la hispanista. “Ramón es el escritor de un libro-obra maestra a citar entre todos los demás escritos para colocarlo entre los grandes textos de la literatura universal”, añade.

“Ramón se autocita, se “auto-plagia” hasta llegar a convertir varios de sus libros en abigarrados collages, reanudaciones sucesivas de los mismos textos en conceptos distintos, esto es, bajo títulos diferentes. El desalojo de un enunciado de un libro a otro reaviva la fuerza expresiva de una misma secuencia, enriqueciéndola sucesivamente con nuevos sentidos marcados por el nuevo título”, señala Zlotescu.

Ramón es desbordante, pero no desordenado. Su capacidad escritora y sus metáforas son una fuente que mana miles de sugerencias a los demás escritores.

 

Zalacaín el aventurer, Pío Baroja (novela)

Zalacaín el aventurero Historia de las buenas andanzas y fortunas de Martín Zalacaín el Aventurero. Pío Baroja Cátedra

Zalacaín el aventurero
Historia de las buenas andanzas y fortunas de Martín Zalacaín el Aventurero.

Pío Baroja
Cátedra

“Zalacaín el aventurero” de Pío Baroja, en edición de Juan María Marín

Julia Sáez-Angulo

El escritor vasco Pío Baroja eligió el tiempo de una guerra civil española para situar su novela Zalacaín el aventurero, una de sus preferidas. Ediciones Cátedra ha publicado una nueva edición del citado libro de Baroja, con estudio introductorio de Juan María Marín Martínez.

Zalacaín el aventurero, lleva como subtítulo Historia de las buenas andanzas y fortunas de Martín Zalacaín el Aventurero.

Baroja destacó muchas veces sobre otras de sus obras Zalacaín el Aventurero, subrayando siempre la rapidez con que la compuso y su falta de ambiciones ideológicas o estéticas: “La escribí por entretenimiento, para pasar el rato, y la terminé en unas pocas semanas”.

“Según revela en sus memorias, concibió las primeras ideas para componer su nueva obra en la primavera de 1907 , cuando pasaba una temporada en Sant Jean Pied de Port, pueblecito francés” (…) al que recomendó su amigo el pintor Darío de Regoyos.

“En la génesis de la novela la influencia de Serafín Baroja (liberal, agnóstico y anticlerical como su hijo) es indudable: en las semanas finales de la guerra civil había visitado, como corresponsal, diversos escenarios bélicos (Hernani, Fuenterrabía, Guetaria, Zarauz, el valle de Elizondo, Ainhoa, Azpeitia, Cestona, Tolosa, Beasaín…) lugares desde los que fue enviando a El Tiempo, el periódico de Madrid, esas crónicas fechadas entre el 10 de enero y el 26 de febrero de 1876, que fueron publicándose según llegaban a la redacción”, cuenta Juan María Marín Martínez en el estudio de la amplia Introducción a la novela.

Esas crónicas y unos dibujos a lápiz que hizo cuando se acercó a los frentes de guerra se conservaban guardados en una carpeta en la casa de Itzea:

“Su hijo Pío, cuenta Pio Caro Baroja- las debió pegar [las crónicas] sobre papeles más grandes y escribió de su puño y letra “Crónica de la Guerra Carlista, por Serafín Baroja; tiene sesenta y una páginas con notas y apuntes de Pío y Serafín”, concluye el editor.

En suma la novela de un héroe vasco ansioso de aventuras y sediento de lances de guerra para tener motivos de narración y crónica en su origen y acabar novelado en una célebre obra de don Pío Baroja: “Zalacaín el aventurero”.

 

“Las puertas del cielo de Madrid II" (divulgación)

“Las puertas del cielo de Madrid II” Samuel Santa-Olalla Editorial Vision Libros Madrid, 2014 (204 pags.)

“Las puertas del cielo de Madrid II”
Samuel Santa-Olalla
Editorial Vision Libros
Madrid, 2014 (204 pags.)

Samuel Santa-Olalla, autor del libro “Las puertas del cielo de Madrid II”


Julia Sáez-Angulo


Segundo volumen para un gran tema: las iglesias de Madrid y sus contenidos histórico-artísticos, que son motivo de satisfacción, conocimiento y ruta para todos aquellos que deseen visitarlas. Samuel Santa-Olalla Torija es el autor del libro publicado por la editorial Visión/Libros.

“Las iglesias de Madrid las podemos clasificar en tres grandes bloques, que son: las iglesias construidas en los siglos XVII y XVIII, que responden al estilo barroco; las edificadas en el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX responden a varios estilos, neoclásico, neogótico, neomudéjar, modernismo y las de la época de posguerra, llamadas funcionales”, explica el autor en el Introito.

Una relación de iglesias junto a la dirección facilita a loslectores la ubicación de las mismas, entre las que se encuentran: San Jerónimo el Real; San Agustín, San Francisco De Borja, Santa Rita de Casia, la Capilla del Cementerio de la Almudena, Nuestra Señora de la Paz, Santa Mónica, San pablo de la Cruz, Santo Domingo o San Miguel Arcángel.

También cita y estudia las iglesias o basílicas situadas fuera de Madrid capital como son: la Basílica del Valle de los Caídos, San Bernabé en El Escorial, Dominicos de Alcobendas, Santa María la Mayor (Cenicientos), Asunción de Nuestra Señora en Torrelodones, Santiago Apóstol en Colmenarejo o San Juan de Mirasierra en Moralzarzal.

“En Madrid, el introductor del espíritu churrigueresco en arquitectura es Pedro Ribera, quien en el exterior de la iglesia de Montserrat utiliza el estípite y el baquetón en la decoración. El estípite es una pilastra donde se combinan pirámides truncadas invertidas, con la base menor hacia abajo. El baquetón es la moldura que tiene la forma de un tallo, se disponen formando hileras”, explica el autor.

Del siglo XIX destaca la iglesia Oratorio del Caballero de Gracia, obra de Juan de Villanueva, con la sobriedad del neoclasicismo y el olvido del barroco que llenó el siglo XVIII de iglesias con este estilo recargados sobre todo en sus retablos y altares. Los arquitectos extranjeros, al servicio de la dinastía borbónica como Giacomo Bonavía en la iglesia pontificia de San Miguel y François Carlier en las Salesas Reales introducen el rococó.

Madrid es una capital reciente, renacentista por querencia del rey Felipe II, por lo que carece de catedral medieval como otras ciudades por ejemplo Toledo, Burgos o León. La primada Toledo –su arzobispado- tuvo mucho empeño en que Madrid no le arrebatara la primacía catedralicia, por lo que no se le permitió a la capital de España construir una catedral hasta muy tarde, con Santa María la Real de la Almudena. Esto hizo que la primera catedral madrileña fuera la anglicana que la reina Victoria Eugenia, procedente de Inglaterra y de esa religión, favoreciera en pro de sus doncellas que seguían practicando el anglicanismo.

Madrid cuenta también con la catedral castrense, en la calle Mayor, no lejos de palacio real, por lo que canónicamente contaría a con tres catedrales.

 

Rimas, Gutiérrez de Cetina (poesía)

Rimas Gutierre de Cetina Edición de Jesús Ponce Cárdenas Editorial Cátedra Madrid, 2014 (1238 pags.)

Rimas
Gutierre de Cetina
Edición de Jesús Ponce Cárdenas
Editorial Cátedra
Madrid, 2014 (1238 pags.)

Gutierre de Cetina: “Rimas” en edición de Jesús Ponce Cárdenas” en Cátedra


Julia Sáez-Angulo

Gutierre de Cetina es uno de los mejores representantes del petrarquismo en España. A punto de cumplirse el quinto centenario, el estudioso Jesús Ponce Cárcenas ha llevado a cabo una revisión completa y sabia sobre este escritor español en el libro “Rimas”, editado por Cátedra en la colección Letras Hispánicas. El ejemplar cuenta con ilustraciones en blanco y negro.

Poeta español del Renacimiento y del Siglo de Oro, Gutierre de Cetina (Sevilla, 1520 – México, 1557) fue un gran artífice de sonetos y madrigales, así como canciones, odas, estancias, capítulos y epístolas. La Fábula de Amor y Psique se recupera igualmente para el gran público en este grueso volumen.

La Fábula de Amor y Psique se califica en el libro como uno de los mejores epilios (palabra no recogida por la Real Academia Española en su diccionario) que viene a ser un relato e imagen. “En la literatura greco-latina se conoce como epyllion aquel conjunto de textos mítico- narrativos que se encuentran a medio camino entre el epos (el majestuoso poema épico) y el eydillion (pequeño cuadro o pequeña escena)”, explica Jesús Ponce en el Estudio introductorio.

Alma del alma mía, ya es llegada/ la hora que de mí fue tan temida/ cuando absente de ti será llorada/ Llegada es ya la fin de mi partida: el cuerpo partirá pero conviene que de llevar el alma se despida, dicen algunos de los versos de Gutierre de Cetina.

El autor hispalense, de ascendencia castellana en Alcalá de Henares, supo dotar a sus escritos de “hermosura y gracia”, de “suavidad y pureza”, de “terneza y afecto”, se recuerda en la introducción. La gracia italiana está sobre todo en sus sonetos. El escritor aprendió gran elegancia en su aprendizaje y ello se refleja en la justeza y el contenido hacer de sus versos.

Se le ha considerado desde el quinientos como “el cantor de la mirada y el amor galante”. En suma, un poeta amoroso pero jamás empalagoso.

 

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